Extra 1.4

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Ustedes son malos, uwu, me ha dicho muchos nombres hermosos y ya no ni por cual decidir.

—♥—

— Él... ¿donde está ahora? —Admito que se me hacía raro que sus ojos brillaran a tal forma que daba la ilusión de parecía que Kate quería llorar, lo cual era algo extraño, y en parte, aunque sonara egoísta, también  estaba el lado de que podría confirmar mis sospechas.

— Aquí, en este hotel —respondí confundido y al instante ella miró hacia nuestro alrededor mientras se colocaba de nuevo los lentes. Intuí que lo estaba buscando.

— Ven. —Con rapidez tomó mi mano y me arrastró consigo hasta llevarme a una piscina un tanto solitaria. Ella se metió pero yo solo le limité a sentarme en la orilla tan solo mojando los pies.

— No entiendo. —Pensé en voz alta y le miré confundido cuando comenzó a lavarse la cara con el agua de la piscina.

Katherine tan solo sonrió a medias.

— ¿Cuantos años crees que aparento? —Abrí la boca sorprendido de su pregunta, ¡¿eso qué importaba?!

Respira, Louis, respira. Profundo.

— Unos cuantos... —Fruncí el ceño—, me parece que no pasas de los veinticinco.

Ella hizo una mueca, tal vez ni había acertado. Pero yo era malo calculando.

— Tengo diecinueve años. —Rió ante la cara de desconcierto que había puesto en ese instante. ¿Tan joven pero tan... linda?

Bajé la mirada apenado.

— Oye. Mira. —Soltó un suspiro hondo. Yo posé mis ojos en Kate—. No creo que sea muy... conveniente que lo hayas escogido de Alfa. Ni siquiera sé si Harry tiene la capacidad para haber nacido como uno. ¿Sabes?, él no tiene que estar en ese jodido colegio, Louis. Un alfa —hizo comillas con sus dedos— como Louis, él ni siquiera merece ser llamado así. No tiene la capacidad ni la madurez....

Me ofendí ante sus palabras. ¿Qué quería decir con eso?, ella no sabía nada de nosotros, nada de nuestra relación, de nuestros sentimientos, ¡¿cómo podía pensar así?!

Levanté la cara para mirarle de frente un tanto molesto y muy ofendido, así que hice amago de levantarme. Ya no sentía que valiera la pena hablar con ella. ¡¿Qué coño pensaba para decir eso?!

— Louis, no te enojes. Lo digo por tu bien. Es lo que pien-...

— No, Katherine. —Me di la vuelta dándole la espalda al levantarme; estaba respirando profundo para no cometer alguna imprudencia contra su persona—. Con las cosas entre un alfa y un omega no tienes derecho a meterte. Eso que has dicho ha sido un golpe muy bajo, ¿sabes? —Toqué mi pecho de forma inconsciente y comencé a caminar. Solo escuché un suspiro audible.

—♥—


Entré a la habitación del hotel azotando un tanto fuerte la puerta, las palabras de Katherine aún rondaban en mi cabeza. ¿Qué insinuaba?, ¿qué Harry no merecía ser alfa o que él estaría mejor siendo (como la mayoría les decían) un beta?, jadee asustado; eso ni hablar. Eso no podía ni pensarlo. Eso quería decir que entre Harry y yo no podría..., que yo no podría tener un bebé suyo.

Ella... ¿estaba enamorada de él o sus palabras habrán sido ciertas?, tal vez solo fueron palabras que ni siquiera pensó. Tal vez solo quería confundirme más. Jodidamente genial.

Suspiré profundo al oír pasos cercanos a mi. Cuando me di la vuelta me di cuenta de que Harry parecía haber llorado, ya que sus ojos se encontraban rojos (sin decir que también algo irritados) y de vez en cuando encogía su nariz.

— ¿Louis?, has venido temprano. —Me dedicó una de sus tiernas sonrisas que marcaban sus hoyuelos, antes de acercarse para besarme. Le correspondí un tanto cohibido—. ¿Estás bien, amor? —Primero limpió su rostro un poco y volvió a subir la cabeza.

Sonreí enternecido al sentir su mano acariciar mi vientre, sus dedos se deslizaban con gracia y con un toque de ternura..., como si mi piel fuera delicada en esa zona.

— Estoy bien. —Le di un pequeño piquito y rodeé su cuello con mis brazos, al instante sentí como rodeaba mi cintura. Ignoré el estado de su rostro, supongo que no quería hablar de eso—. ¿Cómo sabes que hay alguien dentro? —Se me hacía extraño, mi estómago podía sentirse un poco duro, pero aún no habían signos de embarazo.

— Fácil, cielo. Soy tu alfa.

Soy tu alfa. Esas palabras nunca me habían sonado tan bonitas en ningún momento. Si Harry era mi alfa entonces me estaba preocupando por nada, digo, yo (casi) siempre llevaba al límite todo, no tenía razón para montar un númerito en mi cabeza, ni para desconfiar de él, (y más le valía no engañarme o en serio le dejo sin pelotas)

— Apuesto a que tengo que agradecer el estar feliz porque lleves un hijo mío dentro tuyo en estos momentos —susurró contra mi oreja antes de lamerla. Jadeé—. Creo que sea lo que sea que pienses, soy yo el perjudicado. —Rió.

Le seguí la risita—. Puede que no. Así que ten cuidado. —Apreté su entrepierna para me soltara. Cuando soltó un gemido llevó una mano a su miembro más no me soltó—. Harry.

— Louis.

— Suélta...

—... me. —susurró divertido, terminando mi palabra anterior. Sus manos timaron las mías para llevarlas a sus labios—. No lo haré.

Hice un morrito e intenté soltarme, más solo logré quedar acostado en la cama con mi alfa besado mi vientre, sus dedos habían subido mi camisa, y agradecía en estos momentos no portar mi falda.

Bufé.

— Maldito. —Bajé la mirada al sentir sus besitos, me hacían cosquillas—. Eres un maldito bipolar, ¿sabías?, últimamente no entiendo lo que te pasa.

Su ceño se frunció con diversión, más no respondió, solo volvió a besar mi vientre mientras susurraba cosas que me mataban de ternura.

Tomé de su cabeza y rodee su cintura con mis piernas.

— Ni siquiera lo pienses —insté al notar sus dedos acariciar mi entrada por encima del short. Susurró una pequeña maldición y apartó para mi suerte su mano de ahí y subió su boca a mi vientre de nuevo—. Harry.

— ¿Huh?

— ¿Quien es Katherine?

Al instante, igual que Kate, su cuerpo no tardó en tensarse.

Solo un recuerdo más【Ls】| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora