Te estuve esperando toda la vida.

Capítulo 34

Después de que se vistieran se sentaron los dos en el sofá y yo estaba de pie delante de ellos.

-Voy a ser clara. Y si ustedes me tienen el mínimo cariño responderán mis preguntas.- Ellos asintieron. -¿Des de cuando?¿Cómo ocurrió?-Ellos se miraron y el que decidió hablar fue mi primo.

-Todo empezó una semana después de venir aquí.-Respondió él y la rubia decidió contestar la otra.

-Nos atraemos y pues me lo tire, siento no habertelo dicho.- Mire a mi primo.

-Dylan ella es tu...-

-No tranquila no lo es solo es sexo.- Dice el mirando a la rubia,ella lo miraba un poco dolida y con algo de tristeza pero en seguida se recompuso.

-Exacto. Sólo es sexo es una relación en la cual dos personas cuando se sienten calientes acuden a la otra.- No me iba a enfadar ya que eran sus vidas y no soy una metiche.

-Está bien. En realidad no estoy enojada lo único que no me lo contaron. Perros.- Me reí y ellos conmigo.

Después de un rato la rubia se fue y decidí hablar con mi gruñón favorito.

-Mañana me voy a vivir a casa de Kevin. No me lo puedes impedir ya que en fin es mi puta pareja eterna.- Suspiro. Y él vino y me abrazo.

-Tienes razón enana lo único es que más te vale venir a dormir conmigo una vez por semana porque sin ti me muero.-Lo abracé fuerte. Y nos quedamos dormidos hablando de tonterias en el sofá.

Al día siguiente me levante antes que el gruñón y decidí hacerle una bromita.

Fui hacia la cocina y agarre dos trozos de hielo.

Esto tenía que ser rápido, muy rápido.

Me acerqué sin hacer ruido y le metí con toda la rapidez posible los hielos en sus partes, sin antes coger la camara para grabarlo todo.

-¡AH DIOS! ¡AUXILIO! ¡MIS PARTES SE QUEMAN!

Después de la broma tuve que huir de él a toda costa. Me vestí e hice todo vigilando que ese maniático no me hiciera nada.

Me puse mi sudadera gris con un mostacho dibujado, que me quedaba de largo hasta dos dedos por encima de la rodilla tapando e así el short negro ajustado que llevaba. Me puse unos botines negros con plataforma blanca y unos pendientes negros. Por último me agarre el cabello en un moño mal hecho ya que no tenía ganas de peinarme. Me puse labial rojo, agarre mi mochila, mi mobil y las llaves de mi moto nueva.

Corrí a la puerta antes que Dylan me alcanzara y logre huir de él.

Llegué al instituto aparque la moto en mi plaza de aparcamiento. Y me dirigí hacía el instituto.

-Muñeca...-Me gire y vi al pe...a Kevin. A Kevin.

-Hola ya tengo todo listo para irme contigo y ya hable con mi primo.- Él sonrió.

-Me alegro necesitaba una buena noticia- Fijándome bien note que tenia unas ojeras bastante notorias. Pero decidí no preguntar.-¿Vamos a clase?- Cierto nos tocaba juntos.

No se porque pero entrelace su mano con la mia. Él se sorprendió pero no dijo nada. Caminando por los pasillos y todos nos miraban.

¿Que hace la nueva de mano de uno como ese?

¿Cuanto tardo en ir a por el? Nada. Será zorra

-No les hagas caso - nos dijimos al unísono y no reímos.

Ya estábamos sentados y de vez en cuando notaba miradas encima nuestro.

-Disculpen la tardanza. Hoy se incorpora un alumno nuevo sean amables y a comportarse.- A mi me daba igual que viniera o quién se fuera......

¡Mierda!

-Presentate. - Le ordenó el maestro.

¿¡Qué hace este aqui!?

-Me llamo Jaxon.- Todos esperaban que hablara más, pero no, él solo dijo eso ni apellido. NADA más.

Las chicas lo miraban con deseo.

Normal.

Y los chicos pues....normal diría yo.

-¿Quién se queda por la tarde a enseñarle las instalaciones?- Las chicas levantaron la mano a la primera.

De reojo vi como Kevin que estaba mirando con un odio a Jaxon y se le veía más que tenso.

-Usted - Me señaló.

-¿Yo?- Me señale.

-Sí se quedar por ser la única que no muestra interés.-

Genial.

-Tenemos que hablar- Me susurro Kevin al oído.

Upsy.

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Otro capítulo mis niñas.

Las amo.

Comenten por favor me encanta leer comentarios.

Besos Volados.