10.Iremos por el Dragón

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-¡Fred por el amor a Merlin casi que no llegas! -el pelirojo entro algo aturdido y sin palabras, dejo la medicina muggle en la cama y se tiro encima de ella preocupando mas a ma morena.-¿que ha pasado?

-Mis padres...-murmuro. Se quedo observando la nada hasta que sus ojos centellaron con los de el. -¡Tu maldito bastardo! -Se levanto directo a decirle mil cosas al rubio que los observaba con diversion. Herms al darse cuenta lo freno enseguida. -¡Dejame! ¡El los mato! -se quedo helada y sintio desfallecer. Observo al rubio que no mostraba en absoluto. Como si estuviesen hablando del clima.

-Fred mirame.-fue lo unico que pronuncio. El se volteo con lagrimas en los ojos, lleno de ira. -calmate. Es nuestro unico boleto de regreso a nuestros amigos, si le hacemos algo sin pensar...dañaremos todo. -no sabia de donde pero logro calmar un poco la llama del Weasly. El salio un momento para tomar aire mientras dejaba a la castaña helada ante Draco.

-¿tu los mataste? -pregunto timida e asustada, indefensa ante el poder de el.

-Que te importa imunda sangre sucia. -dijo con desprecio. -Al igual, se lo merecian por traidores a la sangre.

-¡que no te das cuenta que eran personas! ¡como tu, como yo! ¡eres un maldito bastardo! -le escupio mientras lloraba. No imaginaba eso, no podia creer lo que su mente le mostraba. Escenas donde sufrian a manos de ese platinado. -¡te odio con mi vida Malfoy!

-El sentimiento es mutuo, Granger. -se rio con sorna. -Ahora, dejame salir de aqui, por las buenas...Ó-relamio su labio partido. -tendremos problemas. Ademas estas sola, no esta tu queridisimo san popotter que te saque de esta.

-yo puedo defenderme sola. -dijo para luego mandarle un hechizo para adormilarlo una vez mas, cosa que no previo el rubio cayendo inconsiente otra vez. 


Se quedó mirando un punto de nuevo, Malfoy acababa de matar los padres de Fred y George, sin mencionar a la traicionera de Ginevra y Ronald. La persona que tenía al frente era un monstruo, y debía ser tratado como tal. Empezó a conjurar unos hechizos de protección contra el de magia oscura, no tan potente pero que más sin embargo la dejo demasiado cansada.

-*-

Voldemort estaba furioso, Malfoy había frustrado su misión colocando a todos en peligro, aunque tenía cierta confianza en el rubio, pero sabía que esa sangre imunda podría sacarle ciertas palabras y eso no le convenía. Le dijo a la comadreja que fue por él una vez más y le ayudase con Zabini, lo cual acabo algo estúpidamente mal, la comadreja se quedó matando a sus propios padres, dejando así traidores a la sangre muertos y eso no le convenía, pues necesitaba mantener con vida las personas de su linaje, dejando así solo a Zabini, quien fue el único que ayudo a Malfoy cuando lo necesito.

-Por tu necedad de llamar la atención, han atrapado a mi mejor súbdito.-dijo frio mientras se tocaba sus manos.

-No es mi culpa que el huroncito haya querido ir solo y nosotros fuéramos a su rescate.-dijo con rabia.-además, ya le mostré mi lealtad matando a mis padres.

-¡Algo idiota de tu parte Ronald! No ves que fue un desperdicio de sangre, bien pudimos atraparlos y tenerlos con vida para que engendraran más sangres puras y mira lo que has hecho, imbécil.-dijo tranquilo mirando su varita de sauco. Necesitaba ver que le pasaba pues no sentía totalmente su poder.

-¿Mi señor, que haremos con Draco?-pregunto Zabini con algo de presentimiento malo.

-¡Esperemos a que nos encuentren y nos destruyan para que todo vuelva a colocarse de cabeza!-dijo con obviedad. –Irán ustedes y cuatro más en busca de él, mañana salen y los espero a más tardar diez días...si no iré yo mismo por ustedes y sus cabezas.-sin decir más salió dando la vuelta con su porte de elegancia y cortante. Zabini quedo mirando a Ronald con toda la rabia posible.

-Gracias a ti estúpido ahora tendremos que volver a ir por el.-dijo con desagrado mientras que el pelirrojo comenzaba a enojarse.

-¡Culpa mía no fue!-grito.

-Bastardo. Debiste quedarte en el bando de Potter.-salió de allí echando humo, no sabían a donde se dirigieron y solo tenían diez días, aparte de que trabajaría con unos incompetentes que no servían para nada. –Gracias Merlín.-dijo para sus adentros.

Mientras tanto, en las mazmorras alguien cuidaba en secreto de Luna y Nott.

-Gracias Lux por cuidarnos.-dijo Luna mientras el elfo domestico les sonreía con algo de lastima.

-Mi amo ha pedido a Lux no dejarlos morir.-dijo con tono triste.

-¿Quién es tu amo?-pregunto Nott con algo de recelo.

-Mi amo no me permite decirles quien es. Podría regañar y castigar feo a Lux. Lux no quiere eso.-dijo con miedo en la mirada.

-Pues quien nos esté ayudando no creo que sea una dulzura Luna, no te confíes.-dijo Nott intentándose levantar, pero sus cadenas se lo impedían.- ¿hasta cuándo nos tendrán en este maldito y asqueroso lugar?-dijo con desespero.

-No lo sé Nott...-dijo Luna sin esperanzas. –necesitamos a Herms y nada que aparece.

-El elfo Lux los dejara, alguien se aproxima.-desapareció en un "plop" dejando en separación la pareja, cada uno tomo por su lado y en momentos se abrió la puerta de las mazmorras.

-Buenos días, ¿Cómo están hoy?-pregunto el señor tenebroso con aire de superioridad. Luna y Nott lo miraban con recelo. La primera en hablar fue ella.

-Mejor que ayer. –dijo mirándolo con una sonrisa de oreja a oreja que enojo a Voldemort.

-Me alegra oírlo, Luna querida. –avanzo y abrió las puertas de la "cárcel" donde estaban, quito las cadenas de Luna y la saco de allí dejando al chico con ganas de lanzarle miles de imperdonables.

-¿Qué harás con ella maldito bastardo?-escupió sin necesidad de tener miedo. La adrenalina corría por sus venas.

-Es un desperdicio de sangre tenerla aquí, la casare con uno de mis súbditos y luego engendrara más hijos con sangre pura, necesito volver a tomar el control de todos los que hemos perdido y desaparecer a esos jodidos sangre sucias.-sonrió de lado mirando la cara de pánico en Nott.-pude casarla contigo sabes, pero me has demostrado ser tan pésimo seguidor que quiero hacerte sufrir viendo como alguien más desposa a tu quería Lovegood.

-¡No! ¡Déjeme morir aquí pero no me haga eso! ¡Colóqueme un avada!-intentaba alejarse de las manos del señor tenebroso pero le era imposible.

-¿Y porque haría eso pequeña Lovegood? ¿Acaso te lo mereces? No creo.-dijo y sonrió con descaro. –Adiós Nott.-y salió con la pequeña Luna echa un llanto dejando a un cabreado mortifago tras las cadenas.

-Me las pagaras y muy caras Ryddle.-susurro mientras lanzaba puños a todos lados.

Zabini caminaba de un lado a otro, ¿a quién se suponía que debía llevar para el rescate del dragón? Tal vez debería dejarle ese trabajo a la comadreja pero con lo inservible que era, podría terminar matándolos a los dos.

Caminaba por los pasillos deshabitados de Hogwarts. Hasta que llego a un salón donde estaban entrenando unos chicos de su edad, entre ellos, Deán.

-Necesito tu culo aquí ahora mismo y llama a tres más que los consideres fieles y buenos en lo que hacen.-dijo Zabini mientras que Dean solo obedecía.

Al cabo de unos minutos llegaron los cuatro.-Bien, mañana partiremos en búsqueda de san Potter, su sangre sucia y los traicioneros a la sangre, sin mencionar a Malfoy.

-¿y que hace Malfoy allá?¿no puede solo? –dijo un moreno alto. Zabini lo observo de arriba abajo y se acercó a él, tomándolo de la camisa en la parte superior del cuello y alzándolo del suelo.

-El que Malfoy este allá no te concierne, solo seguirás órdenes para tu fiel señor Voldemort y lo que yo te diga. Si no te gusta habla de una buena ves para que te mande con él y te haga pagar tus incesantes.

El no dijo nada, se limitó a callarse la boca y asentir con la cabeza.-y si alguien más tiene algo que aportar que no sirva para nada díganmelo de una buena ves para jondear sus jodidos traseros a las mazmorras y no se les tenga más compasión, pedazos de mestizos mal olientos.

Dejando así, Zabini salió de allí directo a su dormitorio, tenía que descansar pues mañana sería un día largo.

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Reinado Maldito. [Fanfic Dramione]  🌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora