Epílogo

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El amor es uno de los grandes misterios, algunas veces llega sin avisar, sin que l estemos buscando. Otras, simplemente a estado frente a nosotros. Nadie se va de este mundo sin antes haber experimentado ese maravilloso sentimiento. El amor es la sentimiento más extraordinario y en otros casos puede llegar a ser doloroso. Así como te sube al cielo, también te lleva a lo más profundo del infierno.

Nuestra historia de amor inicio cuando éramos unos niños, nos encantaba gastarnos bromas, en algunas de ellas se nos pasaba la mano. El problema fue cuando entramos a la adolescencia, ella cada día se hacía más hermosa, a pesar de usar frenillos y lentes. Era mi mejor amiga, me gustaba mi mejor amiga o más bien estaba embobado hasta el trasero por ella, me aterraba la idea de que ella no sintiera lo mismo.

Con Anielka todo era fuera de este mundo, ella era tan natural y transparente. Siempre haciéndome reír con sus ocurrencias. Desde adolescentes me encantaba sacarla de sus casillas. La forma en que fruncía su nariz, como se rascaba la ceja era señal que estaba a punto de arder Troya.

No hay duda alguna que construimos una bella familia, la familia que siempre soñamos a pesar de haber atravesado demasiados obstáculos. Quien diría que aquella tarde en la que el abogado de la familia leía el testamento de mi padre Samuel, haría que mi vida valiera la pena. Ese día sentía que mi vida terminaba, me enoje tanto con él, no comprendía el objetivo de verme casado y más con la hija del chofer. Pero no era eso lo que me molestaba, no era Anielka. Era el dolor de haber perdido a mi padre, sin antes agradecerle por todo lo que él hizo por mí, por el amor que me dio aun cuando no llevaba su sangre. Por otro lado, como enfrentaría aquel matrimonio si mi relación con Anielka en ese momento no tenía ni pies ni cabeza. Perdimos contacto cuando me fui al extranjero, lo último que supe fue que su madre había muerto el día que ella trata de escapar con su novio.

Estaba tan furioso que solo quería que me entregaran la herencia y poder largarme lejos de todo y de todos. El destino tenia distintos planes para nosotros. Y ahora lo agradezco. No hay duda alguna que construimos una bella familia, la familia que siempre soñamos a pesar de haber atravesado demasiados obstáculos.

Veo el presente y me doy cuenta que fui un hombre tan afortunado por encontrar a tan maravillosa mujer, una que fue incondicional, que me dio los mejores años de su vida, y a nuestros hijos. Esos pequeños diablos que día a día me sacan una sonrisa con las tonterías y travesuras que hacen. Thiago tan parecido a mi hermano Brighany, decidido, entusiasta, con un corazón parecido al de Anielka que a pesar de no haberlo llevado en su vientre ha sido una excepcional madre para él.

Caroline esa pequeña que con solo mover sus hermosos ojos azules hace que mi mundo se detenga, es una mezcla entre mi esposa y yo. Tiene la determinación de Anielka pero heredo lo descarado de su padre. Juntos le hemos dado guerra a mi hermosa esposa. Tanta que un día nos dejó encerrados en el jardín.

Si pudiera cambiar algo de nuestra relación, sería el no ser tan estúpido y perder el tiempo en relaciones vacías, aprovecharía cada minuto a su lado. Pero ya no es momento de pensar en él hubiera, porque él hubiera ya no existe.

Anielka será por siempre la mujer que amaré por el resto de mi vida.

Como la extraño, extraño su mal humor al despertar, la forma en que me veía antes de quedarse dormida, la forma en que decía mi nombre cuando estaba furiosa, su manera de besarme y despertar miles de sensaciones con un solo roce.

- ¿Papí estas bien?- pregunta Caroline sacándome de mis pensamientos.

- Si princesa, solo recordaba.

- ¿Qué recuerdas ¿- ahora es Thiago quien pregunta.

- La forma en que su madre y yo nos conocimos.

- A de ver sido como en las películas, tan romántico.

- Pues no lo fue tanto, yo mismo me condene a estar locamente enamorado de su madre.

- ¿Por qué dices que te condenaste papá?- La duda llega a Thiago.

- Porque lo primero que le dije a su madre fue, No te enamores y no me enamores, cuando yo ya estaba enamorado hasta la médula de ella.

- Ves, todo es tan romántico.

- Ya basta Caroline, mejor termina de colocar las flores en la tumba, luego iremos a ver a papá- dice Thiago haciendo referencia de ir a ver a Brighany.

- ¿Seguro que estas le gustaran a mamá?

- Eran sus preferidas- dejamos las flores en la tumba y nos encaminamos hacia el otro extremos del camposanto, cuando una voz nos detiene:

- ¡Amor!

¿Continuará?

No me queda más que agradecerles por el tiempo que dedicaron a leer cada capítulo de esta hermosa historia. Me duele despedirme de Anielka y Lucas, ya que me encariñe con estos dos locos del amor.

No todas las hermosas historias de amor son eternas, algunas son cortas y con finales que no imaginamos, pero esas llegan a ser las mejores.

Cada historia tiene un fin, pero ese final es el comienzo de una nueva. ¡Así que espero que sigan leyendo mis historias!

¡Pronto estaré subiendo la nueva historia de Camila y Bruno!

¡No dejes leer Ayúdame a Olvidar!

Infinitas gracias, besos y abrazos.

No te enamores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora