14.

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No duramos mucho besándonos, nos empujan al suelo, por auto reflejo tomo a mí chico por la cintura haciendo que caiga sobre mi y no al contrario, busco el rostro del tipo que se osó a agredirnos al lanzarnos. Rápidamente lo interceptó, unas de las imágenes antes vistas por mi mente me revela que no soy igual en su totalidad humano como antes creí, así que me concentro y me teletrasporto a donde mi objetivo se encuentra lanzándole un buen golpe bajo el mentón, dejándolo noqueado. El tiempo de detiene, evitando el golpe que iba a recibir.

No tengo mucho tiempo, pero debo decirte esto rápido — hablan otras de mi espalda, miro sobre mi hombro y deduzco que es el mismo chico, el acompañante del provocador de la explosión — vallan a la nave al final del bosque, suban; ella los llevará al planeta Stronger, ahí habrá alguien que los estará esperando.

— ¿Quién eres?... — murmuró, estático — no sé si hacer lo que me dices.

— Soy Tao, mutante; una mutación genética me hizo tener el poder del tiempo — se inclina educadamente — y mi compañero es el portador del vuelo.

Me saluda el otro chico a su lado.

Kris — secamente me dice, en regaño un codazo a su izquierda lo hace fruncir el seño.

Jong in — me presento igual.

— Vallan que nosotros nos encargamos de ellos — Tao me señala el bosque con un movimiento de cabeza — pero, hagan lo que hagan no se detengan.

Corro en dirección a Kyung antes de que se acabe el tiempo, tomándolo de la muñeca y guiándonos a los dos al lugar lleno de árboles, animales e humedad. Por último doy un último vistazo a aquellos chicos, escuchando por último :

Hombres y mutantes no pueden estar juntos... — una pequeña sonrisa se asoma en los labios del rubio, posicionándose otras de su novio levantando los puños para cuando el tiempo se agote.

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Un cuerpo descansa en mi espalda, doliendo le las piernas por ya una larga corrida y caminata pero sin llegar a detenernos.

¿Jong in, falta mucho? — bosteza — tengo sueño...

Descansa — aviso — cuando lleguemos te despierto,¿vale?.

Pequeños ronquidos a compás de las brisas, moviendo los árboles a la lejanía de su ubicación. Después de tanto caminar veo por lo que tanto e caminado y no e descansado en lo absoluto con un cuerpo a mis espaldas. Es una estructura grande, metálica; veo la puerta descender automáticamente, saliendo de ella una sombra oscura pero a medida que vamos avanzando se vuelve cada vez más nítida, posible de ver en toda la oscuridad.

— Llegaron — extiende su brazo, a modo de que lo siga, sin titubear lo hago — SeHun y yo, los estábamos esperando.

¿Como sabías que éramos nosotros, LuHan? — acomodo mejor a KyungSoo sobre mi espalda, el movimiento hizo que soltara un quejido pero no lo suficiente para despertarlo — ¿conocías a esos chicos?, LuHan tienes que contarme muchas cosas.

Pasamos por un pasillo al ya haber entrado en la nave y ponernos en marcha.

  — Eso mi querido Jong in no te lo puedo decir — se posicióna en frente de una puerta metálica habriéndola por una escotilla — te dejo, recuesta lo y descansa.

Se despide y se marcha por el mismo lugar por donde nos trajo con la diferencia que cruzando a una esquina en la siguiente puerta, seguro lleva a otro pasillo. Le hago caso, me adentro al cuarto, la cual la decora una linda cama matrimonial en el medio con las paredes pintadas de un lindo color gris, igual al de los muebles y piso. Recuesto al chico de labios de corazón en la cama lentamente, no deseando despertarlo y por último lo acobijó.

Descansa — beso su frente e labios, sólo un roce; una simple presión de labios.

Rodeo la cama al lado contrario, acostándome y cubriendo hasta la más o menos arriba de la cintura, me volteo y al otro acompañante en la cama lo atraigo a mi. Pegando junto a mi en un abrazo, así caigo dormido profundamente.

Colusión. [ Kaisoo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora