El moreno finalmente (y en realidad sin tener que debatirse demasiado) había decidido entregarse a las suaves pero a la vez pasionales caricias por parte del muchacho mayor. A pesar de no tener una idea precisa de cuál era su papel o lo que debería hacer exactamente en tal situación, JongIn solo dejó esos estúpidos pensamientos a un lado cuando KyungSoo atacó su boca de nueva cuenta y de una forma especial; permitiéndose esta vez introducir su resbaladiza lengua entre los carnosos belfos del otro en busca de la ajena.En cuanto el menor fue capaz de reaccionar, corresponder y acostumbrarse a la repentina humedad, los músculos de ambos chocaron en un desesperado juego, en una lucha por el control y el dominio que uno de ellos no tardó en obtener. El de tez lechosa no reprimió la pequeña sonrisa que nació sobre sus labios en el momento en que el moreno soltó un pequeño suspiro, extasiado y totalmente dispuesto a dejarse llevar.
Pero KyungSoo era exigente y tenía un deseo en especial, uno que nació durante una tarde en casa, pensando en nadie más que Kim JongIn, y que se había arraigado a sus pensamientos más ocultos, secretos, desde ese mismo entonces.
El mayor no podía decir que había planeado todo aquello, sino más bien era todo lo contrario, aunque jodidamente ese parecía ser el día en que JongIn estaba dispuesto a cumplir todos sus caprichos sin queja alguna. Quizás estaba de suerte y no debía desaprovecharlo, pensó.
KyungSoo le sujetó repentinamente por la muñeca entonces, poniéndose en pie y llevándole consigo. En menos de un minuto, guiándole hasta el escenario, exactamente hasta el lugar en donde tantas veces el más bajo tocó una melodía para su chico sin en verdad ser consciente de ello.
JongIn lucía un poco desorientado, pero solo se dejó hacer al igual que en cada instante anterior. Cuando KyungSoo le inclinó sobre el piano suavemente y se pegó a su espalda baja, sintió el corazón latir aún más fuerte.
—Hyung... ¿Qué haces...? —cuestionó el moreno aún confundido, pero sin tardar en sentir el rostro arder por la manera obscena en que tenía a KyungSoo tras él.
—Shh —silenció el mayor. Sus labios rozándose con gentileza a los adversos en el momento en que le tomó por el mentón y le hizo girar el rostro para alcanzar su boca—. Te lo he dicho, JongInnie; "no rompas el silencio si no es para mejorarlo".
El moreno tragó en seco luego de la pequeña cita que en el contexto no hizo más que erizarle la piel escandalosamente y volvió su vista al frente, asintiendo sumiso y por sobre todo avergonzado.
KyungSoo era tan inexperto como el chico que tenía a su total merced, inclinado sobre aquel objeto. Tentadora imagen, pensaba a la vez que siguiendo su instinto volvía a ceñirse al cuerpo del chico, pegando su dureza al redondeado trasero mientras tanto sus manos curiosas acariciaban el broche y cierre del pantalón contrario.
JongIn se tensó. Podía sentir perfectamente la forma y el tamaño del pene de KyungSoo clavándose en su zona trasera a la par que el propio se encontraba lenta y tortuosamente siendo liberado, haciéndole gruñir por la molesta sensación de desespero.
—Tranquilo, JongIn... —susurró el mayor, apretando delicadamente el pene del moreno aún por sobre toda la ropa, divirtiéndose al notar una fuerte sacudida de placer en el cuerpo ajeno— Estás muy duro.
Tenso, querría decir. Y si el menor pudiese voltear y gritarle en la cara que dejase de ser tan idiota justo ahora, lo haría, más lo único que pudo hacer en verdad fue morder su propio labio inferior con fuerza, tragándose el orgullo mientras sentía fuego en las mejillas así como en el resto del cuerpo. KyungSoo había colado su diestra entre la ropa y comenzó a masturbarle a una tortuosa velocidad, arrancándole pesados suspiros y jadeos.
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El pianista┇SooKai/KaiSoo
FanfictionJongIn había oído hablar de Beethoven y Bach, Strauss o Vivaldi, pero nunca antes se tomó la molestia de conocer la magia detrás de toda esa música clásica. ✒ Título: El pianista. ✒ Autora: Deneb_Algedi. ✒ Tipo o género: Angst, romance, flu...