Rómpeme si quieres

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Hoy era un día común y corriente, no creí que tendría la gratificante sorpresa de que me suspenderían una semana de la escuela. O bueno, la que se suponía ser gratificante de no ser que hoy es 12 de mayo.

Buenos días, bueno...probablemente no sea de mañana cuando lean esto...pero aún así, aquí es de mañana así que no me interesa si en dónde los lectores estén no lo es, yo ya cumplí con mi obligación como persona educada de saludar. No pasó todo el lío hasta la hora del almuerzo así que, pasemos a esa parte por favor.

Allí estaba yo, sentada bajo el árbol comiendo un insignifcante yogur, escuchando como siempre lo que los estudiantes de los alrededores decían. Hoy estaban Viviana, Clara y las otras que no recuerdo su nombre de mi clase. Viviana es una chica demasiado insignificante, no destaca por nada en realidad, ni siquiera es bonita como podría decirse del grupo de amigas de Karla; por otro lado, no hay mucho que decir de Clara tampoco, es exactamente lo mismo que Viviana. Quizás en realidad no sé mucho de ellas por lo mismo de que no vale la pena saberlo, pero en fin, en contexto, sólo conversaban. Yo seguía su conversación inconscientemente pero llegó un momento en que mi subconsciente, aburrido, se puso a pensar en otras cosas de la vertiente de las redundancias. La mejor decisión de mi subconsciente probablemente, o eso pensé.

De repente interrumpieron mis pensamientos las risas descontroladas de unos chicos y al voltear me di cuenta de que ahora no solo eran Viviana y Clara sino que ahora estaban más compañeros de mi clase con ellas, además de algunos chismosos que siempre coexisten cuando algo interesante pasará. Por alguna razón yo no lei la atmósfera en ningún momento, hasta que se le ocurrió a Clara decirlo. "Te reto a aventárselo a la que te caiga peor de toda la escuela". Pobre de la que sea ella, de cualquier forma ¿aventarle qué?. Da lo mismo "no es asunto mío" pensé mientras me reincorporaba a seguir desayunando, hasta que sentí como algo duro se estrellaba en mi cabeza dejando caer un líquido de olor desagradable, sí, un huevo. Dimensioné la situación y me percaté de que todos me estaban viendo y que la responsable de esto, solo reía junto con muchos de los que estaban allí. ¿Por qué?, no te he hecho nada malo ni hago nada malo, o al menos no algo que te concierna a ti, pero aún así...tú lo hiciste...porque te caigo mal...

Volteé a ver a Clara y a Viviana y ellas al ver esto, reaccionaron.

—¡Ay pe-perdón! n-no era mi inten...intensión darle a alguien con un peinado tan feo, pobrecita, ahora luces más ñoña de lo que lucías antes, ¡ja, ja, ja, ja!—dijo descaradamente Viviana mientras trataba de no aparentar sus obvias risas.

Todavía se atreve la inaudita a burlarse de mí que, como ya dije, no le ha hecho na-da.

Así pues muchos comenzaron a reír y cuchichear cosas como "ya se enojó" o "¿no dirá nada?".

A decir verdad, me enojé un poco, sin embargo, la verdadera razón...creo que era que quería quitarle un poco de monotonía a mi vida. Sí, fue por eso...ya superé lo otro.

—Pobre huevo...este huevo soñaba con ser un pollo, pero aún así, los granjeros decidieron negarle la vida al pollo para alimentar a alguien tan mediocre como tú...pero aún así preferiste despreciar su razón de existir y lanzármelo—dije mientras lentamente me acercaba a donde se hallaban Viviana y sus amigas—. No se ve que te importe mucho, veamos si te importa si te hago sentir lo que el huevo sintió.

Ok, me enojé bastante.

Y así tomé sus cabellos con fuerza posicionando mi mano específicamente cerca del cuero de su cabello y así, finalmente, la estrellé con dureza contra la pared, haciendo que un chorro de sangre saliera.

Sentimientos En Las NubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora