Capitulo 18

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A Ariadna se le seco la boca en cuanto vio a Embry. Se separó de Seth con brusquedad y miró a su novio a los ojos-Embry-susurró casi en un sollozo-Lo que p-pasa es que...-no continuo la frase porque Seth dio un paso a delante y comenzó a hablar-No pasa nada Embry-dijo con la voz muy tranquila y falsamente despreocupada. Sabía disimular muy bien.

-¡¿Me explicas porque abrazabas de esa forma a mi novia?!-pregunto Embry con agresividad. No se creía una palabra de Seth. Solo había que ver la expresión de Ariadna para saber que algo grave ocurría. Algo grave y doloroso, sabía que pronto se iba a enterar de cosas que lo harían sufrir. Tenía esa sensación en el cuerpo. Intentaba por todos los medios no descontrolarse pero aquello era una situación muy complicada para él. Ver a Seth a escasos centímetros de la boca de Ariadna era algo que le superaba. Necesitaba una buena explicación o no sabía lo que podría llegar a pasar. Seth por su parte estaba intentando tranquilizar las cosas. Embry se iba a enterar de todo estaba claro pero no quería que fuera en ese momento, no cerca de Ariadna. Podría resultar herida-Conozco a tu novia desde que tengo uso de razón, no es la primera vez que la abrazo-respondió. A Embry se le tensó la mandíbula al oír esas palabras-¡Seth!-interrumpió Ariadna-vete de aquí. Tengo que hablar con Embry.

-No creo que deba-replicó lanzándole una mirada furtiva a su compañero de manada que estaba controlando sus nervios pero ¿Hasta cuándo lo haría?

-¿Crees que yo le haría daño?-inquirió Embry acercándose-Ariadna puede decirme lo que sea-dijo imaginándose lo que Ariadna podría decirle- que no le va a pasar nada. En cambio tú si has estado a punto de herirla por si no lo recuerdas.-Seth dio un paso hacia Embry y de su garganta salió un auténtico gruñido, el de un animal.

-¡BASTA!-gritó la chica-parad ya los dos. ¡Seth vete!-El joven de los Clearwater escucho la súplica de su amiga, después miró a su alrededor. La playa estaba a rebosar de niños. Asintió con la cabeza y se alejó de allí a buen paso dejando a la pareja a solas para que pudieran hablar. Estaba muy nervioso. No tenía ni idea de que debía hacer ¿Debía dar la cara? Decidió ir a casa a esperar que Ariadna se lo contara todo a Embry. Cuando eso pasara solo era cuestión de tiempo de que fuera a buscarlo. Sintió un escalofrío recorrerle la espina dorsal. Embry era un buen luchador.

-¿Y bien?-fue Embry quien rompió el silencio-¿Qué tienes que decirme Ariadna?- sus palabras arrastraban un dolor enorme. Miraba hacia el bosque, no se atrevía a mirarla a la cara.

-¿Podemos ir a un lugar más tranquilo?-pregunto al borde del llanto.

-Prefiero que sea aquí. No quiero perder los nervios. Si estoy en un sitio donde no hay nadie probablemente lo haga.

-Por favor Embry, vamos a un sitio tranquilo-pidió-tengo que explicarte muchas cosas. Cosas delicadas-puntualizó.

-¡No me tienes que llevar a un lugar tranquilo para decirme que quieres estar con Seth!-explotó con lágrimas en los ojos. Intuía que lo que le tenía que decir su novia era eso ¿Qué otra cosa podía ser si no? Nunca se había sentido tan humillado- ¡Se muy feliz!-escupió-Yo siempre estaré para cuando lo necesites, ¡eso no puedes quitármelo!, ni tu ni Seth ni nadie Ariadna.-tras decir aquello salió corriendo hacia las profundidades del bosque dejando sola a Ariadna, haciéndola sentir como un monstruo. A escasos kilómetros de allí Jacob Black y Bella Swan paseaban despreocupadamente por el espeso bosque, caminaban al lado del caudaloso río Quillayute-Me alegra de que te hayas escapado Bells, te echaba de menos.

-No deberías de alegrarte Jake. Tendré una buena bronca después de esto.

-Pues quédate aquí en La Push-comento mientras le pasaba el brazo por los hombros a su amiga-aquí tienes tu casa.

Lobos... Embry y AriadnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora