—Hermano
—¿Qué quieres?
—¿Puedo ir al bosque?
—¿Para qué?
—Mientras exploraba ayer vi muchos insectos y me gustaría verlos más de cerca.
—Ah, está bien, pero lleva tu celular que si mamá llama querrá hablar contigo.
—Está bien.
¡¡¡Maldición síiiii!!! Fue más fácil de lo que creí, bueno, hubiese sido más difícil si le hubiese dicho eso cuando aún estabamos en el campamento, ah, perdón, ya es el otro día y pues...ya habíamos regresado de el supuesto campamento y pues...¡mi hermano me dejó ir al bosque! Y lo mejor de todo ¡apenas van a dar las 5! Así fue como tome mi bicicleta, mi bolsa y me fuí al bosque.
Ya había llegado al lugar en que acordamos ayer y ¡sorpresa, sorpresa! Akage no está aquí, quizás si le hago señas a las nubes me vea.
—¡Oye, Akage, ya llegué! ¡Aquí, aquí!—exclamé mientras alzaba mis brazos y los movía—¡¡Aaakaageee!!
Gritaba con todas mis fuerzas pero él no llegaba, "¿me habrá dejado plantada?" pensé pero mientras lo pensaba adivinen qué pasó, sí, ya estaba levitando de nuevo en el aire.
—¡Aaah, estúpido Akage! ¡bájame, bájame! ¡dijiste que vendría por mí, waaah!
Por más que reclamaba no tenía de otra, así que me quedé quieta como ayer y perseveré hasta que el me terminara de subir.
—Ho-hola
—¡Mentiroso!—dije yo mientras lo señalaba con el dedo.
—Pe-perdón pero...la verdad es que los nubosos de sangre no pueden salir de espacio nuboso—explicó Akage muy apenado.
—Oh, ya veo, perdón—dije yo sin mucho resentimiento.
—Sí...bueno ¿tienes hambre?—preguntó entusiasmado.
—No realmente...
—¡Conozco un restaurante muy bueno, vamos!—interrumpió él y de inmediato me jaló de mi brazo.
Tomaba de mi mano con fuerza mientras corría hacia el restaurante, es como un niño pequeño. Pude ver más de los alrededores de Núvola, era precioso, el cielo se veía cubierto por nubes de colores impresionantes, árboles con hojas de colores extravagantes y fuentes con esculturas muy bonitas, claro, los ciudadanos me veían con extrañesa, ¿será que se nota mucho que no soy de aquí? Probablemente solo sea que no me habían visto por aquí, en fin, ya llegamos. Era un local muy pequeño pero se veía bien.
—Bienvenidos bienveni...¡Akage, amigo mío!—dijo muy entusiasmado un hombre alto y robusto pelicastaño. Inmediatamente después de que dijera eso tomó a Akage y lo apretujo entre sus fuertes brazos—¡Oh, vienes con alguien! ¿quién es, tu novia?
—Ehh...aún no, se llama Lea y es una humana —respondió Akage alegremente.
—Mucho gusto, yo...
—¡Ohh, una humana, si que es pequeña! ¡pero mira estas mejillas tan suaves!—dijo el hombre mientras empezababa tocar mis mejillas.
Nadie me había dicho que mis cachetes eran suaves o algo así ¿es que acaso aquí tienen algún fetiche con ellos?
—¡Oye, yo también quiero hacerlo!—dijo Akage uniéndose al jueguito ese de tocar mis cachetes.
—Ya fue suficien...¡aahh ya!—bramé yo fastidiada—. ¿¡Qué clase de fetiches tienen aquí?!
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Sentimientos En Las Nubes
Novela Juvenil"Yo vivía una vida normal, iba a la escuela, comía flan en el sofá de la sala...hasta que de repente, sin darme cuenta, mis pies ya no estaban sobre la tierra." Esta es la historia de Lea, la chica que por las tardes se da una vuelta en otro mundo...