El luto por la princesa Rhaenys fue breve pues tras perder dos dragones en combate, la ventaja de Rhaenyra se disipaba como la niebla matutina y la mente de la reina tornó de la tristeza a una ira sin paragón, ya mucho se le había quitado y ahora ella respondería con fuego y para asegurarse de que nadie tocase a sus hijos, Rhaenyra mandó lejos a sus dos pequeños, Viserys y Aegon.
Para su suerte durante los siglos la casa Targaryen derramó en Rocadragón algo más que sangre y autoridad, sino que también habían concebido innumerables hijos. Así que la reina mandó a mensajeros a toda la isla prometiendo oro y títulos a cualquiera que domara a alguno de los seis dragones, estos bastardos fueron llamados "semillas del dragón".
Y en tropel decenas acudieron a la llamada de Rhaenyra, aunque la mayoría de los valientes en vez de ser jinetes de dragones acabaron como aperitivo para dragones. Uno tras otro acudían y uno tras otro eran devorados y tal vez las bestias estaban o bien saciadas de carne o bien aburridas pues cuatro de ellos aceptaron jinete.
El joven bastardo de Marcaderiva, Addam Velaryon fue ligado a Bruma. Hugh Martillo domó al gran Vermithor, Ala de plata tomó como jinete a Ulf el blanco y la joven Ortigas montó a Robaovejas.
Por fin la felicidad volvió a la cara de la reina, con tal número de dragones ella no podía volver a perder. Pero nuevamente los dioses demostraron su recelo a la reina de Rocadragón pues varios días después su hijo pequeño, Aegon volvió a casa a lomos de su moribundo dragón, Borrasca.
Sus hermanos y madre fueron corriendo a la playa en su busca.
-¡Aegon!- Gritó Rhaenyra mientras cogía a su pequeño en brazos y lo estrechaba delicadamente contra su pecho- ¿Que ha pasado, y tu hermano?
-Una flo...ta de los Ve...r...des nos atacó, monté a Borrasca y no lo...pude salvar- Sollozó el joven antes de que el maestre se lo llevase para sanarlo.
Entonces el príncipe Jacaerys gritó con toda su fuerza- ¡Los mataré a todos. Vermax!-Entonces el dragón del heredero de Rhaenyra aterrizó en la playa.
-¡Jake, quédate aquí hijo!- Pidió desesperada Rhaenyra.
El joven hizo caso omiso de las órdenes de su madre y Vermax alzó furioso el vuelo. Su hermano, el príncipe Joffrey trató de unirse a su hermano para vengar a Viserys pero Addam Velaryon y Baela Targaryen quienes estaban en la playa lo detuvieron.
-Addam, reúne a los demás y ve a por Jacaerys, traedme a mi hijo vivo ¡Marchaos ya!
-Como ordene mi reina-Habló Addam haciendo una reverencia para acto seguido correr hasta la fortaleza, traería al príncipe de vuelta y demostraría que no todos los bastardos son desleales, jura por los dioses antiguos y los nuevos que su príncipe volverá a Rocadragón junto a su madre.
Jacaerys divisó la poderosa armada de los verdes enfrentándose aún a la armada de los negros que debían proteger a su hermano.
-Dracarys- Gritó el príncipe y Vermax empezó a quemar todo barco a su alcance.
Entonces desde uno de los navíos una descarga de flechas se dirigió hacia el dragón pero este las esquivó casi todas, recibiendo algunas en el vientre.
La batalla era horrorosa, decenas de barcos se hundían entre las mareas del Aguasnegras mientras que las aguas de la bahía tornaban al rojo de la sangre derramada. Las flechas volaban, cortaban el viento y en las cubiertas los hombres luchaban como animales despedazándose mutuamente.
El joven príncipe esquivaba como podía las flechas enemigas sobre su dragón pero Vermax estaba muy herido hasta el punto que la saeta de un escorpión le atravesó una pata y el dragón comenzaba a desangrarse.
Y contra todo pronóstico cuatro sombras mas negras que la misma noche sobrevolaban en lo alto la flota de los verdes. Entonces los semillas de dragón descendieron en picado quemando todo barco Verde a la vista, la batalla estaba ganada.
Todo enemigo de la reina Rhaenyra estaba siendo incinerado por las gloriosas llamas de los dragones. Jacaerys divisó a lo lejos un barco escapando de la masacre.
"Ahí estará el almirante" pensó el príncipe y dirigió a Vermax al ras del mar a dicha fragata.
- ¡Jacaerys, no. Vuelve!- Le gritó a lo lejos Ortigas desde su dragón mas el príncipe no le hizo caso pero la sombra de Bruma sobre ella reptó velozmente el cielo dirigiéndose a salvar al príncipe con el joven Velaryon.
Entonces cuando el joven príncipe se acercó más al navío, de su interior salieron decenas de ballesteros y lanceros. Jacaerys trató de alzar el vuelo para esquivarlos.
Pero entonces las saetas y flechas volaron y impactaron en Vermax y el cuerpo del príncipe. El abatido dragón estrelló contra el barco para pasar de largo y hundirse en las aguas.
-¡No!-Gritó Addam quien apenas estaba a unos metros. Entonces el furioso Bruma incineró rápidamente el barco mientras se dirigía a la zona donde Vermax se estaba hundiendo.
El bastardo de Marcaderiva saltó de su dragón hacia las aguas bajo la atónita mirada de sus compañeros.
Los semillas de dragón se aproximaron a Bruma quién mantenía en vuelo justo encima de donde Addam se sumergió.
-Tenemos que ir a buscarlo, ya-Dijo Ortigas y sus otros compañeros asintieron dispuestos a sumergirse, pero entonces Addam emergió de las aguas con algo entre los brazos.
Ortigas hizo descender a Robaovejas para que este agarrase a Addam con su pata y lo posicionase sobre el lomo de Bruma, entonces se vio con claridad lo que Addam llevaba en brazos, el cuerpo de Jacaerys.
-Volvamos a casa- Digo el Velaryon entre lágrimas amargas.
Rhaenyra escuchó el sonido de las alas de los dragones y llena de alegría corrió por los pasillos esperanzada por ver a su hijo. La reina se posicionó bajo el umbral de la puerta esperando a los jinetes en plena oscuridad. Pero las esperanza de su mirada se desvaneció cuando solo vio tres figuras de jinetes al frente y uno detrás cargando algo.
Los tres jinetes se arrodillaron temerosos ante su reina, mientras que Addam posicionó el cuerpo de Jake ante su reina para luego arrodillarse también.
-Luchó con valor, pero lo derribaron y lo engulló las aguas- al bastardo se le quebró la voz-Fui por él bajo el mar, pero ya estaba...ya estaba- No pudo seguir hablando, solo sollozó y bajó aun más la cabeza.
Entonces lo impensable sucedió, la reina se tiró al suelo y abrazó a Addam contra su pecho mientras lloraba.
-Addam...gra...cias. Gracias a ti, mi hijo ha vuelto a casa.
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Danza de Dragones
FanfictionComo toda danza esta empieza con un anciano y una muchacha, el rey y su heredera, la princesa Rhaenyra. Pero cuando el buen rey cerró los ojos por siempre, la reina Alicent proclamó a su hijo Aegon señor de los siete reinos mientras que su hijastra...