ERIN

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"Nadie nunca me dio un motivo. Nadie nunca me explicó porque todas las personas que amo se alejan de mí. Quizás todo empezó el último año de la primaria, cuando todos éramos amigos. Extraño los días en que todos éramos amigos.

Jackson fue el primer chico que rompió mi corazón, para la Erin de 12 años Jackson era lo más cercano a un príncipe azul, me había gustado desde siempre y nunca voy a entender como pude ser tan tonta. Al parecer Jackson sentía todo lo contrario, me odiaba, tanto como para esparcir un rumor tan cruel que ni siquiera quiero recordar. Ese día cambio todo, perdí a mi única y mejor amiga Val, y había quedado marcada como la rara del colegio. Desde ese día nadie tuvo interés alguno en ser mi amigo.

Vivir sin amigos ya se había hecho una costumbre para mí, no ir a fiestas, no hacer fiestas, no recibir mensajes de feliz cumpleaños. Para mi mamá yo necesitaba ayuda, había algo malo en mí, yo trataba de convencerme de que el problema eran ellos y no yo. Estaba convencida de que el resto de mi vida, desde sexto año de primaria, consistiría básicamente en atravesar mi adolescencia sin ningún intento de suicidio en mi historial médico, aprobar todas las materias y leer, leer mucho. A veces siento que los libros son mis únicos amigos, así que llene mi habitación de libros, perdiendo en historias con finales felices para olvidarme de la mía.

Sin embargo, para mi mamá la idea de solo ir a la escuela y no relacionarme con otros seres humanos que no sean mis horribles compañeros de clase y mi familia, era un pecado para cualquier adolescente. Me pregunto si mi mamá sería más feliz viéndome hacer cosas de adolescentes, yendo a fiestas, emborrachándome y teniendo relaciones sexuales con cualquier persona u objeto que se cruzase por mi camino. Siempre terminamos discutiendo porque mi mamá dice que yo no tengo amigos, y yo le digo que no necesito ninguno y ella me explica que todas las personas necesitan tener amigos y relacionarse, todo siempre termina en lo mismo, yo tratando de no llorar y ella tratando de sacarme algún motivo por el cual a nadie le interesa ser mi amigo. Sinceramente, ni siquiera yo sabía por qué nadie quería ser mi amigo, quizás ya era costumbre, quizás una de las normas del colegio era no ser amigo de Erin Griffing.

Sin embargo, dios decidió que este año sería diferente, quizás él también se había aburrido de mi monótona vida. Dios me envió a Cassandra, dios o quien sea que nos mira desde haya arriba decidió cruzar mi camino con el de Cassandra. Y no recuerdo cuando o porque fue la primera vez que me habló, cuando empezó a saludarme en los pasillos, cuando me acostumbre a recibir mensajes suyos a las dos de la madrugada, o cuando se volvió tan importante para mí; pero Cassandra Rode se había vuelto mi única amiga.

Solo los profesores la llamaban Cassandra, su mejor amiga Valerie la llamaba Cas, su papá la llamaba por su segundo nombre el cual no voy a nombrar porque sé que lo odia, su novio Zack ni siquiera la llamaba por su nombre, a veces me pregunto si sabía que se llamaba Cassandra y no Cassidy. A mí me gusta llamarla Cassie."

Escuche a mi mamá llamándome para desayunar desde la cocina, era miércoles, lo cual significaba que había clases. Cerré el cuaderno, cepille mis dientes y me empecé a preparar para ir a la escuela, ya que me había levantado unas horas antes. Mi escuela era privada y católica, y si, había un uniforme, aunque el uniforme era muy flexible. Me acomode la falda de tablas azul y me puse una camiseta gris, Converse negras, una sudadera y un gorro negro, ya que el día estaba bastante frío. La escuela era el único lugar adonde iba además de mi casa, por lo cual de cierta forma me gustaba ir al colegio. Si bien había ciertas materias que detestaba (como matemática) había otras muy interesantes, historia era una de mis favoritas, aunque también me gustaba mucho literatura.

Guardé mis cuadernos en la mochila y baje a la cocina, mis padres me estaban esperando para tomar el desayuno. Mamá creía que el desayuno era un momento muy importante del día, creía que el desayuno definía como estaría el resto del día. Este momento podría ser uno de los peores del día de no ser por la comida, a mis padres les encantaba llenarme de preguntas ni bien empezaba el día y en cuanto más se acercaba el fin de semana era aún peor, empezaban a hacer preguntas acerca de que haría durante el fin de semana, si me habían invitado a alguna fiesta o algo por el estilo, aunque siempre sabían que las respuesta era no. Sin embargo, ese día hicieron menos preguntas que lo normal, quizás porque ya se habían cansado de recibir siempre la misma respuesta. Terminamos de desayunar, me despedí de mi mamá y subí al auto para ir a la escuela. Me senté en el asiento de atrás y me puse los auriculares aunque mi papá odiaba que hiciera eso.

Me gustaba escuchar música antes de ir al colegio, de alguna forma me animaba a seguir, a ir a la escuela y aguantar a Valerie, me gustaba mucho la música, envidiaba a todos aquellos autores de canciones que podían volcar en palabras todo lo que yo sentía y no sabía cómo expresar. Me centre en el paisaje de la ciudad mientras una canción de Panic! at the disco empezaba a sonar en mis oídos.

Me despedí de papá y entre a la escuela, era una de las escuelas más antiguas de la ciudad, por lo cual la fachada del edificio no era una de las más modernas. El interior de la escuela estaba formado por tres galerías con puertas que daban a los salones y un enorme patio descubierto en el centro, esta es mi parte favorita de la escuela, parece una gran pantalla donde se transmiten
maravillosos atardeceres. La mayoría de los alumnos ya habían llegado al colegio, camine hacia mi casillero y guarde las cosas que no necesitaba y saque las que sí. Valerie y sus amigas se encontraban en el mismo lugar de siempre, unos bancos en el lado derecho del colegio, aunque Cassie aún no había llegado. Camine hacia quizá mi segundo lugar favorito en la escuela, un pequeño pasillo apartado donde a Cassie y a mí nos gustaba sentarnos en las horas libres, me senté y saque mi cuaderno para empezar a escribir, eso era lo único que hacia cuando estaba aburrida, escribir. Así estuve por un buen rato, escribiendo y dibujando estupideces en mi cuaderno. Me preguntaba si ese sería un buen día, en realidad todos los días lo hacía, me preguntaba si algo interesante pasaría ese día, me preguntaba si todavía existía alguna opción de que yo fuera feliz, últimamente los días se hacían cada vez más largos, y cada vez se me hacía más difícil encontrar razones para seguir. Estaba pensando demasiado nuevamente, odiaba tener que pensar tanto en cosas que en realidad no tenían importancia, pero algo interrumpió mis pensamientos. Alguien se sentó al lado mío y no podía ser nadie más que Cassie por el simple hecho de quizás era la única persona en ese colegio a la que le interesaría hablarme.

Me dedica una de sus sonrisas, las que me regresan al planeta tierra y automáticamente me hacen feliz. Cierro mi cuaderno y le devuelvo la sonrisa. Esa es Cassie, la única persona que me hace pensar que no estoy tan sola en este planeta.

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Subí el primer capitulo (yay) espero a alguien le guste. Muy pronto (o no) la segunda parte.
Stay Alive
-Jane

No Lo Digas En Voz AltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora