No te enamores

Capítulo 8

"Extraña sensación, cuando la persona que querías, vuelve a ti. Pero vuelve tan tarde que su regreso ya no te hace feliz"

A veces en la vida, simplemente hay que dejarnos llevar y no pensar en las consecuencias de nuestras decisiones. Pero en otras aunque queramos dejarnos llevar hay una espinita dentro de nosotros que no nos permite hacerlo. Esto es lo que me sucede con Lucas, quiero dejarme llevar y confiar en él, pero no puedo. Dentro de dos semanas nos iremos a la playa, aun no sé a dónde, solamente sé que tengo que preparar mis maletas un día antes.

Tengo tanto en que pensar, el festival de otoño de los niños, el embarazo de Leslie, Lucas, mi papá. Siento que me volveré loca.

― Anielka― me llama Suellen la secretaria del jardín infantil.

― Dime Suellen.

― Siento interrumpirte, pero uno de los padres desea hablar contigo.

― No tenía cita con ninguno ¿ Sabes de quien se trata?

― Lo siento, lo olvide― Es comprensible, es su primer semana trabajando en el jardín.

― No te preocupes, ¿te puedes quedar un momento con los niños?

― Claro― Salgo del salón y me dirijo a la sala de dirección que es donde atendemos a los padres de familia, espero que sea una visita de rutina y ningún problema. Cuando entro a la sala, casi me voy de espaldas cuando veo quien es:

― ¿Qué haces aquí?― pregunto molesta al ver el rostro de Brighany.

― Como no puedo llegar a tu casa, entonces vine acá.

― Es mi lugar de trabajo, estas demente.

― Anielka, te he buscado por mucho tiempo, dame cinco minutos al menos.

― Es increíble que después de todo el tiempo que te di, me pidas más.

― Solo cinco minutos.

― De acuerdo, habla.

― Perdóname jamás quise lastimarte, cuando yo te conocí las cosas en mi matrimonio estaban mal, le pedí el divorcio y me entere que iba a ser padre, y me dio miedo decirte por temor a perderte.

― ¿Y entonces decidiste engañarme? ¡Que descaro!

― No fue así.

― Siempre te pedí que me hablaras con la verdad, pero hiciste todo lo contrario a lo que me esperaba ¡un total cobarde!

― Pero te amaba.

―!No! amabas acostarte con la ingenua, la que no reclamaba, la que no pedía más de lo que le dieras, la que estaba dispuesta a todo por ti.

― Tu sabes que eso no es cierto.

― ¿Y que fue cierto, dime?

― Para mí todo― dice acercándose más.

― Que fácil decirlo, pero el amor se demuestra con hechos, porque las palabras se las lleva el viento, y si realmente me hubieras amado como dices, me habrías dicho la verdad.

― Pero ahora...

― Ahora ya es muy tarde, yo estoy casada y tu... tú tienes una familia que cuidar, así que vete y no vuelvas― un fuerte remolino de sentimientos se acumularon en mi garganta, sentí como si me hubiera quedado sin aire en ese instante, pero también pude sentir como un ciclo de mi vida iba concluyendo para darle espacio a otro. Brighany no dijo nada, nos vimos por última vez y vi cómo se marchaba y esta vez para siempre. Y fue en ese momento cuando descubrí que ya no lo amaba, que mi corazón lo había perdonado, que no guardaba ningún sentimiento por él, que solo fue el la sorpresa al volverlo a ver. Ya no éramos ni pareja, ni amigos, simplemente dos desconocidos que compartían recuerdos.