Amigo de una Pines (Bill Cipher y tu)©

[03]

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[El pasado]

Narra Bill

Las flamas de la mente se habían expandido hasta que cubrieran cada rincón, siendo un único rincón en donde me encontraba. Las llamas se unían poco a poco creando una esfera que crea una ligera explosión. Vi un recuadro en donde los gemelos estaba llorando, pero también riendo, eso me había salvado, Stan había tenido sus recuerdos de nuevo, pero no sabía que necesitaba más tiempo para que pudiera destruirme por completo. Seguía vivo, sí, pero por alguna razón no podía salir de aquí.

El tiempo ya había pasado, lo sé porque por el recuadro noto que es lo que ve Stan en este preciso momento, y tengo la suerte de que el hombre sea capaz de revisar el calendario diario. Escucho todo lo que el escucha y veo lo que él.

De hecho he visto a una chica llamada ___, bastante linda para ser humana, alegre pero segura de sí. Si fuera por mí, ella hubiera sido la única que sobreviviera a mi raromargedon... ni tan mío en realidad.

– Triangulum, entangulum. Veneforis dominus ventium. Veneforis venetisarium! –

Escuche mi llamado, pero no era Stan o alguien cercano; mi mano empezaba a volverme humo, ¿Estaba muriendo? ¿Saliendo? ¿¡Apunto de vivir sin mano!?, se expandía a mi brazo, ¡ahora viviría sin brazo!. Mis piernas igual, la otra mano, ¿Qué seguía, mi único ojo?... ¡¡¡Si, maldita sea!!!.

Cerré el ojo por reflejo, pero seguía vivo, aun tenia conciencia. Lo abrí y vi a esa chica, la que reía ente toda avaricia de Stan. Era más linda en persona.

– Tu debes ser ___ (N) ___(A) – Tome una forma humana, las sudaderas son terriblemente buenas.

– Tu Bill Cipher, el tipo del quien tanto me hablaron – No estaba asombrada.

– ¿Qué quieres? – Hable cortante... no me culpen, no por verla todos los días significa que es mi mejor amiga, ni siquiera sabe que técnicamente la conozco.

– Esperaba un gracias, pero no importa. Saliste ahora me voy – Dio media vuelta y cerro mi diario favorito, el cuarto. La intente paralizar pero no había podido. Tuve que tomarla del brazo lo más rápido que pudiese.

– Gracias, ahora, ¿Por qué me sacaste? – Pregunte con sumo interés.

– Quería intentarlo para saber que acaso seguías vivo, lo estás, ahora me voy – Se soltó de mi agarre y yo hable por estupidez e impulso.

– Espera – Había logrado que volteara *Piensa rápido* – ¿Quieres ayudar?.

–No se te ocurrió nada mejor, ¿cierto? – En definitiva esta chica me agrada.

–No – Causó mi sonrisa.