24. Mis reglas.

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Draco ayudo a hermione en todo el camino, ninguno de los dos fueron capaces de pronunciar tan siquiera un "por aquí" "gracias" "sígueme" la verdad era que ninguno tenía ganas de comentar.

En la torre de Draco, Hermione se sentó en un sofá negro de cuero, aún con la ropa de Ronald, la cual le recordó todo lo que había pasado y soltó a llorar nuevamente.

Draco no tuvo que ser adivino, fue a su recamara por ropa de él. Al llegar se la entregó a Hermione en la mano, aunque si hubiese sido otra ocasión, solamente se la hubiera arrojado.

La castaña agradeció mentalmente y salió al baño de invitados. Draco espero paciente en la sala.

Luego de estar con ropa de su "héroe" aunque la palabra aún se le atoraba en la garganta, salió del baño y encontró a Draco sentado, mirando algún punto de la habitación con el ceño fruncido.

Hermione hizo algún sonido con la garganta para poderlo sacarlo de su ensoñación.

—Siéntate.—ordenó Draco.

Hermione acepto y se sentó al frente de él, como pudo, se colocó derecha en postura y totalmente sería, algo le hacía pensar que estar sentada con Draco necesitaba ser lo más decente posible, aunque sus hematomas del cuerpo le hicieran llorosear sus ojos.

—Hablaremos de las nuevas reglas de esta torre. —Draco freno un poco para relamer sus labios, esperando algo por parte de la castaña, mas no dijo nada, haciéndolo extrañar pues la sabelotodo podría ser de todo, pero nunca dejaría a alguien con la palabra en la boca y más siendo la última. —mi lord sabe que estas aquí porque confía en que yo te hare la vida más miserable que la comadreja. No pretendo decir que sufrirás más de lo que has estado aguantando, lo mío no es andar maltratando a las mujeres Granger, por más muggles que sean. Entonces 1) si alguien viene a nuestra torre a buscarme claramente, te tratare lo más pésimo que pueda todo sea en razón para que no sospechen y te dejen más tiempo conmigo. 2) ayudaras en todo con respecto a aseo y mantenimiento de aquellas cosas que no sirvan, traerás y servirás mis comidas si no se me apetece bajar al gran comedor, quizá algunas veces tendrás que ir con los elfos domésticos, entonces por merlín, no dejes que nadie te vea para no tener más problemas. 3) la hora de levantada será de cinco de la madrugada y tu hora de acostar será a las once de la noche. No tendrás horas de descanso ni mucho menos de onces como le dicen ustedes los muggles, agradéceme que te daré tu hora libre de almuerzo entre las dos de la tarde a las tres. 4) cuando quieras hablarme tendrás que pedirme permiso, nada de mirarme directamente a los ojos ni mucho menos refutarme alguna cosa que te disguste. 5) cuando este en la torre no quiero tener que verte la cara, entonces estarás lejos de mí y mi visión periférica, cuando te necesite seré libre de llamarte. Si estás sola, podrás andar por toda la torre sin problema. 6) si llegas a estropear tu estadía aquí será tu problema, no abogare más por ti y acostúmbrate a una muerte peor. 7) no te rescatare más con el imbécil de la comadreja, de ti depende si no te lo encuentres cuando andes en las cocinas o en mi torre, no ha de faltar que aquel inútil se aparezca por aquí a amargarme el rato. 8) las ropas que te traeré serán de los elfos, les pediré un poco de ayuda y que me regalen algunas prendas, ya luego veré como las agrando un poco y tú las usaras. 9) nada de zapatos en mi torre, no quiero que ensucies mis bellos tapetes de Italia. Y por último pero no menos importante Granger, a nadie le abras la puerta, mantén las ventanas cerradas y la contraseña de la puerta es "Green Apple". ¿Dudas? –Draco observo a Hermione, claramente ella había entendido todo, nada se le escapaba y eso esperaba, no quería tener dolores de cabeza más adelante.

—¿Por qué me ayudas? —fue lo único que logro pronunciar.

—Algo con respecto a mis reglas Granger.—soltó Draco secó.

Hermione negó.

Draco se levantó de la silla viendo que todo estaba aclarado, se dio la vuelta dispuesto a ir a su recamara, estaba tarde y necesitaba dormir algo, pero antes de cerrarle la puerta en las narices a Granger, susurro de mala gana, sea por si ella lo escuchaba o no.

—Ni se porque yo lo hago Granger. —y estampó la puerta.

Reinado Maldito. [Fanfic Dramione]  🌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora