Capítulo 24

298 12 8
                                    


Hola me paso por aquí para decirles que me encantan sus votos, sus visitas y sobre todo sus comentarios. No sabéis lo felices que me hacéis cada vez que me llega una notificación y veo que me escribís o votáis... Gracias. Ahora sí, os dejo con un capítulo, espero que disfrutéis leyéndolo.

-¡Otro!-alzó la voz Ariadna para que el camarero la escuchara. La música estaba muy alta y era difícil hacerse oír. Al final tuvo que hacer señas con los brazos para que se diera cuenta de que le estaba hablando.

-¿Qué decías?-pregunto acercándose a la morena por encima de la barra-No te he oído.

-¡Otro!-repitió ella agarrando el vaso-Quiero otro.

-No sé si deberías, ya llevas unos cuantos...-dijo haciendo una mueca con la boca.

-Tu obligación es servirme las copas que yo quiera.-gritó para que la escuchara, aunque no lo hizo de forma antipática.

-Marchando otro chupito, señorita-dijo mientras buscaba la botella de ron.

-Gracias...-consiguió decir mientras le rellenaba el vaso-¿Cómo te llamas?-le pregunto, necesitaba distraerse y el alcohol solo conseguía hacerla pensar en lo que había ocurrido pero aun así no podía dejar de beber.

-Adam-respondió-me llamo Adam ¿y tú?-pregunto interesado mientras guardaba la botella de ron.

-Ariadna-respondió mientras se llevaba el chupito a la boca.

-Ariadna, que nombre tan bonito ¿Qué haces aquí sola en la barra? Si no es mucho preguntar.-dijo mientras dibuja una bonita sonrisa.

-Pues...no me apetece bailar...-susurró mientras metía el dedo índice en el vaso y lo movía en círculos. La noche se había torcido en cuanto recogieron a Natalie y a su odiosa amiga, no es que le hubiera caído mal es que no la soportaba. Era una chica repelente, no había otra forma de describirla, tenía una voz chillona que ponía a cualquiera de los nervios y para colmo soltaba un grito, insoportable también, en cuanto Natalie decía algo. Parecía que la idolatraba. Llegaron a esa estúpida y famosa discoteca en aproximadamente una hora y media. Kim se dedicaba a intentar meter en las conversaciones que estaban teniendo a Ariadna pero ella intentaba evadirse. Si no se comportaba como una antipática insoportable era por Kim. Lo peor fue cuando Natalie se puso a hablar de Seth, porque siendo sinceros le hervía la sangre pensar que tocaba, besaba y se follaba a esa bruja pero ¿Qué podía hacer ella? Nada, absolutamente nada. Era muy egoísta por su parte tener esa clase de sentimientos pero no podía controlar eso, lo que si podía controlar era su comportamiento, así que fingía y hacía que no le afectaba.

-Parece que tienes un mal día-comento mientras pasaba una bayeta por la barra haciéndola salir de sus pensamientos.

-Lo es-reconoció ella alzándola vista para mirarlo a los ojos, que por cierto eran muy bonitos.

-El mío también lo es-coincido él.

¿Por qué? Iba a preguntarle pero en ese mismo instante llegó Kim con una gran sonrisa en el rostro-¡Vamos, Ari vente!

-Estoy aquí muy bien...-repuso ella.

-¿Estas bien aquí sola?-inquirió levantando una ceja.

-No estoy sola, estoy con Adam...-señalo al camarero rubio de ojos grises, bastante atractivo.

-¿Adam?-repitió sorprendida.

-Es simpático-murmuro-¿Verdad Adam? ¿A que eres muy simpático?-Kim miró al tal Adam con cara de disculpa, Ariadna estaba muy borracha y no era consciente de las cosas que decía.

Lobos... Embry y AriadnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora