Capítulo 5

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Azul:

Eran alrededor de las 6:30 pm cuando la conferencia acabo, yo estaba más que feliz, me había sentido como pececito en el agua.

-Está bien, ¿dónde las busco? – Pregunté por el audífono – Selena sabes que si me regreso a cambiarme al hotel no me dará el tiempo.

-Ya, pero no por eso no vas a darte una ducha- regañándome- además la cena aún es a las ocho, así que si te dará el tiempo.

-¿Sabías que eres imposible?- suspirando - está bien.

-Por cierto, tienes que llevar pareja.

-No quiero, voy sola Selena.

-No Azul, habrán decenas de idiotas en la fiesta.

"¿Te gustaría cenar esta noche?" – Leí en mi teléfono, era el número de Dylan, algo en mí se emocionó, había pensado que se molestó por lo que le dije.

-Azul ¿sigues ahí?

-¿Eh?, sí, sí, llevaré a un piloto- dije sonriendo, mataría a dos pájaros de un tiro.

-¡Dios!- gritando- llamaré a las chicas.

Terminé la llamada y marque el número de Dylan.

-Eso fue rápido- dijo al contestar- creí que me tomaría más tiempo convencerte.

-Digamos que hoy es tu día de suerte, te has ganado una cita con la gran Azul Blue- riendo- es broma, pero está noche habrá una cena organizada por una de mis mejores amigas, y me ha pedido, bueno técnicamente me ha prohibido ir sola, y tu mensaje ha llegado en el momento exacto, así que, ¿Te gustaría acompañarme a la cena?

-Sería un placer, ¿A qué hora paso por ti?

-Uhmmm, a las 7:45 pm, mi habitación es la 405.


Dylan:

Al parecer la suerte estaba de mi lado, la pequeñita había aceptado salir conmigo, aunque no a la cita a la que me hubiera gustado llevarla, pero algo es algo, y no desaprovecharía esta oportunidad.

Había intentado comunicarme con Victoria pero su teléfono sonaba apagado, me estaba empezando a preocupar, la noche pasada se puso muy mal cuando vio a Azul, y ella al igual que yo, estaba en busca de venganza, sin embargo, no me gustaría que se salga de control.

"¿Te estas preocupando por Victoria o por Azul?"- habló mi conciencia. La ignoré.

-Señor Taylor que placer oír su voz- dije sarcástico por teléfono- ¿A qué se debe su llamada?

-Dylan- sabía que lo había hecho enfadar- Tu hermana.

-¿Qué sucede con Lissa?

Colgué hecho una furia, ¿Qué demonios estaba pensando mi hermana? Le marqué decenas de veces y no me cogía el bendito teléfono, estaba empezando a frustrarme.

Pasé alrededor de una hora intentando contactar a Lissa, olvidando por completo la cita que tenía con Azul.

-¡¿Me puedes decir por qué demonios te vas a casar?!- grité contestando al primer timbre.

-No sabía que iba a casarme- mierda era Azul- ¿Me dices quien es mi prometido?- al parecer ella no era la única molesta en estos momentos.

-No te incumbe.

-Me incumbe si por esa persona me has dejado plantada.

-Olvídalo, lo siento- ¿Esperen me estoy disculpando? Demonios.

Azul BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora