Bullying

Prejuicios

Bruss estaba sentada debajo de un árbol, en el patio de su colegio. Disfrutaba exhalando el aire de allí. Saco un lápiz y una hoja para tomar apuntes de Biología, quería sacarse una buena nota en el examen que el profesor Sebast iba a tomar después del almuerzo. Miro por encima de su libro y noto como Valeria corría de Justin para evitar que le hiciera cosquillas. Entre risas y gritos, el chico se calmo en cuanto Valeria se detuvo y tomo su mano. Observando aquella escena, por un breve segundo, Bruss deseo ser Valeria. Justin llevaba ya un mes y medio en la escuela, al principio se sintió bastante bien por integrarse al grupo de ‘Los Populares’ y hacerse muy amigo de la estrella de porras. El había nacido con el perfil alto y estaba teniendo la clase de vida que chicos como el están destinados a tener… pero se sentía vacío. En su escuela anterior también era un chico popular, pero totalmente diferente. Tenia muchos amigos y era adorado y envidiado por su solidaridad, bondad, honestidad y simpatía, sin mencionar ninguna de las locuras que le encantaban hacer y que lo habían hecho famoso en la sala de castigos. Nada de eso valía allí, solo era popular por ser bonito y juntarse con Valeria. No había nada mas falso que sus nuevos ‘amigos’, gente tan egoísta y vanidosa que llegaban al tipo de gente que Justin odiaba. Y aun así se juntaba con ellos. Bruss sonrió en cuanto el profesor dejo su nota sobre su mesa.

—¡Felicitaciones, es la única que aprobó!

Exclamo sarcásticamente Sebast. La sonrisa de la muchacha se esfumo en cuanto noto que todos la miraban. Detestaba eso. Justin se giro a mirarla también, se giraba a mirarla cada clase que tenían juntos, pero ella no se percataba de su presencia. Sentía curiosidad por esa chica. Por otro lado Bruss se sentía exactamente igual, siempre miraba a Justin hasta al punto de distraerla de sus tareas pero, según ella, él ni siquiera sabia que existía.

—¡La próxima me siento con Cox! Anuncio frustrado Mike en cuanto se entero que desaprobó.

—¡No digas eso! Haber si te contagia los piojos —agrego Valeria con asco. La clase entera rió. Toda la clase excepto Justin y Bruss. Ella se trago la bronca y apretó su examen, arrugándolo—. ¡Hey, tontita! ¡Ojala ganaras dinero por aprobar exámenes! Al menos así podrías comprarte otra remera. ¿No es esa la misma que trajiste la semana pasada? Gente como Valeria, que estrenaban ropa nueva todos los días, era fácil decirlo, pero la madre de Bruss debía cuidarla sola ya que su padre los abandono, y se le hacia difícil poder comprarle ropa a su hija. Bruss? agacho la cabeza. -

—¡Cállense ya!

Ordeno molesto el profesor.

—Profe, la quiere solamente porque se saca buenas notas y le da de comer a usted, si no fuera así estaría insultándola con nosotros. Porque a decir verdad no sirve de mucho que digamos… —hablo la voz chillona de Stefy—. ¡Ni para los deportes! ¿Mike, recuerdas esa vez que quiso patear el balón y se cayo?

Stefy, Valeria y Mike explotaron en carcajadas. Todas esas cosas horribles que le decían a Bruss, le estaban doliendo a Justin, y ni el entendía porqué, pero su enojo aumento a un volumen despampanante.
—¡Que se callen inmundos!

Grito fuertemente. Valeria lo miro sorprendida dejando entreabrir sus labios, y los tristes ojos de Bruss lo miraron perplejos.