Capítulo 15

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-NARRA ANNE-

Luego que el presidente de la empresa se dispusiera a hablarme de las ideas de estos chicos, decidí regresarme a donde me estoy quedando. Antes marcharme, me detiene invitándome a tomar un café pero yo solo quería regresarme. Mi manejador se fue a buscar un taxi mientras me quede en la empresa terminando de poner algunas cosas claras. Cuando decido salir, escucho que alguien menciona mi nombre.

JM: Anne – dijo mi nombre

Voltee a ver que quería y este aprovechó que estaba sola en el lobby de la empresa.

JM: Donde estuviste todo este tiempo – preguntó

Anne: Eso que te importa – respondí

JM: Desapareciste sin decir nada – dijo

Anne: Tú te lo buscaste – respondí

JM: Porque – preguntó

Anne: No preguntes tanto – respondí

JM: ¿Porque te alejas, porque me tratas así? – preguntó

Anne: Déjame en paz, así como en esa reunión fingiste que no me conoce, finge el resto de mi estadía en Corea que no me conoces, olvídate de mi nombre, olvídate de mí, olvídate que algún día fuimos algo – dije

JM: Anne – repitió mi nombre

En ese momento llegó el manejador a buscarme. Rápido me di la vuelta y salí para no voltear a mirarlo. En el camino de regreso a donde me quedo, el manejador se dio cuenta que me pasaba algo y también me bombardeo de preguntas frecuentes. Me dolía la cabeza y mi mal humor me lo desquite con él.

Anne: Cállate la boca y no preguntes mas – dije

Manejador: ¿Qué te pasa? – preguntó

Anne: Me pasa de todo y no quiero ahora darte explicaciones, solo eres mi manejador no mi esposo – respondí

Manejador: Entiendo – respondió

Una vez que llegamos a la casa donde me quedo, entré primero y me encerré en mi habitación. No me fijé si Ken estaba en la casa, solo me dediqué a intentar que me dejaran tranquila lo que restaba de día. Entré a ducharme porque me sentía estresada. La verdad mi corazón se agito tanto cuando volví a ver a Jeongmin. Estaba molesta, posiblemente conmigo misma y traté de tranquilizarme mientras me duchaba. Una vez más tranquila, salí y me dirigí a mi habitación a acostarme en la cama. Me esperaba días largos y tener que ir todos los días por las próximas dos semanas era demasiado para lo que quería. Solo quiero regresarme a Francia y hasta los próximos meses esto no será posible. No quería salir, así que tomé mi libreta y me senté en mi escritorio para ir iniciando los bocetos de lo que se me había pedido para que diseñara. Mientras dibujaba, Ken toca detrás de la puerta.

Ken: ¿No vas a cenar? – preguntó parado en la puerta

Anne: No tengo hambre – respondí

Ken: Te saltaste el almuerzo, debería comer aunque sea un poco de sopas – dijo

Anne: Dije que no tengo hambre, iré a comer cuando se me antoje algo – respondí

Ken: Esta bien – dijo para darse la vuelta

Seguí dibujando, a pesar de que tenía un boceto casi listo, no me gustaba lo que dibujaba y tiré el papel. Me estaba obligando a trabajar en algo que de verdad no quería. Se supone que soy diseñadora de moda, no diseñadora de conceptos de una empresa. Frustrada guardé mi libreta y tomé mi celular para mirar la hora. Desbloquee la pantalla para mirar que hay de nuevo en las redes sociales. Tenía varias notificaciones, pero no leí ninguna. Rápido me aburrí y tiré a un lado mi teléfono. Suspiré y decidí salir. Allí vi a Ken y al manejador comer.

Granada al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora