No importa si es viernes, o un día cualquiera,
quieres aprovechar la noche, antes que muera.
Ignorando consecuencias y riesgos sales de casa
con todos tus problemas siguiéndote en masa.
Das con el bar más maloliente y siniestro
entras tan sigiloso, como quien planea un secuestro.
El banquete de entrada es un cigarro con un whisky cargado
bastan menos de seis, para sentirte motivado.
Volteas a las mesas, invadido por un mareo extraño,
intercambias miradas y vas al siguiente peldaño.
haz fortalecido y entrenado a esa vena cruel,
ahora te basta verlas a los ojos, para saber...
Cuál de ellas busca un amigo,
cuál de ellas saldría contigo,
cuál de ellas te tira de loco,
y hasta cuál de ellas, podría quererte un poco.
Cuál de ellas sería una verdadera dama
hasta hacerte creer que te ama
cuál de ellas te haría drama y reproche
sólo por convertirla, en tu relación de una noche.
Me atrevo a decir que es al azar como elijes a una
a la que bañado en carisma, convences de no ver la luna.
Como un predador al mando de la alimenticia cadena,
asechaste y cazaste a tu presa, como si fuera la cena.
Tocas, besas, lames y muerdes engordando a tu ego,
sorprendido de ser tan hábil, en este maldito juego.
La noche te cobra factura cuando el sol ha salido,
y buscando un beso matinal, descubres que ella se ha ido.
La resaca borró su rostro de tu memoria
por más que intentas no puedes recordar aquella historia,
porque al mismo tiempo que tu soledad crece,
tu relación de una noche fallece.
Las relaciones de una noche son esas que duran tan poco,
que con el tiempo te dejan algo loco
mientras más acumules te roban más calma
y una a una van pudriéndote el alma.
Son esas con las que sabes, tienes un conflicto
pero es tarde... porque ya eres adicto.
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Una Amarga Melancolía
Thơ caCuando la soledad te arrastra hasta los rincones más vírgenes e inexplorados de tu instinto, cuando en tu mente no te queda espacio para la rebeldía, ni para el heroísmo, te sientes tan opacado y vacío, que hasta los poros de tu piel exhalan... Una...