Episodio 14. Jimin

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Cuando Yoongi hizo oficial la noticia de que iría a París, hicimos una pequeña celebración en casa, en la cual invitamos a todos nuestros amigos. TaeHyung y JungKook, LuHan y SeHun, a mi hermana, al hermano de Suga y sus respectivas familias, nuestros padres, la profesora HyeSung también estuvo presente.

Todos nos alegramos por él. Todo el trabajo y esfuerzo de Yoongi por fin estaba siendo reconocido. Yoongi saldría en dos semanas más. Las cuales aprovechamos para hacer cosas, ya saben.  

Yoongi tuvo una despedida familiar, ese día decidí tomarlo libre, con la excusa de encontrarme enfermo. Compre un pequeño pastel, helado, dulces y golosinas, estuvimos jugando y bailando toda la mañana y por la tarde vimos películas porque Suga se iría muy temprano en la mañana. Lo acompañé hasta el aeropuerto y me despedí de él con un enorme beso en los labios.

Junto a él iban el director de la empresa, y algunos otros diseñadores. Ellos cargaban grandes maletas en las que supongo yo estaban los diseños que Yoongi había hecho a lo largo de un año.

Me fui del aeropuerto hasta que el avión despegó y cuando llegue a casa me dispuse a dormir hasta que tuviera que levantarme de nuevo. Ese día hable con HyeSung, extrañaba a Yoongi, a pesar de que se había ido hace pocas horas. Ella me aconsejo que consintiera mucho a los pequeños, así el tiempo pasaría más rápido y en menos de lo que yo esperaba Yoongi ya estaría de vuelta.  

Y así fue, consentí mucho a mis niños y las dos semanas pasaron volando. Aunque la primera semana tuvo una serie de acontecimientos extraños, primero perdí mis llaves en la universidad, recuerdo haber entrado en la sala de profesores la mañana de un martes y cuando me dirigía a mi salón no las encontré, por lo que regrese a la sala para buscarlas, pero no estaban ahí, creí haberlas olvidado en casa, pero era imposible, en ese llavero también estaban las llaves del auto.  

Después de haber perdido mi primera hora de clases, encontré a la profesora SuJi saliendo de la sala de profesores, era mi última esperanza. Me dijo que había visto un par de llaves dentro, por lo que volví a entrar desilusionado, ya había buscado ahí y no había nada así que dudaba que estuvieran ahí. Mágicamente ahí estaban, debajo de la mesa central. 

Me pareció extraño, pues anteriormente había buscado ahí, había inspeccionado cada lugar y no había encontrado nada. Y ahora estaban ahí. Ignore el hecho muy pronto, quizás no había buscado muy bien la primera vez después de todo. 

Dos días después decidí llevar a los niños a un parque de diversiones. Ellos estaban muy emocionados, pues YuMi, Bae y sus primos SooYoo y Liang nos acompañarían. Subimos en el auto y fuimos a recoger a cada niño a su respectiva casa para ir directo al parque. Aquel día fue un reto para mí, pues cuidar de seis niños por ti mismo no era lo más fácil del mundo. Todo el mundo me miraba raro, otros enternecidos, pero a mí no me importaba porque iba divirtiéndome con mis hijos y mis sobrinos.

Pasamos una tarde agradable, no hubo niños lastimados y todos obtuvieron lo que querían. Había ganado un oso de peluche para Even y otro para YuMi. Los subí a todos los juegos que quisieron y comimos en un pequeño local, les compré un algodón de azúcar a cada uno y mientras lo degustaban regresamos a casa. El primer niño en regresar sano y salvo a casa fue Liang, luego SooYoo y YuMi y finalmente llegamos a casa con la compañía de Bae.

Adoraba a ese niño, no solo porque era el mejor amigo de mis hijos y los hacía felices, sino porque de veras era una ternura tenerlo, se reía de todo, siempre sonreía y al ser el mayor sabía guiar a los otros dos, si uno se lastimaba era el primero en "atender" al herido, le sobaba la herida y después la besaba, entonces les dejaba espacio a los mayores para revisar.

En este momento del día ocurrió el segundo suceso extraño de la semana.

Recuerdo haber cerrado todas las puertas y ventanas exteriores e interiores de la casa. Pero cuando llegue las puertas de los cuartos, los baños y armarios estaban abiertas, en la sala había dos libros en el piso que anteriormente estaban en la mesa ratona y la luz de mi habitación estaba encendida.

Tuve la intención de denunciar un robo, pero no tenía las pruebas suficientes, digo, solo tenía el hecho de que las puertas estaban abiertas y la luz de un cuarto encendida, pero todos los objetos estaban en su lugar (a excepción de los libros), todos los objetos de valor que pudieron haber sido robados como el televisor, el estéreo, figuras de oro y plata, la portátil e incluso el dinero estaban en su lugar. Podía que me creyeran e investigaran, pero también podía qué creyeran que había inventado todo.

Al día siguiente llamé y contraté a un servicio de seguridad, ellos se encargaron de colocar las cámaras e instalar el programa en mi portátil, fue una inversión bastante buena, no solo podía controlar ahora si algo pasaba dentro de la casa mientras no estuviéramos, sino que podía controlar las luces y cortinas con otro programa, así podía hacer parecer que estábamos en casa cuando realmente no estábamos. Era un programa bastante bueno, podía evitarme de robos futuros.       

El resto de la semana y la que faltaba para el regreso de Yoongi paso normal, los niños ya querían ver y abrazar a su papá, pero ya faltaba menos y cuando les dije que cuando papá Yoongi llegará festejaríamos su cumpleaños se pusieron muy felices. Tuve que llevarlos al supermercado para que compraran un regalo para su papá dos días antes de su llegada.  

Justamente el día que llegaba era su cumpleaños, por lo que mi regalo de cumpleaños sería, por supuesto, la noche más caliente y sensual de su vida. 

Las horas pasaron muy rápido y cuando recibí su llamada matutina en la cual me avisaba que estaba por subir al avión me emocioné demasiado. Esa mañana los niños tuvieron hot cakes de desayuno, con mucha mermelada y chocolate, era porque estaba feliz que quería que todos a mi alrededor estuvieran felices también. Fui a dar clases con el mejor de mis humores, esperando llegar pronto a casa para poder comenzar a preparar todo, no dejé ninguna tarea, tampoco hice examen, es más, ni siquiera recuerdo haber dado una clase coherente.

Creo que en su lugar terminamos hablando sobre las cosas bellas que nos había traído este año escolar. Cuando llegue a casa estaba muy emocionado, las cosas que necesitaría estaban en la cajuela del auto, pero primero quise subir y darme una ducha rápida.

Cuando entre, me encontré con una gran sorpresa, había veladoras por toda la sala, en la mesa ratona, en las mesas auxiliares, en el piso y un camino de pétalos de rosas hasta el sillón más grande. En la mesa donde solemos poner las llaves hacía falta el cuenco donde las poníamos, en su lugar había una nota doblada por la mitad y una venda de color negra.

—¿Yoongi? —  

Tal parecía que ya había llegado, y que este tenía sus propios planes para su cumpleaños. Tomé ambas cosas y siguiendo el camino de pétalos me senté en el centro del sillón. Abrí la nota y pude distinguir la letra de mi Suga:

"ChimChim: Hoy te daré la mejor noche de tu vida. Coloca la venda negra en tus ojos y prepárate mi amor. -Y"

Sonreí. Esto sería interesante.

Me puse la venda en los ojos y me acomodé en el sillón. Las palabras en la nota fueron suficientes para que mi miembro despertara y comenzara a molestar dentro de los pantalones por lo que abrí mis piernas, desabotoné el pantalón y baje el cierre.

En un par de minutos sentí la presencia de Yoongi, lo llame, pero no me contestó, en cambio se posiciono sobre mis muslos, restregándose descaradamente sobre mi semi erección. Acercó su boca a la mía y me beso intensamente, suspiré sobre su boca y correspondí el beso. Después de comernos la boca, baje hasta su cuello y comencé a lamer y chupar la zona, su inconfundible aroma inundo mis fosas nasales cuando me acerque a la zona. Mordí su clavícula y subí hasta su boca de nuevo.     

Con mis manos estruje su trasero y después las fui subiendo lentamente por su espalda, esta se sentía diferente, pero lo ignore. ¡Al diablo con eso! Estaba a punto de tener la mejor follada de mi vida.

En el momento en que metí las manos debajo de su ropa, al subir más por su espalda y sentir la familiar forma de un sostén, la puerta fue abierta por alguien.  

—¿Jimin? —  

La voz de Yoongi entró en mis oídos, cansada y afectada.  

Rápidamente me quite la venda de los ojos para encontrarme con la peor de las escenas.  

Yoongi de pie en la puerta principal, sus ojos me miraban completamente abiertos y cristalinos. Y lo peor de todo, la persona con la que había intercambiado fluidos bucales, a la persona que había marcado en el cuello. La persona con la que había engañado a mi esposo bajo una trampa, era nadie más y nadie menos que Bae Su Ji. 

Casado con un Idiota...no tan Idiota|Embarazado de un Idiota II [JIMSU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora