Fria y Oscura Dulce Desastre II

capitulo 67

Engañándome a mí misma.

Al salir de clases me sentí tranquila y contenta, Rose y yo habíamos logrado pasar estos semestres de la universidad de manera exitosa, a pesar del sube y baja de emociones que era mi vida, había logrado llevar mis estudios con éxito, esta es la última semana de clases que nos queda, trato de manejar poco a poco pues hoy es la primera lluvia del año, aunque les parezca extraño a mi me encanta el invierno.

Mensaje de texto:

Hola preciosa, recuerda que hoy cenaremos juntos reservé para nosotros en Lexington avenue grill, voy en camino, te veo luego.

Por Dios olvide que había quedado con Piero, así que doy vuelta en "U" y me apresuro a tomar la avenida 52 de Lexington, hay mucho frió en el ambiente, no quiero estar sola y deprimida en casa, por eso he aceptado esta invitación, una copa de vino tinto no me caerá mal, es más es lo que más anhelo en este momento.

Llego primero que Piero y pregunto por la reservación en su nombre, el anfitrión toma mi abrigo y me hace pasar a la mesa, pido una copa de vino al mesonero que amablemente pregunta por mi orden, me encantan las mesas cerca de la ventana, mientras veo como la gente se apresura para tomar ventaja a la lluvia me alegra de que Piero haya recordado este detalle. Me pregunto que estoy haciendo aquí, y la verdad no sé que estoy haciendo ni que es lo que quiero.

Lo único que sé es que no quiero estar sola en casa, Piero me mintió y manipulo a Josh muchas veces para alejarlo de mi por días esperando que a través de la presión este terminara conmigo, y aún lo odio por ello, pero el hizo cosas maravillosas por mi, estuvo allí aceptando mi plan de escape, no sé si esas cosas lo hacen buena o mala persona, pero yo estoy confundida. Escucho que alguien me saluda y mi respiración se traba por momentos, Alex está de pie frente a mí con su hermosa sonrisa.

-Estas molesta conmigo... Yo no sé qué decir, ella es solo, yo se que tu no creerás.

-Buenas noches - Piero interrumpe el poco claro discurso de Alex.

-Buenas noches Piero, no esperaba verte aquí.

-Lo mismo digo de ti Alex -le sonríe y yo solo puedo mirarlos a ambos sin saber que decir.

-Yo estaba esperando a alguien y entonces vi a Meg -Alex nos mira a ambos -un momento ustedes vienen juntos, me refiero Meg esta aquí por ti y tu por Meg.

-Alex yo...

-Exacto -soy interrumpida por Piero -Meg y yo hemos quedado aquí, incluso es una cita la he invitado a cenar.

Veo decepción en el rostro de Alex, el se levanta despacio de la silla y me mira - Ya veo, disculpa por interrumpir, espero que estés bien Meg.

Veo que da la espalda y mientras se marcha quiero gritar, quiero gritarle que no se valla, que se quede, que termine de decirme lo que vino a decirme, pero no me muevo, parece que mi sangre y mis sentidos se han congelado, no puedo moverme, no puedo gritar, no puedo llorar aunque lo hago por dentro, Alex está saliendo por esa puerta y yo no puedo detenerlo, no puedo decirle lo mucho que lo quiero y lo mucho que quiero escucharlo decir que lo del otro día no significa nada, pero me quedo aquí sentada dándole una sonrisa a Piero y engañándome a mí misma.