Hipocresía.

37 6 2
                                    

Hipocresía.

Una palabra.

Un significado.

Millones de practicantes.

No quiero hacer mucho hincapié en él simple término, quisiera ir más allá en este tema, más qué nada me enfocaré en esas  personas practicantes
Todos los hemos visto, hemos lidiado con ellos día a día. Pero...

¿Qué pasa cuando esos practicantes y tus amigos son las mismas personas?

Lo qué pasa es qué, cuando te das cuenta de ello, sí me lo preguntan es qué...te sientes completamente sola, qué no le importas a nadie.

Eso me ocurrió a mí.

Mis amigos de algún modo u otro han puesto en práctica éste término.
Es triste mostrar empatia a sus problemas por qué se supone son tus amigos, y qué ellos solo  muestren apatía por los tuyos.
O peor aún, qué tus propios amigos se burlen de ti en tú cara, o algo todavía peor...
A mi parecer hay varias cosas qué catálogo como las peores qué te puede hacer alguien qué se supone es tú amigo.

1. Ser amigo de la persona qué más te odia en el mundo.
2. Ser reemplazado por otra persona.

Ambas me ocurrieron.

Pero...a fin de cuentas, perdoné a esas personas, olvidé lo ocurrido, por él simple hecho de qué sí no lo hacía...ahora sí estaría completamente sola.

A veces perdonamos a las personas, no por qué lo merezcan, más bien para no sentirse solo.

Cuando les contaba mis problemas lo único qué yo quería era ser escuchada, aconsejada. Pero lo único qué conseguía era qué me juzgaran, algo qué yo odio, ser juzgada y criticada.
Jamás me apoyaron ni me aconsejaron en nada, nadie nunca estuvo ahí para mí cuando yo sentía morir.
No tenía a nadie a quién recurrir, con quién desahogarme cuando menos.
Recurrí a la escritura como único medio de liberación. 
Años después empecé a descubrir infinidad de maneras de hacerlo, pero eso lo contaré más adelante, cuando me encuentre más despierta qué cansada.
Estuve un tiempo sintiéndome así.
Hasta qué llegó una persona qué ahora ya no veo más, pero qué siempre me escuchaba y me daba consejos a pesar de qué ella sabía qué no iba a seguir ninguno.
Estuvo cuando me rompieron él corazón en mil pedazos un millón de veces, siempre estaba ahí, lo único qué tenía qué hacer en ese momento cuando me sintiera triste era mandarle un mensaje, se preocupada por como estuviera, por como me sintiera. Se podría decir qué podíamos hablar de cualquier cosa ambas, me escuchaba, me comprendía, y lo más importante, por una vez en mi vida no sentía la sensación de qué cuando terminara de contarle lo qué me pasaba me iba a juzgar por qué jamás lo hacía, jamás me juzgó.
Y ahora qué por circunstancias mayores no la veo más, después de pensarme todo esto, creo qué se merecia qué yo la considerara mi mejor amiga. En esa época intenté hacerlo, pero yo sabía qué yo no era su mejor amiga...por qué alguien ya ocupaba ese lugar.
Siempre tuve ese problema, cuando alguien me daba motivos para confiar y para yo considerarla mi mejor amiga, siempre me daba cuenta qué yo no significaría lo mismo para esa persona, y lo sabía por qué alguien más ya ocupaba ese lugar...siempre era lo mismo.

Las chicas con las qué siempre estaba, eran mis amigas, más jamás las consideraría mis mejores amigas, es difícil qué yo llegue a pensarlo.
Ellas siempre pensaron qué eran mis mejores amigas, más nunca les dije qué a ninguna la consideraba mi mejor amiga, jamás he tenido una por qué sé qué la otra persona no piensa igual.
Fue ahí cuando me pregunté sí alguien me consideraba su mejor amiga.
Yo solo veía como las qué se hacían llamar mis amigas se denominaban unas con otras mejores amigas, y a mí me hacían a un lado.
No sé qué es más triste.
Qué nunca me hayan asignado ese lugar.
O qué jamás me hayan tomado en cuenta.

alguna vez te preguntas qué lugar ocupas en la vida de las personas, lo más probable es qué sea ninguno.

¿Qué de malo tenía yo para qué no lo hicieran?
Yo jamás fui mala amiga, siempre les di motivos para qué confiaran en mí, pero nunca NUNCA logré ser la mejor amiga de alguna. Siempre hubo otra qué ocupó ese lugar, eso me hacía sentir más sola.
Y las personas con las qué me sentía confiada y feliz ya tenían a su mejor amiga, es por eso qué jamás les dije qué las consideraba mis mejores amigas, sabía qué no obtendría la respuesta qué yo quería escuchar de ellas.

Cierto día una de ellas me preguntó ¿Me consideras mejor amiga? Yo solo respondí con la verdad.

Fue uno de los peores errores qué pude haber cometido.

Ella solo respondió: Sabes que mi mejor amiga es otra.
Yo solo pude limitarme a asentir.

Ella jamás supo qué eso me puso triste.
Días después, su mejor amiga se enteró de lo sucedido y ella solo me dijo: Alejate de ella, ella es mi mejor amiga, no la tuya. Y terminó con un glorioso: A ella ni siquiera le importa lo qué le cuentas.

Yo no pude responder a nada de lo qué dijo, no iba a quitarle a su mejor amiga.
Pero no conforme con ese, otro día fue a decirme qué me alejara de las otras chicas con las qué mas confiada me sentía, me dijo qué a ellas les molestaba qué estuviera con ellas.
Mi error fue creerle, y me alejé de ellas...
Me quedé sola, y ahora...cada receso, en lugar de pasarlo sentada en algún lugar de la escuela con ellas, lo pasaba encerrada en un cubículo del baño. (Cosa qué un año después puse más seguido en práctica)
En una ocasión una persona qué tanto me odiaba de algún modo descubrió lo qué hacía y no hizo más qué burlarse de mí.
Afortunadamente para mí, logró aclararse todo antes de la graduación.
Fue un alivio total para mí.
Ya estaba hasta él gorro de llorar por chicos como para ponerme a llorar también por no tener amigas.
O lloraba por una cosa o por otra.
Sin duda alguna la secundaria fue una de las épocas más tristes de mi vida después de la primaria.
Mi madre decía qué la preparatoria era la mejor época de la vida...qué equivocada estaba ella. Ha sido en lo único en lo qué no tuvo la razón, para mí, no lo es.

Tears in Heaven »Lágrimas al Cielo«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora