Neve Balk es la chica que siempre esta soñando despierta, la que se enamora del artista que jamas la consideraría arte, la que tiene por primera vez el corazón roto.
Neve pasaba mucho tiempo en el salón de el profesor Bowers...y no precisamente estudiando.
Unos besos por aquí, unos por allá.
Las manos de un hombre que tenía experiencia era algo maravilloso, era capaz de moldear sus pequeños pechos en una escultura de arte.
Los brazos de un hombre que la rodeaba como si fuera un débil pájaro a punto de volar.
La masculinidad de un hombre que había recorrido el mundo en busca de la pieza de arte que combinara con su talento.
Se sentía más intrépida, menos miedosa.
De vez en cuando, entre sus tareas, dejaba pequeños dibujos subidos de tono para un único dueño. Ella recibía una respuesta física equivalente a una A+.
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Ya no pensaba más en Blake...casi.
La gente la miraba de una manera diferente.
El mundo sentía que ya no era una niña temerosa sino una autentica flor recién floreando.
Caminaba con una sonrisa después de una breve visita al salón de artes hasta que un corpulento chico la confrontó de la nada.
-¿Por que haces esto? -la vena de su cuello parecía a punto de estallar.
