Capítulo 11

12 2 1
                                    

-UNA SEMANA MÁS TARDE: NARRA ANNE-

Desde aquel día, no volví a hablar con Jeongmin. Aunque intento marcar a su teléfono, al final termino retractándome. No ha vuelto a pasar por la floristería y aunque sé que no va a venir al medio día como solía hacer antes, lo seguía esperando. Estaba en el trabajo cuando escuché a la señora Cho avisarme que me fuera a almorzar. Caminé a un pequeño mercado y compré fideos instantáneos. No tenía mucho apetito aunque la ansiedad que sentía de no saber nada de Jeongmin me consumía y comía aunque estuviera satisfecha. La hora de almuerzo avanzó y Jeongmin no apareció. Con desilusión me regresé a la floristería y continúe con mi día de trabajo. Esta segunda mitad de mi trabajo se me hizo lenta y aburrida. Pensaba en Jeongmin todo el tiempo y no podía concentrarme. La señora Cho me vio distraída y me pidió que me regresara a la casa. Obedecí porque de verdad no sentía ánimos de estar en público. Al llegar a mi casa, mi madre se sorprendió por regresar temprano.

Madre: ¿Por qué tan temprano? – se escuchaba preocupada

Anne: No me siento bien – subía las escaleras de la casa

Madre: ¿Que tienes? – me siguió hasta mi habitación

Anne: Estoy un poco cansada, solo quiero dormir – pedí

No quería hablar con nadie. Mi madre sabe que llevo días tristes pero no he dicho el porqué. Me sentía mal porque Jeongmin de la nada dejó de hablarme y aunque le envié mensajes, nunca responde. Mi madre me dejó sola, así como lo pedí y me quedé dormida. Desperté una hora más tarde porque escuché mi celular sonar. Creyendo que era un mensaje de Jeongmin corrí hasta donde lo había dejado para ver que era la notificación, pero solo era un mensaje de Hye Sun.

Mensaje: ¿Hoy no fuiste a trabajar? – preguntaba

Me había venido después del medio día y Hye Sun había pedido la mañana libre y casi siempre hablamos cuando no hay muchas ventas. Respondí intentando evitar más preguntas y luego me regresé a la cama. Pensé en enviarle otro mensaje a Jeongmin pero no quería sonar persistente y decidí esperar a que él mismo me buscara. Estuve varios días enviándole mensajes pero no respondía ninguno. Mi tiempo a solas no duró mucho cuando mi madre entró.

Madre: ¿No vas a comer? – se acercó a la cama

Me levanté y miré a mi madre. Ella sabía que estaba triste y además que siempre soy muy obvia cuando me entristezco.

Madre: Si no me dices que te pasa no sabré como aconsejarte – dijo

Le miré y una lágrima resbaló por mi mejilla. Justo cuando me doy cuenta de lo que siento por Jeongmin pasa todo esto. Me culpaba por no haberme dado cuenta antes, quizás ahora nada fuera tan difícil. No podía hablar aunque quisiera. Ni si quiera para quejarme de lo tonta que fui ignorando mis sentimientos. Mi madre no insistió en preguntarme más que me pasaba y solo me dio un fuerte abrazo.

Madre: Sea lo que te pase, podrás resolverlo, tengo una hija muy inteligente – dijo

Solo lloré en silencio mientras mi madre me abrazaba y trataba de consolarme aunque no decía nada de lo que me pasaba. Una vez que me tranquilicé, bajé para comer algo antes de irme a dormir. Allí vi a Darla junto a Henry. Mi hermano me ignoró y siguió hablando con Darla. Si ya me sentía mal, ver que mi hermano me ignoró por esta fulana que solo ha venido a intentar dañarme la existencia. Seguí mi camino y preparé un poco de sopas de pollo. Luego me senté a comer y escuché la conversación poco interesante de mi hermano con Darla. Parecía que Darla se burlaba de mi manera de ser y mi hermano le reía la gracia. Una vez que terminé de comer, me levanté y antes de regresarme a mi habitación mi hermano me detiene.

Granada al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora