Extra 1.6

2.4K 217 81
                                    

Hoy cambiaremos de narrador ya que es Louis quien interpreta sus sentimientos y su relato. ¡Os doy permiso de insultarme!

×××

Harry

Era algo tan jodidamente genial al pensar que mi ahora odioso pasado era el causante de que mi pequeño omega estuviera enojado, furioso, dolido —o quien sabe que más cosas— conmigo justamente en estos momentos.

Ese característico —aunque raro, por así decirlo— ceño fruncido me decía que su mente maquinaba cientos de cosas y a juzgar por su tierno puchero que temblaba con levedad, me confirmaban que no eran nada buenos esos pensamientos que atacaban su cabecita.

Suspiré profundo. Hubiera aceptado cuando LouLou me sugirió ir a otro hotel, joder.

— ¿Y bien? —Su voz insistente me hizo voltear a su rostro, y luché contra mis instintos de gritar o de suplicar que no me obligara a decirlo.

— Yo... —titubeé, ¿cómo comenzar?, ¿cómo decir lo que hay entre Kate y yo?. A pesar de que no quería decirlo no toleraba —ni soportaba— en estos momentos ver como esas lágrimas rodaban por sus mejillas.

Con suavidad las retiré con mis dedos y sonreí de lado con nerviosismo, aunque por dentro tenía semerendas ganas de salir corriendo y no responder a su pregunta... más bien queja.

— Kate y yo somos de la misma edad, aunque ella es mayor que yo por diez minutos. —Cerré mis ojos por unos instantes—. Mi padre es, obviamente, un alfa, pero se junto con la "beta" que fue mi madre, en vez de un omega. Ambos no llegaron a casarse, pero si fueron felices por el poco tiempo que pudieron estar juntos. Sino mal recuerdo fueron tres años. Mi madre se llamaba Anne y junto con mi padre tuvieron dos hijos. Pero desgraciadamente ellos se separaron al cuarto año que estuvieron juntos, (segundo de los bebés)

» Mi padre, como alfa de una familia que no pertenecía a los betas, tuvo que separarse de mi madre. Pero ante eso hubo un conflicto ya que mi padre no quería marcar a nadie porque amaba a Anne. Por eso, aunque les doliera y supieran que estaba mal, separaron a los bebés quedándose él con el niño y ella con la niña.

» Por supuesto que ambos se distanciaron por obligación ya que mis abuelos no los querían ver juntos por nada, y..., diay, poco a poco siguieron sus vidas aunque cada quien con un recuerdo del otro. Los bebés.

Levanté la cabeza para mirarle, Louis se mantenía callado, y aunque me preocupara su silencio me reconfortaba el hecho de que haya dejado de llorar. Solo mantenía los ojos fijos en mi y en su tierno pensar había agarrado mis manos para llevarlas a sus labios. Así estaba desde que empecé a hablar.

— Sigue —instó con voz suave. Asentí suspirando.

— Al final papá terminó marcando a Joshua, mi padrastro y antes viejo amigo de mi padre; así ambos permanecen juntos hasta ahora, claro. Parece que él olvidó a mamá pero solo Joshua y yo sabemos cuan difícil fue que dejara el pasado atrás. Por eso nadie comenta nada de esos días.

De niño, cuando no había marcado aun a Joshua, papá se la pasaba llorando por mamá. En las noches, desde mi habitación podía oír sus sollozos y el como la llamaba entre su llanto.

Conocí a Kate cuando yo tenía unos seis años casi recién cumplidos. Recuerdo que fue en un hermoso parque donde la vi a ella llorando porque unos tontos le habían hecho una zancadilla. Siempre había sido una niña poco optimista pero un tanto orgullosa. Ambos nos hicimos amigos desde ese día pues me había contado que estaba perdida y yo le ayudé a regresar. Ella me contó que su madre había muerto un par de años atrás por depresión y ella se había venido a vivir con una tía que había conocido desde chiquita. Claro que ella, osea la tía, no era hermana de su madre, sino de su padre desaparecido.

» Estuvimos el uno para el otro desde niños hasta la adolescencia. Ella vivía muy lejos de mi casa y por eso solo nos veíamos en el parque y en la escuela. Ella era una beta y yo siendo un alfa me sentía mal cuando ella me besaba la mejilla o me sonreía porque pues... porque yo ya estaba enamorado de ella. —Sentí como Louis se tensaba entre mi regazo y de inmediato proseguí para enmendarlo.

— ¿C-Cómo se enteraron... d-digo, como se hicieron n-novios? —Le miré entre sorprendido y avergonzado, su mirada se veía vidriosa de nuevo. No quería seguir, me sentía muy culpable por eso.

— Bueno, fue fácil ser novios —admití algo apenado—. Estaba con un amigo en el parque. Le confesé de mis sentimientos por Kate a un amigo y el muy condenado la tenía escondida detrás de un árbol que manteníamos cerca. Cuando ella me escuchó pegó un grito y pues... ya debes de intuir el resto. —Me encogí de hombros y aparté la mirada, no me gustaba ver la forma en la que sus ojos inspeccionaban mi rostro.

— Se hicieron novios ese día. —Sus manos dejaron de sostener las mías y las llevó a su boca, sin embargo pude oír el sollozo que sus labios soltaron. A este punto yo ya tenía la voz flaqueada pero luchaba por no empezar a tartamudear—. ¿Q-Qué más?

— L-Lou. —Me callé de inmediato al notar como me recriminaba con la mirada para, con la misma, insistir que siguiera.

Omega masoquista hijo de la... loba.

— Si insistes —gruñí haciendo un moín—. No pasó mucho para que yo la presentara ante papá como mi novia. Creo que fueron unos cinco meses. Pero, cuando estuvieron frente a frente... noté como entre Katherine y él se creaba un tipo de ambiente incómodo ya que ambos se veían con sorpresa marcada en sus rostros.

» “¿Pasa algo?”, recuerdo que había preguntado un tanto cohibido. Papá simplemente negó y echó a Katherine de la casa con voz dura y exigente. Eso me enfureció mucho y le pregunté recriminándole que por qué yo no podía tener a una beta de pareja si él la había tenido. Me arrepentí de decirlo, pues era obvio que el tema de mamá siempre le dolería.

» Él solo se quedó callado, volviendo a repetir que prohibía toda relación sentimental que yo quisiera tener con Kate. Que sí podíamos ser amigos pero que de allí no pasaríamos NUNCA. —Al decir la ultima palabra la exageré, recordando que él la había dicho de esa forma, exagerada pero con un tono tan serio como nunca le había visto antes.

» Cuando desperté al día siguiente, papá había sido el encargado de haberme traído el desayuno. Se miraba pensativo, en sus manos traía un sobre. Me lo entregó cuando terminé de comer. Dentro había una carta de... mamá y unas cuantas fotos de cuando ambos aun estaban juntos.

» Al final noté una foto que estaba pegada al borde derecho de la caja. Eran mamá y... Kate. —Los ojos comenzaban a picarme, así como comenzaban unas tremendas ganas de vomitar y de devolver el cóctel que ingerí hacia no mucho—. Papá me dijo que Anne le había mandado una foto de Katherine unos meses atrás pero que cuando él le había mandado una mía, unos meses después... se dio cuenta de que ella murió... aunque no quiso contarme la razón.

— K-Katherine... es mi hermana. —En ese momento sentí el cuerpo de mi pequeño temblar encima de mi, cuando divisé su rostro noté como soltaba pequeños balbuceos, sus ojos me miraban sorprendidos en una rara mueca.

Me tapé la boca con las manos al terminar de decirlo. Me odiaba a mí mismo. Me había acostado con mi propia hermana, con alguien de mi sangre. Era simplemente asqueroso, algo inaudito.

Por eso me alejé de ella, porque a pesar de todo en ese momento yo la seguía amando. Y como nuestra relación era imposible en muchos sentidos, opté por alejarla de mi. Nunca pensé en volverla a ver.

×××

*Se sienta a esperar las quejas*.

Solo un recuerdo más【Ls】| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora