VI

1.5K 182 12
                                    

Había llegado Neve de la escuela con una cantidad gigantesca de deberes, aunque claro, debería regresar a hacerlas en la noche pues ahora debía arreglarse para la presentación de las pinturas de su padre en el museo de la ciudad.

Se puso un vestido largo de color vino que la hacía verse más pequeña de lo que ya era.

-Por lo menos el color es lindo -dijo mientras daba vueltas mirándose en el espejo.

Coloco un poco de maquillaje que tenía y bajó para reunirse con su madre quien llevaba un adornado vestido rosa.

-Veremos a tu padre allí, recuerda hablar con todos los invitados y saludarlos apropiadamente y si hace falta...

-Darles un recorrido por el lugar -sopló -.Me se estas reglas de memoria.

-Nunca esta de más repasarlas, y nada de estar bufando como toro por el lugar.

-Genial, me esperaré a la casa para hacerlo.

-Neve, es en serio, tienes que ser madura en estas situaciones. Los amigos de tu papá esperan mucho de esta noche.

-¿Y es necesario que yo deba hacerme responsable de ellos? Son amigos de él, no míos.

-Son amigos de todos, y son influyentes, así que más nos vale darles una buena presentación. Deberías aprender algo de tu padre para que un día puedas ser como el.

-Pero yo no quiero ser pintora -rodó los ojos -. Yo solo quiero...

La bocina del taxi sonó detrás de la puerta principal.

-¡El taxi! ¡Vámonos!

-Si mamá -sopló mientras se preparaba mentalmente para mantener una sonrisa por cuatro horas.

-Si mamá -sopló mientras se preparaba mentalmente para mantener una sonrisa por cuatro horas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La chica que sentía lo que era un corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora