El pianista┇SooKai/KaiSoo

Silencios

Los padres de JongIn no fueron capaces de preguntar si quiera por qué razón, su pequeño hijo se hallaba tan animado. El hombre mayor de la familia había visto ciertas actitudes en él que le hacían recordar su propia adolescencia, cuando sintió por primera vez cosquillas en el estómago e increíblemente, conoció a su amada esposa, junto a la que se encontraba en ese instante aún después de tantos años. 

Supuso que su hijo estaba enamorado, o algo por el estilo. Su sonrisa perdida y ojos brillantes lo decían todo, pero no quería meterse en la vida personal del pequeño sino hasta que él mismo diera paso a una conversación sobre el tema. Intentaba explicar a su mujer que JongInnie era tan reservado como él a su misma edad y no deseaba incomodarlo, así que esa mañana, antes de irse a trabajar, solo revolvió el cabello del pequeño moreno y sin decirlo directamente, le hizo saber que podía contar con él siempre que quisiera.

JongIn por su parte, ya se consideraba lo suficientemente mayor para esas cosas a sus diecisiete años, pero no iba a negar que le agradaba el ser consentido todavía. Se despidió de su madre media hora después con un beso en la mejilla y salió corriendo con emoción hacia la escuela, sin ser en verdad consciente de la felicidad que desbordaba hasta por sus poros porque su hyung le había invitado personalmente esta vez al auditorio y quería enseñarle algo.

Las horas pasaron con lentitud durante las clases, como si el tiempo supiera del estado del joven que tenía los nervios de punta y el corazón latiendo desenfrenado. Cuando aún quedaban un par de minutos para terminar, JongIn se escabulló por la puerta trasera del salón como ya le era costumbre y una vez fuera, respiró profundo, dándose unas palmaditas en la espalda de manera mental porque la profesora jamás lo descubría.

Pero un par de ojos estaban mucho más atentos a JongIn que los de la mujer mayor que impartía las cátedras, y el moreno no lo supo sino hasta que fue sostenido con fuerza por la muñeca y estampado contra una de las paredes del pasillo, provocando un dolor agudo que se extendió por toda su espalda a la par que los dedos ajenos deshacían el agarre anterior. Joder, de todos los días, ¿por qué ChanYeol tenía que reaparecer justo ahora?

—¿Qué quieres...? —cuestionó JongIn con la voz algo temblorosa mientras echaba una rápida mirada a su alrededor, notando que el más alto no llevaba a sus acompañantes habituales. Frunció el ceño. Mentiría si dijera que no temía más el estar a solas con el mayor.

—¿Por qué no te he visto últimamente? ¿Qué has estado haciendo? —el otro hablaba con tono demandante y el moreno tragó en seco, porque Park se veía más irritado que nunca y sus dedos volvían a aferrarse a sus muñecas con más fuerza de la necesaria. A pesar de ser alguien conflictivo, él jamás había llegado a provocarle algún daño físico además de ese preciso momento— Escuché que te estás viendo con alguien.

—Eso no te incumbe... 

—¡Responde!

El menor se encogió en su lugar ante el grito mientras se preguntaba muchas cosas en ese instante. Primero que nada, ¿cómo se había enterado de eso? ¿Por qué le exigía explicaciones? ¿Acaso había tenido un mal día y buscaba una excusa y alguien con quien poder desquitarse? 

—Me duele... —susurró JongIn en cambio, sin poder pensar con claridad porque su cuerpo era algo frágil aún y eso seguramente dejaría marca. Como si se tratase de un balde de agua fría cayéndole encima o una descarga eléctrica, el más alto cedió y retrocedió un par de pasos, el moreno aprovechando ese momento para empujarle aún más lejos con toda su fuerza y salir corriendo en dirección al auditorio.

ChanYeol no se había movido ni un solo milímetro de su lugar. Se sentía un maldito bipolar porque primero JongIn se atrevía a jugar con sus emociones yéndose con otro, le hacía hervir la sangre más que la mismísima mierda y ahora, hace tan solo unos segundos, parecía un pequeño cachorro siendo apaleado por él mismo y joder, eso último no lo había querido hacer por ningún motivo. Había llegado a lastimarle por un arranque de ira y... Celos. Se sentía desplazado, casi le repugnaba ver la radiante sonrisa de JongIn todos los días y que este ni siquiera se percatara ya de su existencia.