Otra historia que no conoces

Engaños Inoportunos

Perspectiva del Narrador:

Llegas a las islas piratas con 365 hombres, tres han sucumbido ante una enfermedad y te has apresurado a tirarlos por la borda.

Lo preocupante de esto, era que esos tres hombres pertenecían al barco en el cual tú viajabas, aunque seguro no te habrían contagiado, no habías entrado en contacto con ellos en ningún momento pues ya tenían mala pinta al salir de Bastión de Tormentas.

No fuiste bien recibido en un principio pues llegabas con muchos hombres armados en vez de que con mucha mercadería, no pintabas una buena imagen.
Antes de tocar puerto una pequeña flota te recibió amenazante pero tú los disuadiste diciendo que no venías buscando problemas, a menos de que vinieran con una buena paga.

Te presentaste como el líder de tu grupo de mercenarios que eran los Grandes Hermanos y diste a conocer tus intenciones de ofrecer tus servicios al señor pirata local.
Te dejaron pasar el bloqueo, tocaron puerto y desalojaron los barcos.

Fuiste hasta donde se encontraba el señor pirata, Tormo Cithien (Destreza en Combate Personal 2), que casualmente se encontraba hablando con un grupo de cuatro hombres que parecían ser mercenarios ofreciendo sus servicios al igual que tú pretendías hacer. Has oído que Tormo es una persona difícil de convencer por medio de las razones, pues es letrado en el arte de la dialéctica, la retórica y la oratoria.

Las palabras no funcionarán para convencerlo a menos de que tengas un muy buen argumento que fuera de la mano con sus intereses. Tampoco te sería fácil engañarlo o confundirlo por esto mismo, pues se le consideraba un erudito aunque también era muy arbitrario, o sea que no obedece a principios dictados por la razón, la lógica o las leyes sino que se rige por su voluntad o su capricho.
Por más que se lo conociese por ser una persona generosa, no podías olvidar que era un pirata en definitiva.

Te acercas hacia donde se hallaban hablando los hombres.
Parado al lado del pirata, se encontraba un joven de dieciocho años llamado Ferrego (Destreza en Combate Personal 2,5) un hombre confiado, moderado, honorable y autoritario. Parecía que era su primer oficial al mando y su hijo.
Estás parado a unos pasos de los hombres cuando unos guardias te detienen con un ademán. Los hombres se te quedan mirando.
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Pv. de Einar:

El trayecto de Bastión de Tormentas hacia Piedra del Sol fue espantoso, yo era un norteño, nunca había estado en el mar, y menos por tanto tiempo, pero era necesario.

En el viaje tres hombres murieron enfermos, eso no me preocupaba, por suerte solo fueron y 3 y no más, ya que si un barco hubiera caído en el agua, hubiera tenido que cancelar mi ataque.

Al llegar, nos recibieron como pensaba que lo harían, nos pararon el paso, luego de persuadirlos un poco y darles la "razón" por la que estaba allí, me dejaron pasar con mi guardia personal hacia la fortaleza del señor pirata.

Mis 10 guardias personales me acompañaron hasta la entrada del salón del señor. Allí, 8 se quedaron afuera, y solo 2 entraron conmigo.

Al adentrarme en el lugar, pude ver como Tormo Cithien, hablaba con un par de hombres que parecían mercenarios como yo. Eso no me gustaba nada, ya que ponía en riesgo mi plan.

Cuando intenté acercarme a ellos, un par de guardias me detuvieron, y los hombres que hablaban me miraron. No estaba seguro que decir, pero lo que era seguro es que tenía que convencer al pirata de que yo era más rentable que los demás mercenarios, por lo que dije:"mi Señor... tengo una oferta que no podrá rechazar...".

Mi intención al decir eso fue darle un poco de curiosidad por la oferta, seguramente sabía que le ofrecería mi espada, pero esa "oferta irresistible", era un misterio a menos que me dejara hablar con él.