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Karlie llegó un miércoles por la mañana, buscó las llaves en su bolso, abrió la puerta y tratando de no hacer mucho ruido metió sus maletas, cerró y se fue a la cocina en busca de agua, luego recordó que le había dejado sus llaves a su vecina, miró la hora y apenas eran las diez de la mañana, agarró su celular y envió un mensaje.

Mensajes con Taylor v:

Taylor: Eres como el café: dulce, caliente y me quitas el sueño. 

Agradeció mentalmente a la página donde sacaba todos los piropos, no sabía si a Taylor le gustaban o le molestaba, pero algo le decía que ella lo disfrutaba. Se había mudado hace unos meses, su madre le había recomendado aquel vecindario y para ser sincera le agradecía mucho ya que conoció a Taylor, la primera vez que la vio fue cuando golpeó su puerta y le regaló un pedazo de pastel que ella misma había hecho, le dio la bienvenida y la invitó a algunas actividades que los vecinos hacían, Karlie quedó maravillada con la belleza de Taylor, no podía creer que alguien como ella fuera real, fue su crush por algunas semanas hasta que la vio besándose con una chica mientras venía del supermercado, había sido una noticia buena ya que eso significaba que podía tener alguna oportunidad, días después pidió su número y los mensajes con piropos comenzaban a llegarle.

El timbre de su casa sonó, frunció el ceño y dejó la botella de agua encima de la barra desayunadora, ¿Quién podría ser a estas horas?, se preguntó. Abrió la puerta y sonrió, vaya.

—Recibí tu mensaje y supuse que ya habías llegado—del bolsillo de su pantalón sacó unas llaves y se las dio—Vine todos los días pero solo una vez, tus plantas están lindas

Karlie agarró las llaves y sonrió.

—Gracias por cuidar de ellas, en serio

—No es nada, lo hice con gusto—sonrió

—Me alegra escuchar eso, me gustaría invitarte a tomar un café pero quedé con mamá de llevarla al doctor e iba de salida, ¿No te molesta?

—No, otra día será—se mordió el labio—Espero que tu mamá esté bien, cualquier cosa me llamas, debo irme

Se dio la vuelta y antes de que Karlie cerrara volvió.

—Dejé algo en la mesa del comedor, espero que lo hayas visto, ahora si, adiós—corrió hacía su casa

Karlie cerró la puerta y con cierta duda caminó hasta al comedor, se veía una hoja blanca ahí, la agarró y comenzó a leer.

"El día que no te vea, para mí no sale el sol, y si sale no me alumbra como me alumbra tu amor. "

Taylor. xx





...

Hola, ¿cómo están?

Espero que hayan disfrutado el capítulo.

Les tengo una mala noticia.

Piropos es una historia corta y por lo tanto, estamos en los últimos capítulos :(

Voten y comenten, muchas gracias ✨

Piropos ➳ KaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora