Capitulo 2

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Aquella mañana el cielo estaba gris, algo muy típico en el pequeño pueblo de Forks, la mañana se había levantado muy fría y húmeda. Los cristales de hielo se precipitaban sobre los capos de los coches y las ventanas. Bella Swan se encontraba como siempre, sentada en la cama y mirando al suelo. Desde que su novio Edward la dejo no era capaz de ser feliz, para ella su vida carecía de sentido. Unos golpecitos en la puerta la hicieron despertar de su trance. Charlie entro por la puerta , tenía el ceño fruncido.-Bella, tus primos llegaran pronto.

-¿Ariadna y Diego?-pregunto sin emoción alguna en la voz, aunque muy en el fondo la visita de su prima le había despertado algo de entusiasmo.

-Si Bells, quería avisarte de que voy a Port Angeles a recogerlos ¿te apetece venir?-.Ella negó con la cabeza

-prefiero ordenar un poco la casa para cuando lleguen, ve tu papa.-Charlie asintió pero se fue un poco decepcionado, él tenía la esperanza de que su hija lo acompañara. Mientras tanto en el aeropuerto un chico alto, fuerte de piel cobriza y de ojos enormes y negros junto a su hermana pequeña una chica morena de largo cabello oscuro, liso y labios carnosos esperaban a su tío.-¿estás seguro de que el tío Charlie sabe la hora?-pregunto mientras miraba su reloj de nuevo. Llevaba como media hora mirando el reloj.

-Sí, habrá tráfico se retrasara por eso.-la tranquilizó por tercera vez.Ariadna resoplo en señal de molestia, odiaba esperar, y odiaba estar allí no podía evitar tenerle un poco de rencor a su hermano, sentía que él era el culpable de que estuvieran en aquel lugar. Diego esperaba pero pacientemente, tenía mucho temple, deseaba poder llegar a Forks para instalarse e ir a La Push lo antes posible.-Una cosa, ¿Cómo demonios sabes que tienes un hermano?-pregunto su hermana mirándolo de reojo.

-Recibí una carta.-se quedo callado pero despúes añadió- él mismo se ha comunicado conmigo, le pregunte a mama para sbaer si era una broma de mal gusto pero resulto ser cierto.La chica no pudo responder porque un hombre comenzó a saludarlos desde lejos.

-¡Tío Charlie!-gritaron los hermanos al unísono. La chica corrió a abrazar a su tío, él le devolvió un abrazo fuerte pero solo con un brazo, al igual que Bella, Charlie no era bueno demostrando cariño, Diego le palmeo el hombro-¿Cómo estas tío?-

-Bien...bien...-contesto no muy alegre.

-¿Cómo estáis vosotros?¿y el viaje?

-Mal y aburrido-respondió la niña, decía las cosas tal y como las pensaba.

-Anda-le cogió la maleta a su sobrina-vamos al coche, queda una hora de camino hasta Forks, cuanto antes salgamos mejor. Los tres se fueron en silencio hasta el coche, al salir del aeropuerto notaron el frió viento del estado de Washington.-Creo que no he traído suficiente ropa de abrigo-comento la chica abrazándose a sí misma.

-Pues yo estoy perfectamente, no tengo una gota de frió. Ariadna pensó que solo quería hacerse el duro. Cuando por fin llegaron al coche Charlie no tardo en poner la calefacción algo que Ariadna agradeció. El camino de Port Angeles a Forks estaba lleno de paisajes verdes, Diego y Ariadna no paraban de mirar por la ventana, esa era una de las cosas que más les gustaba.-¿Qué tal Bella?-pregunto Diego para romper el silencio. Charlie hizo una mueca de disgusto, no sabía muy bien que contestar dudo un instante pero finalmente respondió-la verdad...bastante triste.

-¿Por qué?-pregunto Ariadna sorprendida, era una persona callada si, a veces era incluso sosa, pero desde luego no era una persona triste.

-Rompió con su novio-explico Diego-¿acaso no lo recuerdas?-Ariadna se limito a encogerse de hombros, en esos ultimos meses no había estado prestando atención al mundo.

-La verdad estoy contento de que estéis aquí, alomejor la animáis un poco y vosotros pues...os animáis al estar aquí.

-Sí, nos viene bien estar aquí- parecía que a Diego se le quebraba la voz-España nos recordaba mucho a papa.

Lobos... Embry y AriadnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora