No te enamores

Capítulo 6

A veces crees que el pasado doloroso por fin ha quedo atrás, que los demonios que te atormentaban ya no existen, haz comenzado a creer que las heridas han cicatrizado, y por un segundo piensas que vuelves a respirar; pero te das cuenta que no es así. Que tu pasado ha vuelto con más fuerza que nunca, que tus demonios son más fuertes de lo que recordabas, que las heridas siguen ahí, que duele tanto al punto, que te cuesta respirar de nuevo. Ese fue mi pensamiento al ver a Brighany otra vez, pensaba que nuestra historia quedo zanjada, pero al tenerlo frente a mí, algo dentro de mi corazón volvió a quebrarse.

― ¿Qué haces tú aquí?― pregunto desconcertada al verlo en mi puerta.

― ¿ Podemos hablar?

― ¿Hablar?― le digo perpleja.

― Te he buscado por mucho tiempo, después de esa noche no supe nada de ti, no me dejaste explicarte.

― ¿Explicarme? Pretendías que comprendiera que te acostabas conmigo mientras tenías una esposa embarazada ¡Que cínico eres!

― Las cosas no pasaron de esa manera...

― Me importa un carajo como pasaron las cosas, no quiero escucharte, ni verte, ni hablarte.― Realmente estaba molesta, conque derecho se presenta en mi casa después de tanto tiempo, con la cara tan fresca como si nada hubiera sucedido.

― Pero Anielka, te he buscado todo este tiempo, no te imaginas a todos los lugares a donde he ido, esta era mi última esperanza y por fin te encontré.

― Pues ya me encontraste, ahora lárgate y no vuelvas jamás.

― No puedes estar hablando en serio, ¿no recuerdas lo mucho que nos amábamos, cuanto disfrutábamos el uno del otro? ¿De verdad me olvidaste Anielka? Fui el primero en tu vida, no puede ser que me hayas borrado así nada más.

― Exacto, fuiste el primero, pero no serás el ultimo.

― Donde hubo fuego, cenizas quedan― dice acercándose a mí y tomándome de la cintura, por un momento soy débil a su tacto, y vienen a mi mente mil recuerdos de cuando estuvimos juntos, nuestra primera vez y todas las locuras que hice por él. En estos años, jamás pensé en la posibilidad de volver a verlo, le pedí tanto al cielo el que me permitiera continuar con mi camino, y poder arrancar ese amor de mi corazón, y cuando por fin creo que doy por enterrado ese asunto, Brighany se presenta en mi vida, única y exclusivamente para causar estragos.

― Tienes razón― digo viéndolo directo a los ojos― donde hubo fuego cenizas quedan, pero yo se barrer, así que no pierdas tu tiempo y vete de una vez, ya no sigas haciéndome más daño.

― Dime que ya no me amas― dice sujetándome contra su pecho.

― ¡Suéltame!― le exijo.

― ¡No, hasta que me digas que ya no me amas, que mis besos no te desarman y mis caricias no te vuelven loca, como antes.

― ¡Basta!

― ¡Dímelo! Sabes, mueres porque te bese, así como yo lo estoy haciendo, solo dilo.― No podía decir nada, al parecer mi lengua murió por un segundo, el tiempo se congelo, pero ese mismo tiempo congelado me hizo recordar que tengo un compromiso con Lucas y que por mucho que lo odie, la vida de mi padre depende de ese miserable compromiso. Estoy a punto de responderle a Brighany, cuando:

― Suelta a mi esposa― se escucha la voz de Lucas atrás de mi espalda.

― ¿Qué está diciendo este sujeto?― pregunta Brighany.