Con el tiempo, JongIn había descubierto que los horarios de ambos eran coincidentes. Algunos encargados de limpieza revelaron información extra sobre el silencioso pianista y cada pista que fue recolectando a lo largo del tiempo, le llevó a un solo nombre: Do KyungSoo. Un grado mayor. Estudiante destacado y aficionado tanto a la literatura como a la música clásica.
Cuando el moreno tenía la suerte de encontrárselo por los pasillos, observaba con disimulo alguno que otro libro de buena calidad entre las manos del mismo, pero más allá de eso, tendía a evitarlo. Evitaba cruzar miradas, incluso aunque estuviese casi seguro de que el otro no supiera de su existencia, para luego suspirar profundamente e intentar calmar su corazón porque él estuvo tan cerca.
Las últimas horas de clases, pronto pasaron de ser las más odiadas por estar próximo de verle la cara a ChanYeol, a ser sus favoritas. JongIn siempre esperaba con entusiasmo aquella parte del día en la que minutos antes de que el timbre sonara, él escapaba al auditorio y se acomodaba oculto tras el telón en el escenario, recargándose en alguna parte de la escenografía nueva o incluso sobre los enormes amplificadores a esa hora apagados. El moreno podía pasar horas y horas ahí solo escuchando en silencio hasta que KyungSoo decidiera marcharse a casa, él mismo poniendo de excusa a su madre que tenía trabajos que hacer en la biblioteca del distrito junto a sus compañeros.
En ocasiones, JongIn podría incluso tomar una pequeña siesta arrullado con la dulce y a la vez melancólica melodía y despertar horas más tarde, cuando el sol ya había bajado casi en su totalidad, para después correr a casa asustado porque ya daban casi las siete de la tarde. Llegaría a su hogar pasadas las ocho, haría un par de labores antes de dormirse y soñar con el misterioso pianista y la sonrisa que jamás mostraba, una que hasta el momento parecía ser solo parte de su imaginación.
Su pequeña rutina comenzaba a dejarle algunos frutos aunque desde un principio su intención no hubiese sido esa. Él podía releer sus apuntes de las clases e incluso avanzar en tareas, como también, podía simplemente echarse a pensar y meditar, recrear también figuras amorfas mientras imaginaba grandes constelaciones al alcance de su mano. Porque la música estaba llena de magia, le hacía alcanzar cosas que antes no creía posibles y parecía fluir por sus venas como una droga que hasta ese preciso momento, parecía no ser dañina.
Volvía a caer en una nube de alucinación que esta vez fue interrumpida por un repentino y simultáneo golpe en varias de las teclas de aquel piano, provocando que pegara un salto en su lugar. Sintió el corazón latir rápido y pesarle, porque creyó que KyungSoo tal vez estaría enfadado; había estado repitiendo la misma pieza durante toda la última semana y cada vez sonaba distinta a la anterior, aunque para él, seguía estando perfecta.
Todo el auditorio se había sumido en un abrupto silencio que él no se atrevió a romper, incluso reteniendo el aire durante varios segundos, porque sentía algo escaparse de entre sus dedos, alejarse. Ese algo en realidad era alguien. Ese alguien, era KyungSoo.
—Sé que estás ahí.
Una voz se había alzado al fin. Gruesa, firme, masculina; al parecer poco utilizada. JongIn pasó saliva duramente mientras se llevaba una mano al pecho de manera inconsciente, notando los acelerados latidos.
—Llevas mucho tiempo viniendo. ¿Crees que soy estúpido?
No, no. Lo que menos creía el moreno era algo como eso, pero no se atrevía a hablar. El chico parecía tan irritado y detestaba la forma en la que estaba siendo la primera vez que "cruzaban palabras". Sintió su cuerpo temblar y la magia se esfumó. No podía creer que estuviese tan susceptible ante una persona que no conocía, ante una persona que él creía, admiraba en secreto.
Las pisadas se aproximaron. JongIn ya se había puesto en pie y sostenía la mochila con fuerza, apretando la mandíbula. El telón se descorrió y un par de ojos fríos se cruzaron con los propios. Eso fue suficiente.
—¿En verdad crees que...? —el más alto dejó al otro con la frase en el aire, pasando por su lado rápidamente y chocando su hombro antes de salir del auditorio. KyungSoo se quedó quieto en su lugar, sintiendo un repentino frío recorrerle por completo y algo similar a un balde de agua llamado "consciencia" cayéndole encima. Su corazón dejó de latir por un segundo, porque creía que sería enfrentado; definitivamente no estaba preparado para ver unos orbes suplicantes frente a los suyos, un cuerpo tembloroso y palabras en mudo que con acciones lo dijeron todo.
El de tez lechosa agachó la cabeza y frunció el ceño, por primera vez sintiéndose un poco enfadado consigo mismo antes que con alguien más.
Durante todo ese tiempo no había podido conseguir un ajuste de notas perfecto y los problemas en su hogar no ayudaban, pero justo ese muchacho al cual acababa de ahuyentar, era la única persona que jamás le había dejado solo y de eso estaba seguro.
Sabía que no era una excusa válida, pero quería intentar protegerse en el hecho de que sus nervios estaban de punta y vamos, mentiría si no dijera que siempre le irritó el hecho de que el moreno desviara la mirada cuando se topaban en los pasillos de la escuela, como si el muchacho creyera que él estaba ajeno a todas sus acciones, como si él no conociera su propio lugar de trabajo. El otro era tan descuidado y obvio, que siempre se encargó de dejar pistas para él inconscientemente.
Soltó un pesado suspiro, fijando su mirada entonces en un papel tirado allí en el suelo. Sobre la silueta de una espalda desnuda, se dibujaban pequeños lunares dispuestos entre sí de una manera que se atrevería a decir, era poco azarosa. Se inclinó para verlo con mayor detenimiento durante unos segundos antes de alcanzarlo entre sus largos dedos mientras pensaba en la extraña sensación que le abarcó al volver a reproducir la imagen de ese chico dentro de su cabeza.
JongIn jamás había decidido que las cosas fuesen de ese modo. El pianista se había convertido en su propia galaxia sin siquiera asimilarlo todavía y deseaba dibujar en él cientos de constelaciones con sus besos, con sus caricias y cariño.
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El pianista┇SooKai/KaiSoo
FanficJongIn había oído hablar de Beethoven y Bach, Strauss o Vivaldi, pero nunca antes se tomó la molestia de conocer la magia detrás de toda esa música clásica. ✒ Título: El pianista. ✒ Autora: Deneb_Algedi. ✒ Tipo o género: Angst, romance, flu...