Mordió su labio con fuerza cuando llegaron a las puertas del gimnasio. Faltaban 15 minutos para que las audiciones de porras comiencen y Bruss sentía que en cualquier momento se desmayaría, este sentimiento aumento, cuando sintió la mano cálida de Justin apretar con suavidad su hombro izquierdo.
— ¿Lista?
Lo supo. Bruss lo supo justo en ese instante. Al ver aquella sonrisa gigante y aquellos ojos brillantes. Ella haría cualquier cosa por él, hasta cenar con el mismísimo diablo (y lo estaba haciendo). Se limitó a asentir con la cabeza y abrió las puertas del enorme gimnasio, y con ellas, las del infierno.
Valeria estaba ahí, justo a Dave, Bruss maldijo en su mente y Justin lo hizo en voz alta. Demasiado alta. Ambas estrellas se dieron vuelta y miraron con gracia a Bruss.
— Perrito, los mateatletas se juntan en biblioteca hoy —se burlo Valeria, sin sacar aquella maldita hermosa sonrisa burlona de su maldito hermoso rostro. Era perfecta, pensó Bruss, parecía salida de una revista con aquel pequeño conjunto deportivo. Se imagino a ella en él, inmediatamente quiso escapar pero hasta entonces no se había percatado del fuerte brazo de Justin al rededor de su cintura. Su corazón dio un vuelco, Valeria también se centró en aquel gesto, no la aceptaría en el equipo pero ella lo intentaría.— Oh, espera, Dave, creo que ella quiere audicionar.
La carcajada del imbecil retumbó por todo el lugar y llamó la atención de todos los presentes. Bruss suspiró y antes de que Justin suelte una palabra, habló, sorprendiendo a todos. Incluso al joven apuesto que la abrazaba con cariño.
— Si, Valeria, quiero audicionar. Bruss Cox quiere audicionar para ser una maldita porrista y ni tú, ni este maldito simio gigante pueden ni van a detenerme.
La barbie humana se quedó callada y Bruss sonrió en su cabeza. Tal vez Valeria estaba primero en muchas cosas, como en la preferencia de los chicos o la lista de los profesores, pero Bruss había aprendido a defenderse y no aceptaría estar última nunca más. Justin apretó suavemente su cintura, se sentía orgulloso de su pequeña. Bruss sonrió, había dejado de temerle a los monstruos gracias a él.
— Bien Cox, vas primera.
Mierda. ¿Acaso esa maldita no se cansaba?
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Bullying
FanfictionNo seas una razón. Ser diferente y especial no tiene nada malo, pero vale que algunas personas no le va a gustar como eres, eso llevara a que te odien y discrimen. En la secundaria foxter los alumnos son crueles con solo una chica, Bruss Cox, aquell...