Detención

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—¡Auch!

Se quejo Bruss sobandose el brazo. Valeria la había empujado al suelo el día anterior para entrar antes a clases y había lastimado su codo. Tuvo que ir a la enfermería para que se lo vendaran. Cuando llego a su casa con el codo vendado le dijo a su madre que se había torcido en gimnasia, mientras hacia deporte y sus amigos eran bruscos jugando. Detestaba mentirle a su madre, pero se veía obligada a hacerlo. No quería que ella se enterara de su situación en el colegio para no darle más problemas de los que ya tenia con sus múltiples y malos pagos trabajos—. Todavía me duele.

Se quejo en voz baja abriendo su casillero.

—¿Estas bien?

Escucho preguntar a una suave voz. Corrió la puerta de su locker para encontrarse con Justin mirándola con preocupación.

—Si.

Contesto ella sumisa. Era la primera vez que hablaban.

—Me contaron que Valeria te empujo ayer y tuviste que ir a la enfermería —bufo molesto—. No puedo creerlo, jamás creí que Valeria fuera así.

Exclamo y miro hacia su grupo de “amigos”.

—Se nota que no la conoces —murmuro Bruss entre dientes y él se giro para poner su atención en ella. Bruss evito su mirada para no teñir sus mejillas de rosado—. Debo ir a clases. Se excuso pasando por al lado de Jutin y dejándolo solo parado al lado de su casillero. Se sintió una mierda en ese momento. El chico mas lindo de la escuela se había acercado a hablar con ella y ella lo dejaba de lado por no saber que decir. Cuando estuvo frente a el tuvo deseos de agradarle, pero no sabia como, ella cree que todo el mundo esta destinado a odiarla o ignorarla. No vale lo suficiente como para agradarle a alguien. Se giro disimuladamente para ver lo que el hacia y noto como se dirigía con su andar alegre hacia la sala de detención. Se le había pasado mucho tiempo ahí desde que llego, le gustaba meterse en líos continuamente, líos que a todos les parecían graciosos. Había sabido como destacarse solo desde que Valeria y el ya no eran tan cercanos. Justin se sentó en un pupitre de la sala de castigos y aprovecho que la profesora se durmió sobre su escritorio para sacar su celular y mandarles mensajes a sus amigos. Se extraño en cuanto Bruss lo dejo plantado en el pasillo, pero por lo que le habían dicho ella es de excluirse bastante. Frunció el ceño. ¿Cómo esperaban que no se excluyera cuando lo tratan como a la rata del laboratorio? «Cualquiera querría excluirse de ese horrible grupo» Pensó Justin enfocándole en el rostro cansado y sin vida de Bruss. Él tenia la sensación de que Bruss podría ser una chica genial, inclusive mas genial que cualquiera en la escuela. Quería acercarse a ella pero no sabia como, y se le iba a hacer difícil, incluso con su carácter extrovertido, Bruss era todo lo contrario y no llegaría a ella fácilmente. Pero eso le daba más ganas de hacerlo, pues mientras mas le niegas algo a Justin, más lo quiere. Guardo rápidamente su celular en cuanto sonó el timbre. Se dirigió a la cafetería y se sentó en la mesa de ‘Los Populares.’

—¿Dónde habías estado, precioso? Te perdí de vista estos días.

Dijo Valeria en cuanto lo vio. «esquivándote» Pensó.

—Ocupado.

Contesto.

—¿En la sala de detención?

Rió e hizo que Justin riera también.

—Me atrapaste.

Bruss miro, desde lejos, como Justin y Valeria reían y se insulto a ella misma por lo bajo.

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