Expresiones Ocultas

Capitulo 6

Para Harold llegar a casa siempre ha sido un martirio, no tenía la fuerza para dejar atrás ese lugar, era el hogar que formó con su familia, aunque desde hace 15 años dejó de ser un hogar para él. Siempre al entrar esperaba que esos brazos abiertos lo recibieran al llegar y poder esperar la cena, pero en esta ocasión optó por ver televisión.
El caso de su tragedia se hizo público en su momento, noticieros y entrevistas al por mayor durante el juicio, aunque él siempre evadía toda clase de periodistas, su nombre se hizo popular por un tiempo. No imaginaba lo que vería en el titular del noticiero de esa tarde.

"Frederic Reynolds, sospechoso del antiguo caso Loyd, murió asesinado anoche..."

La impresión de Harold no se hizo esperar, una noticia que lo tomó por sorpresa, no sabía si sentir gusto o lástima por ese tipo.

"...aunque las cosas aún no han sido aclaradas. Por el momento hay tres sospechosos detenidos y el caso está a cargo del Grupo Davis & Fordman con el respaldo y supervisión de la policía local".

"Grupo Davis & Fordman..." Recordaba haber escuchado ese nombre. Kal y Angie habían ayudado hace 7 años al ejército a resolver una incógnita en su base, un robo de armamento en el almacén de armas. Recordaba haber conocido a Kal y Angie poco antes de resolver el caso, el interrogatorio con Kal y Angie fue muy peculiar para él. Ella hacía las preguntas y Kal sólo lo miraba al responder, aunque él no tenía nada que ver con el robo se dio cuenta que Kal podía analizar su tranquilidad y honestidad al responder. Al haber dejado claro que no tenía que ver con el robo, se ofreció a ayudar a encontrar al responsable a lo que Kal y Angie aceptaron sin titubear. Armamento pesado, municiones y algunos explosivos fueron parte de motín robado. Al final resultó ser el General al mando quien robó y vendió el armamento en el mercado negro y ser arrestado y revocado de su puesto, haber ayudado con el caso, fue el pequeño paso con el que Harold fue nombrado General.

Harold no podía negarse a sí mismo que tenía curiosidad sobre el homicidio, uno de los hombres que arruinó su vida había muerto de la manera que él ha estado imaginando tantos años: asesinado a sangre fría.

-Creo que daré una visita a ese grupo Davis & Fordman - se dijo a sí mismo en voz alta mientras tomaba su abrigo camino a las instalaciones para visitar a Kal y Angie.

Al salir a la calle, Harold se cercioró de que  tenía mucho tiempo que no contemplaba el atardecer, niños jugando, autos pasando por la calle, incluso se dio cuenta de que la tarde tiene más luz que su propia casa, la necesaria para notar los autos estacionados, uno lujoso azul, la camioneta gris de su vecino y un auto rojo estacionado al otro lado de la calle con el conductor a bordo quien arrancó en ese momento, pero no le dio importancia.

Al avanzar unas cuantas calles, se dio cuenta que hacía mucho tiempo que no dedicada su mente a no pensar en su familia, en algo que le diera era chispa para animarse y salir a caminar como solía hacerlo con su ellos. 

Recordó cuando enseñaba a su hijo a andar en bicicleta, acababa de regresar de su incursión a Israel. No disfrutaba nada más que ver a su hijo intentar hacer lo que tanto deseaba en ese momento y que su padre lo mirara, o qué mejor, que su padre le enseñara a hacerlo. Luego de uno y otro y otro intento, logró mantener el equilibrio por dos calles hasta que una gruesa rama que estaba en su camino, detuvo su trayecto en una esquina haciéndolo caer de lado, al instante que un auto pasó a gran velocidad sobre la calle que cruzaba en la esquina. Una gran coincidencia que salvó a su hijo. Claramente prefería sanar unos cuantos raspones a presenciar la horrible imagen de su hijo siendo arrollado por un auto. Casualmente estaba llegando a esa esquina cuando su mente conectó de nuevo con la realidad y se visualizó corriendo a calmar a su hijo después de la caída. Al recordar eso, se dio cuenta de que hay cosas que no se pueden evitar y que hay cosas que la vida misma decide evitarlas y entendió que al igual, hay cosas que debes luchar para que se cumplan. Siempre había vivido con eso en todas las guerras pero nunca lo había tenido más claro.