1-¡No te la llevaras!

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La batalla había terminado y a pesar de que la muerte de Oikawa había causado tristeza entre los niños elegidos de la segunda generación, estábamos felices... completamente felices pero la felicidad de la victoria duro solo unos minutos. Cuando el cielo del Digimundo quedo limpio de toda oscuridad pensábamos que la batalla contra las fuerzas de las tinieblas había finalizado y así era o al menos algo así pues nuestro nuevo enemigo no fue la oscuridad sino la misma luz... la luz por la que siempre nos poníamos en peligro. Siempre supe que Kari era diferente a nosotros y que había otra razón por la que ella se había vuelto un niño elegido pero nunca pensé que el Digimundo que ella tanto amaba se la llevaría. Ya han pasado tres días desde que ese incidente sucedió.

Luego de que Oikawa muriera todos los niños elegidos regresaron a sus respectivos países, los únicos que quedaban eran Tai y sus amigos, junto a los niños elegidos de la segunda generación. Mientras Yolei y Davis consolaban a Codi por la muerte de Oikawa, Tai y los demás se encontraban discutiendo sobre los emblemas que ken había encontrado (pues con todo lo que había pasado no habían sido capaz de hablar sobre ello), Kari comenzó a alejarse del grupo seguida por Gatomon que constantemente le preguntaba a donde iba aunque no consiguiera respuesta de su compañera humana. Ella solo repetía: "Debo regresar". Cuando TK se dio cuenta de su ausencia salió a buscarla junto con Patamon. Patamon se elevo al cielo para buscarla, luego de mirar en todas las direcciones encontró a Kari y presencio de primera mano lo que estaba sucediendo.

-¡TK! Kari se dirige a una luz extraña y Gatomon está con ella. Quiere detenerla pero no puede.

-¿Una luz extraña? Podrá ser... -el mar oscuro otra vez, pensó.- ¡Patamon! Ve y busca a mi hermano y a los otros. Yo iré para haya.

-¡Esta bien! ¡Ten cuidado TK!

TK siguió por su cuenta y mientras más se acercaba a donde estaba Kari mas fuerte escuchaba la voz de Gatomon tratando de detenerla.

-¡Kari! ¡Detente!

-¡TK! No puedo pararla, no responde... parece como si estuviera siendo controlada.

TK corrió hasta donde estaba Hikari para evitar que ella siguiera avanzando. La tomo de los hombros fuertemente.

-¡Kari detente!

Pero Hikari no respondía tan solo seguía repitiendo:

-Debo regresar. Debo regresar. Debo regres...

-¡Kari!- llamo Tai por detrás de ella.- ¿Qué estás haciendo kari?

-Debo regresar.

Cuando Tai logro alcanzarla y estando a punto de tomarla de la mano para llevarla de regreso con los demás, una tremenda carga de electricidad envolvió a TK y Tai.

- ¡Aghgggggh!

- ¡Aghgggggh!

-¡TK!- grito Matt.

A la par que todos los demás llamaban a ambos preocupados y mientras ambos caían al suelo, HIkari siguió avanzo hacia donde la luz era más fuerte, tan fuerte que los arboles del bosque parecían desaparecer por su causa. Gatomon no tuvo más opción que colgarse de la espalda de Hikari para no separarse de ella. Entonces una voz celestial se escucho haciendo eco por todo el bosque.

-Hikari Kamiya ya ha cumplido con su misión en el mundo de los humanos y en el Digimundo, ya es tiempo de que regrese con nosotros.

-¡¿A qué te refieres?! ¡Ella es humana, pertenece a nuestro mundo!-grito Tai aun en el suelo.

-No es humana. Ella pertenece a nuestro mundo.

Mientras Tai y aquella voz discutían, Hikari entro en aquella zona llena de luz, desapareciendo en ella junto a Gatomon.

-No lo permitiré- dijo Tk a la par que se levantaba.

Tai hizo lo mismo.

-¡No dejare que se la lleven!- grito mientras entraba en aquella luz.

Patamon se lanzo a ella al igual que su compañero.

- ¡TK!- Grito Matt a la par que lo seguía.

Tanto Tai como Matt intentaron entraran en la luz pero ninguno de los dos lo lograron. En la desesperación, Tai hizo evolucionar a Agumon en MetalGreymon y le ordeno atacar aquella misteriosa luz como si de un muro se tratase pero esta devolvió los ataques de MetalGreymon combinándolos y con doble potencia haciendo que Agumon regresara a su etapa bebe, Koromon. Tai ignoro por completo al lastimado Koromon y comenzó a golpear con sus puños repitiendo con ira: "Regrésamela". Matt no permitió que ninguno de ellos se acercara a Tai hasta que este se calmara, pero viendo como sus manos comenzaban a ser gravemente heridas no pudo resistirlo más e intento detenerlo.

-¡Tai detente!

Sin importar cuanto lo llamar, Tai no respondía. Matt no tuvo más opción que golpearlo quien posteriormente le regreso el puñetazo.

-¡No te metas Matt!

-¡Acaso crees que golpeando esa cosa los traerás de regreso!

-¡Lo que sea que haya sido esa cosa, se llevo a Kari! Acaso quieres que me quede con los brazos cruzados mientras se la llevan.

- ¡TK también esta donde se la llevaron! ¡No eres el único preocupado!

Tai se calmo luego de ver como el rostro de todos sus amigos reflejaba preocupación por lo que había sucedido.

-Lo siento.

-No te preocupes Tai, resolveremos esto ya lo hemos hecho antes, recuerdas.- Matt le sonrió a pesar de que también estaba preocupado por su hermano pequeño.- Jou puedes curar las heridas de las manos de Tai.

-Sí – respondió rápidamente. Se acerco a ellos corriendo.

-Lo siento Jou.

-No te disculpes... Tai, se que estas preocupado pero lastimándote no solucionaras nada.

-Lo sé. Lo siento, solo me deje llevar por la rabia.

-Tai...-llamo Koromon.

Sora lo llevaba en sus brazos. Se lo entrego a Tai.

-Lo siento Koromon, provoque que te lastimaran.

-Tai...-sus ojos reflejaban su cariño y confianza en su compañero humano.

Davis se acerco a Tai empujando a la multitud de niños elegidos.

-¿Alguien puede explicarme lo que acaba de pasar?-pregunto alterado Davis que acababa de llegar junto a Yolei y Codi.

-¿Eh? ¿Dónde están Kari y TK?- pregunto Yolei mirando para todas partes.

-Kari fue secuestrada y Tk la siguió.- respondió Ken.

-¿Eh? ¡¿Dónde se la llevaron?!-pregunto Davis.

-No lo sabemos.- respondió Izzy- Pero, si esperan un poco mas podre encontrarlos con el rastreador de mi computadora.

Antes de que nadie se diera cuenta Izzy  había activado un programa que había diseñado cuando era niño, cuando los primeros niños elegidos se habían separado debido a la desaparición de Tai. El objetivo de aquel programa era rastrear la energía de los emblemas para localizarlos, ese era el objetivo inicial pero cuando la energía de los emblemas se uso para restaurar al Digimundo, reprogramo aquel programa para ser capaz de rastrear a los niños elegidos a través de sus digibais.

-Me temo que eso no será posible-afirmo el señor Genai que había aparecido tan solo como un holograma.

-¿A qué se refiere señor Genai?

-En el lugar en donde se encuentran los digibais no funcionan, así que no se los puede rastrear.

-Señor Genai, usted sabe donde esta mi hermana y Tk ¿verdad? Por favor díganoslo.

-Me temo que aunque se los diga, no podrán ir a rescatarlos ya que en ese mundo solo pueden ir los seres celestiales, aquel es el cielo del Digimundo.


Takeru y Hikari. El Rey y la Diosa: El Cielo del DigimundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora