Fria y Oscura Dulce Desastre II

capitulo 17

¿Dónde están mis amigos?

¿Los que siempre prometieron estar allí para mí?

Rose.

Hoy es el día 27 del mes corriente, estoy en el cafetín de la universidad esperando a Alex para desayunar, pido un té de manzanilla y miel para sentir que Megan de una u otra forma esta aquí conmigo, necesito calmar mis nervios, si ella no despierta en tres días no volveré a verla nunca más.

— Alex — le saludo, me da un beso en la mejilla y se sienta a la mesa conmigo.

— Uhmm té de manzanilla y miel, pediré uno en honor a Meg.

— Ella no está muerta! — Alex me mira apenado — Perdón solo no lo digas así, suena como si ella ya no estuviese con nosotros.

— Ok, ok. Solo tomare un té! ¿Ese que está sentado a dos mesas de la nuestra no es Eliot Wetterberg?

— Sí — me sonrojo ante la pregunta — Que tonto, cree que ahora que Meg se ha ido a otro país y él y yo estamos distanciados salgo contigo, como dice Meg es muy pendejo para creer eso.

— Escucha Rose no soy quien para opinar sobre tus asuntos privados, pero creo que él no tiene la culpa de lo que ha sucedido entre Megan y Josh.

— Calla Alex Fith ¿Cómo puedes si quiera pronunciar ese nombre entre nosotros?

— Ok perdón! Solo quiero decir que el no debe pagar por un error que cometió ese que no quieres que yo nombre — no puedo evitar reírme de Rose pero muerdo mi boca para atrapar la risa — ¿Acaso ya no lo quieres?

Rueda los ojos en respuesta — ¿Qué cosas dices? Claro que aún lo quiero, lo amo, pero esto es algo que le debo a Meg, tengo que mantenerlo alejado de todo esto, no quiero que por ningún motivo ese a quien no quiero nombrar, se entere de lo que ella está pasando.

— Pero si no hay forma de que se entere — ahora estamos susurrando como si Eliot pudiese escucharnos — ese que no quieres que yo nombre se ha ido a Seattle, estaban tan ocupados con sus vidas que ni vieron las noticias.

— Sí además de que mi padre "el gran señor Tadashi" pagó una fuerte suma de dinero, para que no se revelara la identidad de la chica accidentada, y contumaz amenazar con hundir a cualquier agencia de noticias que hable de la vida privada de Meg y de mi.

— Entonces deberías de perdonar al pobre chico, se ve que la está pasando muy mal.

Ella suspira y es obvio que cruzan miradas entre ellos, pero es distraída por un mensaje que entra a su celular, yo me recuesto a la silla para tomar mi té y escucho que mi celular suena también.

— ¿Dónde están mis amigos? ¿Los que siempre prometieron estar allí para mí?

Estoy perplejo y Rose pega un grito que hace que todos en el cafetín se queden horrorizados viéndola.

— Alex mira — ¿Dónde están mis amigos? ¿Los que siempre prometieron estar allí para mí?Meg...

Una sonrisa gigante se dibuja en mi rostro mientras Rose no para de gritar — es ella Alex a despertado, ella ha vuelto.