Capítulo 12

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-UNA SEMANA MÁS TARDE-

Ha sido una larga semana de trámites y papeleos para irme a estudiar a Francia como tengo planeado. Hoy, a las 10:30 de la noche tomo un avión para llegar a mi destino. Preparando la maleta, mi madre aparece frente a mí.

Madre: ¿Estás segura de esto? – se escuchaba preocupada

Anne: Muy segura – voltee a mirar a mi madre – es lo mejor para mí, por ahora – comenté

Madre: Si necesitas ayuda económica no dudes en llamarnos – dijo

Anne: No me he ido y ya estas preocupada por eso – intente no llorar

Mi madre se acercó y me dio abrazo. Intenté no llorar pero fue un intento en vano. Desde que perdí a mis padres en aquel accidente cuando era niña, viví muy apegada a esta familia y jamás me separé de mis padres adoptivos, y esta vez es la primera que me alejo de ellos por un tiempo.

Madre: Prepararé tu plato favorito – dijo – baja a cenar con nosotros antes que te vayas – pidió

Prometí tener la última cena con mi familia ya que era la última vez que los iba a ver y además es mi plato favorito que no probaré dentro de mucho tiempo. Luego mi madre bajó a cocinar la cena. Yo me quedé en la habitación y Abel me vio recoger mis cosas. Se acercó y se sentó en la cama a mirarme.

Abel: ¿Sigues enojada con Henry? – preguntó

Anne: No creo que se llame enojo – dije sin mirarlo

Abel: ¿Entonces qué es? – preguntó

Anne: Yo lo llamaría desilusión – respondí

Abel no dijo nada y solo me pidió que me mantuviera en contacto con la familia. Voltee a mirarlo y parecía más afectado que yo por las cosas que han estado pasando. Abel se levantó de la cama y me dio un fuerte abrazo.

Abel: Cuando llegaste a nuestra familia eras pequeña e indefensa, fue difícil adaptarme a ti pero al final logré verte como mi hermana menor – sollozaba – espero que por las peleas que tuviste con Henry jamás te alejen de nosotros – dijo

Me alejé de Abel y le miré. Sabía que él se sentía muy triste por mi decisión, pero no solo lo hago para huir de lo que me provoco mucho sufrimiento, también quiero mejorar mi estilo de vida que parece desagradarle a muchos e incluso a mí. Acompañada de Abel baje para comer la cena como había prometido. Allí Henry brillo por su ausencia.

Abel: Henry no va a venir – preguntó

Madre: Dijo que regresaba tarde del trabajo – respondió

Con resignación todos comimos en silencio a pesar que esto significaba una despedida. Una vez satisfechos, nos quedamos en la mesa mirándonos uno a los otros. A mamá aunque le prometí llamarla una vez en semana seguía notándose su rostro de preocupación. Papá aunque no decía nada se notaba preocupado y Abel parecía entristecido. Intenté motivar el ambiente decaído que había entre nosotros pero mis intentos fueron en vano. Salían sonrisas fingidas y sus miradas anunciaban que les parecía difícil este momento. Las horas pasaron sin remordimientos desde que comimos juntos el almuerzo. Íbamos de camino al aeropuerto cuando prendí mi teléfono tenía un mensaje de la Señora Cho.

Señora Cho: No importa a donde te dirijas y que decidas hacer con tu vida, siempre sé mejor persona. Sé que te tomó todo esto de sorpresa y el darte cuenta de tus sentimientos por ese chico te hizo sentir vulnerable pero sé que podrás encontrar una respuesta a tus preguntas. Sé siempre la misma que has sido ahora, y nunca olvides que eres valiosa y con un enorme corazón con miles de cosas que ofrecer. Te deseo el mejor de los éxitos – escribió

Granada al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora