Ella

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Ella era extraña, hermosa, aunque apenas se quería.

Se hace llamar caos, pero alegra cualquiera de mis días.

Sus ojos ocultan historias tristes, al igual que su sonrisa rota.

Incluso su forma de caminar es intrigante, solo que ella no lo nota.

Quiso darle fin a todo, acabar con el calvario de una vez.

Sin embargo, el mundo necesita ángeles, ¿es que no lo ve?

¿Por qué cree que nadie podrá amarla? Yo lo hago de corazón.

¿Por qué pide que sea libre, cuando prefiero estar en su prisión?

He querido darle una razón, una por la que luchar,

Día tras día tomar su mano y ayudarla a caminar.

Le pedí a los dioses que la dejaran quedarse, no la puedo ver partir.

Quiero cuidarla, aunque signifique alejarse de mí.


Cada noche te siento conmigo y le pido a la luna que te cuide.

Seca tus lágrimas, la noche es joven y esto sigue.

Has luchado por sostenerte, manchada de sangre y barro.

Ya no estás sola, tu esfuerzo no ha sido en vano.

Prometí apoyarte, darte todo mi amor,

Sacrificar mis muñecas para que ya no sientas dolor.

¿Prometes ser feliz, hacerlo por los dos?

Prometo leerte cada noche y cantarte nuestra canción.

¿Por qué lloras? ¿Necesitas un abrazo?

Reconstruiré tu alma, pedazo por pedazo.

Lo perfecto aburre en sobremanera, la belleza se va.

Lo verdadero es eterno, así que dime: ¿te quedarás? 

Versos en el ExilioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora