Reinado Maldito. [Fanfic Dramione] 🌟

1.-El Fin De La Guerra.

No se podia creer el resultado de la guerra, desde la torre de astronomía lograba ver a Harry encadenado a los pies de Lord Voldemort, quien le aplicaba crucios y de vez en cuando un Sectumsempra, le dolía ver a su mejor amigo así.

Pero lo que más le dolía era la recién llamarada de la traición por su supuesta mejor amiga y la persona de la que había estado enamorada desde los 11, le habían entregado a Harry en sus garras al innombrable para que lo matase.

Hermione no sabía si el lugar donde estaba era un buen escondite, pero el era el mejor que tenía, el final de la guerra a favor de Voldemort era su condena, si la encontraban, la matarían sin dudarlo por su condición de sangre.

Sin pensarlo, se levanto la mano y acarició la cicatriz que le habia dejado Bellatrix en su brazo el verano pasado... " Sangré sucia".

Los mortifagos se encontraban celebrando la derrota de el niño que vivió a manos del Innombrable; Hermione pudo reconocer a uno debajo de esa mascara y la capa.

Ese cabello rubio y esos ojos grises impenetrables miraban si expresión a Harry mientras Voldemort lo torturaba sin piedad alguna.

De repente sintió el jalón del cabello más fuerte que le habían dado en su vida, no veia el rostro de su atacante pero sabia quien era; aquellas garras que la habían torturado el verano pasado no las olvidaria por nada del mundo , Bellatrix Lestrange.

- ¿Creiste que te escaparías del purgatorio asquerosa sangré sucia inmunda ?- Bellatrix la arrastraba por el castillo tomada del pelo y con su varita directamente sobre su cuello - Una pena que Potter no te haya salvado, ahora los dos van a morir a manos de mi señor.

Hermione le escupio en la cara y la mirada "serena" de Bellatrix cambio por una de asco y odio.

- MALDITA SANGRÉ SUCIA ¡CRUCIO! - el poder de la maldición imperdonable la hizo retorcerse de dolor en el suelo mientras Bellatrix se reia como la loca maniática que era - ahora camina asquerosa impura, no le quitare la diversión de matarte a mi señor.

La llevo hasta donde estaba Voldemort, lanzando uno que otro crucio con odió puro. Bellatrix hizo una toz en falso y detuvo la tortura de Harry, que este se quedo mirando atentamente esos ojos avellana tristes y vacíos. Sabían que iban a morir. De eso estaban mas que seguros.

-¿Que tenemos por aquí, he? ¡Una maldita sangré sucia! - Bellatrix la acercó más a su señor. - Dime, ¿que quieres que te hagamos? -Señalo a los demás mortifagos. - Te estamos dando él privilegio que escojas tu tortura. - Ella se acercó a él, y sin pensarlo como con Bellatrix, le escupió sin asco a él señor tenebroso. -¡MALDITA INUMANA SANGRE SUCIA! ¡CRUCIO! -Hermione termino en él suelo hecha en llanto y dolor, miraba a Harry que hacia lo posible por acercarse, aunque sabiendo que él señor tenebroso no lo dejaría ir. Miro por ultima vez a todos los mortifagos que estaban alrededor, gozando del sufrimiento de aquella hija de muggles. Y volvió a chocar con esos ojos grises sin vida. Malfoy se dedico a observarla sin moverse o emitir alguna palabra o emoción alguna. A diferencia de los demás, él portaba una actitud única. Le daba absolutamente IGUAL.

Hermione dejo de sentir aquél dolor horrible por un segundo, mientras miaraba las perlas plateadinas de Malfoy, aunque fría, su mirada la transportaba a un lugar fuera de dolor y peligró. Pero solo duro un segundo.

Mientras los mortifagos y el el innombrable decidían que hacer con aquellos dos, Draco no dejaba de mirar a Hermione, que estaba siendo brutalmente torturada por su desquiciada tía, quería trasmitirle paz, ayudarla a aguantar un poco el dolor; aunque seguía guardando esa postura de que le daba exactamente lo mismo para no levantar sospechas.

No quería seguir a su padre y a un loco meztizo con la pureza de la sangré, Narcissa se había dedicado, pese al destino que tenía su adorado hijo, viera la belleza de las demás cosas y aprendiera a valorar a las personas pese al comportamiento de su padre.

- Draco - el magnificente Lucius Malfoy hablo con voz decidida a su único hijo - mi Lord quiere hablar contigo.

Draco asintió sin dirigirle la palabra a su padre y se acercó al mago que tenía al frente de si mismo.

- ¿Me nesecita mi señor?- su voz era fuerte y potente, Voldemort lo miró con una sonrisa socarrona, intento leer sus pensanientos pero Draco era un experto en Oclumancia.

-Que bueno verlo tan firmé Joven Malfoy, es un verdadero placer tenerte en nuestras filas- Voldemort seguía intentando leer su mente pero no encontraba ni siquiera un mísero espació por donde pasar.

- ¿Apuesto a que no me ha llamado solo para felicitarme, o si ? - Draco levanto una ceja y el que no debe ser nombrado volvio a sonreír

-La verdad es que no mi fiel seguidor, quiero que seas tú quién le de muerte a la sangré sucia, amiga de Potter.-Le paso el brazo por los hombros y lo apartó de los demás.

Se descompuso, había logrado lo que el mestizo loco y su padre le habían encomendado sin matar a nadie no quería ser un monstruo, no mientras pudiera evitarlo para no ver sufrir a su madre, pero haría lo que tuviera que hacer para conservar su vida misma y la de vida de su madre.

- Haré lo que haga falta, mi señor- Le sonrió con picarez y falsedad, esperando que nadie se enterará de lo que planeaba hacer.