Mi querido amigo.
Escucho Noche Acosador por los auriculares, veo mi sombra reflejada en el suelo, es una tarde cálida pero siento que me congelo, con cada acción matas mi llama; me pregunto si fui cobarde al huir de aquella escena; siempre aquí después de todo, volviendo a escribir de ti pero me estoy cansando de no ser nada, nada para ti.
Siempre escuche eso de que se cosecha lo que se siembra, pero tú no me das los frutos, sólo pequeñas migajas que no me satisfacen.
Dicen también que uno acepta el amor que cree merecer, no me merezco esto pero tampoco puedo decirle a mi sentimientos que dejen de pertenecerte, ¿cómo se consigue olvidar?, el tiempo es la mejor medicina pero también la más dolorosa, quizás sea hora de rendirme y dejar que lo que siento por ti se muera, aunque se lleve un trozo de mí.
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Te dedico mi último verso.
Romance¿Nunca han sentido esa opresión en el pecho que les impide decir lo que sienten?, pues yo la siento constantemente. Siempre quise ser escritora,es la única forma por la que no siento miedo, quizás escribirte las cartas que nunca leerás podrían ser...