6.- Desilución...

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Bruno

Era de noche y por alguna razón Matías me había invitado a salir, desde ayer en la noche que empezamos a hablar podría decirse que éramos ¿amigos?

—Siento llegar tarde —se disculpó acomodando sus gafas.

—No fue tu culpa, yo llegué muy temprano —dije esbozando una sonrisa, él la devolvió —¿Para qué me llamaste?

—Pensé que estarías deprimido por lo de Patrick y quería que te diviertas —desmintió, peinado sus rojizos cabellos.

Así fue que adelantó a caminar por las iluminadas calles.

—¡Espérame! —exclame siguiéndole por detrás.

Caminamos hasta la estación de buses y nos sentamos en las bancas para esperar.

—¿Desde cuándo te gusta Patrick?— pregunto volteando su cuerpo para tomarme atención.

—Eh...desde que íbamos en secundaria...cuando íbamos en el colegio, siempre estábamos juntos pero llegó una chica y otra y otra, no podíamos estar juntos...no fue casualidad que estemos en la misma universidad, porque hice todo lo posible para ingresar a la que él postuló, pero ahora todo se arruino...una vez me beso, hasta ahora dudo si fue un sueño o no, pero no sentí nada, siempre pensé que besarlo sería algo mágico así que supongo que fue un sueño —conté jugando nervioso con mis dedos.

—Ya veo...—dijo mirando a la autopista —este es el bus, vamos a subir —se paró, del bus bajaron muchas personas y de ahí subimos nosotros.

Nos sentamos en los últimos asientos, y el bus comenzó a avanzar.

—Y.... que pasara si te dijera que Patrick es gay —supuso el pelirrojo, tirando la cabeza para atrás.

—Te diría que es mentira —hable, sacándole la lengua.

—Y ¿Si fuera verdad? —volvió a preguntar.

—Pues si lo fuera, lo intentaría de nuevo —confesé rascándome la mejilla.

—Eres muy terco ¿verdad? —rio, agachando la cabeza —me gusta tu entusiasmo.

—Gracias...

Después de pagar la tarifa, bajamos donde sería el lugar que me llevaba Matías, delante de nosotros estaba una gran heladería.

—Amo el helado —dije apachurrando mis mejillas.

—Sí, tienes cara de que te gusten —bromeo entrando a ese lugar donde se me hacía agua la boca de solo leer el nombre, lo seguí y nos sentamos en una de las mesas.

Un joven se nos acercó y colocó las cartas en la mesa.

—Buenas noches, ¿Quieren alguna recomendación?— preguntó el joven mirando atento su agenda.

—No, pero me gustaría pedir una copa havana de chocolate— pidió Matías serio.

—¿Usted joven? —pregunto apuntando el pedido de mi amigo en su agenda.

Mire la carta y vi una linda copa con un gatito de helado y me dieron una ganas tremendas de pedirlo, pero a la vez vergüenza de que ambos se burlaran de mí.

Mire el número de pedido "45" así que para que Matías no se burlara de mí hasta que traigan el helado...

—El 45 —contesté cerrando la carta.

—¿Habla del "Miau Cat"? El helado con cara de gato —aclaró anotando en su libreta.

—S-sí —asentí, mientras que el joven se iba.

El PUTO (yaoi-gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora