Capítulo 11: El libro de Sika

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Mientras tanto en el reino de Nighthorse Ema se prepara para una visita, ha mejorado de su enfermedad y su cabello negro ha vuelto a crecer. Sus ojos azules sanaron y su estado de ánimo ha mejorado. Pero lamentablemente, hoy no sería un buen día para ella.

Mientras peinaba su cabello su madre entra a la habitación para decirle que Thomas ya había llegado y que la esperaba en el salón.

Bienvenido Thomas, cuanto tiempo- dijo Ema.

Te ves bien Ema- dijo Thomas.

Al parecer mis padres no vendrán- dijo Ema.

Los invité a una celebración en casa de mis padres, se irán ahora-dijo Thomas.

Bien, supongo que el motivo de tu visita es algo lo suficientemente privado como para deshacerte de mis padres- dijo Ema.

Más o menos, de hecho...- saca un paquete de sus manos- te traje un regalo-dijo Thomas.

No tenías que molestarte- dijo Ema.

Es un placer, créeme- dijo Thomas.

De repente, Ema tuvo un mal presentimiento, algo que jamás había sentido, como si desconociera por completo a su amigo Thomas, comenzó a temblar, y Thomas se dio cuenta.

Ema, estás temblando ¿Te sientes bien? ¿Quieres que te lleve a tu habitación? Permíteme ayudarte.

No me toques ¡!- exclamó Ema.

¿Pero qué sucede Ema? Creo que no estás bien, cálmate, no voy a hacerte daño- dijo Thomas.

El alma de Ema se sintió terriblemente amenazada, sabía que algo no andaba bien con su amigo, así que decidió fingir que estaba bien, y lo soportaría mientras no llegaran sus padres.

Discúlpame...no me siento muy bién- dijo Ema.

Pude notarlo- dijo Thomas muy serio.

De repente, Ema observa que emanaba una especie de fuego azul del regalo de Thomas, y no sólo de eso, también de Thomas pero era color negro.

Discúlpame, fue sólo una mala reacción- dijo.

No es cierto, sé que algo te sucedió- dijo Thomas.

¿Qué? ¿A qué te refieres?- dijo Ema.

¿Sabes Ema? Es curiosa la forma en que nos conocimos, pero más curioso aún es que todo lo que he planeado hasta hoy, me resulta a la perfección. Eres muy piadosa, por eso eres tan débil y frágil, por lo que te recomiendo que me hables del verdadero libro de Sika- dijo Thomas.

¿De qué estás hablando Thomas? ¿Qué manera es esa de insultarme? Quiero que te marches de inmediato- dijo Ema muy asustada.

Mis hombres encontraron el libro de Sika, pero éste resultó ser falso, y creo que tú sabes donde se encuentra el verdadero. Te recomiendo que me digas donde está, de todas formas lo sabré si te miro a los ojos así que...dime donde está.- dijo Thomas.

Pues mírame a los ojos, porque no sé de qué me hablas tampoco de ese libro ni siquiera sé por qué lo quieres.- dijo Ema con determinación.

Ya veo...entonces- Thomas se acerca a Ema, y la toma de los brazos, luego de unos minutos la suelta-.Entiendo...ay Ema, como lamento todo lo sucedido, estoy desesperado buscando ese maldito libro, estoy cegado. Mi intención no era atormentarte si no fuese necesario.

¿Si no fuese necesario? ¿Te has vuelto loco? Creí que ibas a matarme!! – dijo Ema enfadada.

No Ema, aunque quisiese no podría, mil disculpas por lo anterior, será mejor que lo olvidemos, ¿Puedes perdonarme?- dijo Thomas.

La Última batalla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora