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Estábamos a pasos de salir de nuestro refugió tomados de las manos, cuando inesperadamente escuchamos voces familiares venir del estanque. Lo jalo y corro en dirección al bosque, recibiendo reclamos de que pare, lo hago hasta después cuando veo un puente.

Crees que de vamos ir allá, ¿cierto?... — señala el puente a lo que yo asiento.

Al estar al borde del susodicho, apretó más mi mano con lo del chico a mi espalda. La corrida de la cueva hasta este punto, logro que en lo alto del cielo unas tonalidades rosadas haciendo un contraste con un naranja suave pero a la vez fuerte. Viendo detalladamente, esta un poco viejo como occidado pero no inservible, como para que las personas puedan utilizarlo, si tan solo no estuviera tan escondido. A la lejanía al final del puente unos arbustos se mueven antes de que la puesta de sol culmine; revelando a ChanYeol seguido de Baekhyun, quien hace señales de que lo sigan unos mutantes.

Valla, valla — una risa demente sale de sus labios — ¡ESPOSEN LO!, pero me dejan al otro, que yo me encargo.

Dos de los que estaban a los lados Baekhyun se dirigen en nuestra dirección, lo pongo detrás de mí espalda a modo de protegerlo de esos mutantes inservibles. Eso sin duda no los detuvo de su objetivo, el cual resulte ser yo, pero sin duda me sorprendió cuando después de golpearme en el abdomen me dirigieron en trayecto a ChanYeol lanzándome sobre la tierra.

¡¡SUELTEN LO!! — lágrimas de coraje salen como cascadas desbocadas de sus ojos — ¡¡SUELTA LO, CHANYEOL!!.

Eso es KyungSoo... — ahora es él quien me golpea con fuerza donde anteriormente recibí el golpe — ve , como acabo con su miserable vida poco a poco...

Dras de ese golpe y frase recibo uno tras otro cada unos con más fuerza de destrucción a mi cuerpo a la ves que me es tortuoso, no pudiendo detener el lagrimeo de esos hermosos ojos marrones, reflejando tristeza, amor y sufrimiento. De un momento a otro el cuerpo el cuerpo que yacía sobre lanzándome golpe a diestra y siniestra fue lanzado abruptamente por una roca diez veces su tamaño, giro mi rostro, viéndolo en cada acción ejecutada como soltándose del agarre de su captor echándose a correr en mi dirección al ser liberado. En frente de mi pasa sus suaves manos por mi rostro amoreteado, uno en mi ceja; del cual desciende sangre sin parar, otro en mi labio; con múltiples cortadas provocándome un siseo por el dolor del tacto.

Vete, Kyung — miro sus brillantes ojos — corre para donde no te sigan.

— No te dejaré — solloza — los vamos a enfrentar juntos. 

Me levanto con parcimonia, mi brazo sosteniendo el otro, mis piernas temblando al realizar el estiramiento de mis músculos e huesos. Un golpe no me detuvo, tampoco el grito desgarrador sino fue hasta que siento algo en mi cuerpo; unas cosquillas a mil por hora sin detenerse pasan por mi cuerpo, ante mis ojos cerrados unas imágenes pasan como comentas en el firmamento. Mis rodillas impactan duramente contra el suelo lleno de tierra, manteniéndome en un shock momentáneo en los cuales lágrimas caen de mis ojos sin darme cuenta, asustando al chico de labios acorazonados.

No te acerques — amenazo, me posicionó derecho listo para enfrentar a ChanYeol por mis propios métodos — ChanYeol peliemos.

— No me hagas reír — truena sus nudillos — no podrías contra mi, no eres una amenaza para mi, más claro está; que eres un estorbo en mi camino.

— Hablo en serio cuando te estoy proponiendo esto, Park mi voz sale firme, demandante — sino de otra forma no lo haría.

Cada uno nos posicionamos en pose de combate, una bola de fuego candente pasa por el rabillo mi ojo, asustando me de sobre manera, ese sentimiento no va a corroborar mi derrota o cobardía; cuando propuse esta pelea lo hice con un objetivo en mente. El sonido de una explosión entre Park y yo nos hace volar hacia tras, la voz de alguien en medio de aquel desastre flamante, me hace subir los ojos. No era uno sino dos chicos, el que volaba sostenía al portador de la voz, discutiendo entre ellos.

— No debiste hacer eso, Yi Fan — acaricia su mejilla a la vez que descienden — me lo hubieras dejado a mi a cargo.

— Era lo más seguro — demanda suavemente al chico frente a él — no podíamos dejar que se repartieran más golpes.

Un tic tac nos ensordece a todos, me dirijo donde Kyung, corriendo a lo que él hace lo mismo, abrazarme levanto su barbilla lentamente mirando sus ojos morrones enrojecidos por el llanto a lo que los beso y también a sus labios, olvidando la atmósfera a nuestro al rededor por estar en nuestra burbuja.

Colusión. [ Kaisoo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora