Rumbo a Italia.
No me gustan las despedidas pero no pude evitar que viniesen a despedirnos mamá, Dalia, Rose, madre hasta mi padre está aquí a punto de llorar como un niño, los padres de Piero también han venido. Ruedo los ojos porque no soporto verlos a todos llorando como si estuviesen en mi funeral.
—Por favor no vallan a llorar —les suplico — esto es solo por un tiempo, prometo que regresaré.
Nos abrazamos todos y recibo los besos y bendiciones de mis padres, Rose no para de llorar — te amo Rose, ninguna como tú eres y serás mi mejor amiga siempre.
—Promete que no abra otra chica en Italia.
Le sonrió — no la abra lo prometo y si la hubiese nunca se comparara contigo, hermanas por siempre ¡recuerdas!
Asiente y limpio sus lágrimas con el pulgar de mis dedos, mientras la escucho decir—hermanas por siempre.
—Adiós Dalia te quiero muchísimo.
Me abraza y me besa en la cabeza— cuídate Meg.
—Lo haré, cuida a Rose por mi por favor, no dejes que él le haga más daño.
Miro a mi lado—Señor Bianchi gracias por esta oportunidad.
Me abraza y ríe—calla bambina te mereces esto, ya advertí a mi Piero que cuidase de ti.
Piero y yo nos miramos y nos reímos— adiós agitamos nuestras manos cuando escuchamos que llaman a los pasajeros del vuelo a Italia y vamos obedeciendo al llamado. Al estar en nuestros asientos veo a Piero y él se da cuenta de mis nervios, aun así no le confesare que me muero de miedo porque nunca me he subido a un avión, amo New York nunca sentí la necesidad de salir de mi cuidad hasta ahora, debo dejar a Manhattan por un buen tiempo y esta es la oportunidad perfecta.
Nuestro vuelo a llegado a su destino, hemos aterrizado en el aeropuerto de Milán malpensa, me quedo helada al bajar del avión porque el clima aquí está muy frió, me quedo paralizada por un momento cuando veo que un hermoso Audi negro nos espera para llevarnos a casa, el trayecto se torno un poco largo por lo que comienzo a sentir sueño. Por mas cansada que este mis ojos no dejan de abrirse como platos ante esta majestuosa y hermosa casa, es que esto no es una casa, es más bien el castillo de una princesa, hay césped alrededor de las columnas, un jardín cuidado por los dioses, no puedo creer que aquí viva Piero con sus padres.
Me lo temía, Piero es asquerosamente rico ¿Cómo es que no tiene a una casa fortuna tras su herencia, como es que este italiano, perfecto y hermoso no tiene pretendientes, ni prometidas, ni algo que se le parezca? Por lo menos se que Piero se interesa por los negocios de su familia y es quien ayuda a su padre en ellos.
Sin embargo no me confiare, mi experiencia me dice que los hombres perfectos no existen, solo en los libro, ellos son los únicos en los que puedo creer, son fantasía, son solo un ideal de lo que un ser humano del género masculino jamás será, si, ya se que mamá me ha dicho que no debo pensar de esa manera, que tarde o temprano el verdadero amor llegara a mi vida. ¡el verdadero amor! ¿Entonces que fue Josh? ¿una mentira? no puede existir el amor falso ¿O sí?
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Fria y Oscura Dulce Desastre II
RomanceDulce Desastre II Prologo Para Megan todo ha cambiado, tal vez los que estén a su alrededor crean que la que ha cambiado ha sido ella, como decía Josh Wetterberg "El dolor hace cambiar al hombre" y vaya que Megan ha sido golpeada y lastimada de...