Takeru y Hikari. El Rey y la Diosa: El Cielo del Digimundo

3- El regreso

-¡Corre TK!-grito Angemon mientras detenía con sus brazos a Lucemon modo caído.- ¡Golpe de fe!-ataco con las pocas fuerzas que le quedaban. Cayó al suelo agotado.

-¡Angemon!

-¡Yo estaré bien, no te preocupes! ¡Ahora corre!

-¡Maldición!

A pesar de no querer dejar a su compañero atrás, TK corrió con todas las fuerzas que pudo pero no fue suficiente o mejor dicho, su huida fue interrumpida. Frente a TK apareció Lilithmon. Un digimon con la forma de una hermosa y joven mujer vestida de negro con un kimono morado. Tenía cuatro alas y una garra dorada capaz de corromper a cualquiera.

-Aquí se les acaba el camino-dijo ella posando su garra dorada sobre sus labios.

Cuando Angemon se dio cuenta de la presencia de Lilithmon trato de ir a socorrer a TK pero cuando estaba por hacerlo Lucemon modo caído lo tomo de los brazos por la espalda inmovilizándolo por completo.

-Ni intentes zafarte, es imposible. Ahora... ¡Prepárense para pagar por tratar de desafiarnos!-grito Lucemon.

-Este es el precio por tratar de acercarte a nuestro señor-dijo Lilithmon.- ¡Dolor fantasmal!

-Espere... Lilithmon-sama

Ataco a TK y a Angemon sin siquiera preocuparse por su subordinado. Sin embargo Lucemon fue el único quien salió completamente afectado por el ataque de Lilithmon pues antes de que ella se diera cuenta una ráfaga de viento o mejor dicho un digimon tomo a Tk y a Angemon antes de que estos salieran heridos y escapo por el Bosque de la verdad.

Lucemon se arrastro hasta la irritada Lilithmon mientras sus datos poco a poco iban desintegrándose

-Mi... señora...

-TSK... No te acerques a mí.

Lilithmon se alejo volando hacia el palacio de Yggdrasill dejando que Lucemon perdiera la vida miserablemente.

En un refugio ubicado debajo del Bosque de la verdad TK a penas despertaba luego de haberse desmayado por el dolor que sentía en su brazo derecho a causa del ataque de Lilithmon. A su lado se encontraba Angemon Tratando de recuperarse por la batalla. Cuando Tk abrió los ojos se encontraba siendo vigilado por Harpymon.

-Angemon ¿Dónde estamos?-susurro TK.

-Al parecer se trata de un refugio subterráneo.

Harpymon, al escucharlos, volteo a verlos.

-Espera, gastaste mucha energía peleando, ¿Cómo es que no volviste a tu forma normal?

-No lo sé. Yo tampoco logro entenderlo.

-Luego resolveremos eso, por ahora tenemos que escapar de aquí e ir por ellas. Angemon prep...

-Me temo que ustedes no se irán de aquí. Por lo menos no hasta que me expliques quiénes son y cómo es que terminaron aquí-dijo Valkyrimon acercándose a ellos. Solo con un gesto hizo que Harpymon los dejara solos.- Fui yo quien los salvo de Lilithmon así que creo que por lo menos debo saber sus nombres. Y bien... ¿Quiénes son?

-Mi nombre es Tekeru Takaishi y el es mi compañero digimon, Angemon.

-Eres uno de los niños elegidos ¿verdad?

-Así es.

-¿Cómo es que llegaron aquí? Se supone que en este mundo solo pueden llegar los digimon que sirvan a su alteza. Aunque seas unos de los niños elegidos, aun no me explico cómo fue que lograste pasar nuestras barreras. A demás justo cuando estamos en plena guerra.

-¡Espera! Si este lugar esta plena guerra significa que Kari está en más peligro que antes. Angemon tenemos que encontrarlas ahora.

-Lo siento pero ustedes no pueden irse de aquí, no al menos que Darcmon-sama lo autorice, en especial ahora que Angemon está de regreso.

-¿Angemon? ¿Qué sucede con él?

-Lo sabrán una vez que se encuentren con Darcmon-sama, ella también podrá explicarnos cómo fue que sobreviviste al ataque de Lilithmon.

TK no se había dado cuenta de que la herida en su brazo estaba completamente curada pero más curiosidad le causaba saber porque Valkyrimon dijo que Angemon estaba de regreso; aquello solo le recordó cuando la voz misteriosa dijo que Kari debía regresar con ellos.

TK siguió a Valkyrimon por un largo pasillo de paredes de piedras hasta llegar a un inmenso salón, aunque era algo rustico y obviamente estaba debajo de la tierra, el lugar estaba completamente iluminado. En el medio del salón había una enorme mesa en la cual se encontraban mapas y planes de combate. Del otro extremo salió Darcmon un tanto lastimada debido a su anterior batalla contra una de las tres generales de Fanglongmon, Boromon.

-Darcmon-sama, he traído invitados.

-Invitados, justo cuando estamos bajo ataque.

Levanto la mirada mientras sobaba su cabeza. Darcmon quedo sorprendida al ver a Angemon, no podía creer que había regresado. De repente el suelo comenzó a temblar. Esto no era coincidencia, ya lo habían dicho, estaban bajo ataque. El techo poco a poco comenzó a derrumbarse sobre la cabeza de Darcmon.

-¡Llévalo con Sanzomon! Si tenemos suerte el nos ayudara a ganar esta guerra.

-¡Sí! Primero...-poso su mano sobre el pecho de Angemon- si no estás de esta forma no podremos pasar desapercibidos.

El cuerpo de Angemon comenzó a brillar y casi inmediatamente regreso a ser Patamon.

-TK que fue lo que paso.

-No lo sé pero me alegra que hayas vuelta a esa forma.

-Rápido tenemos que salir de aquí.

-¡Espera! No piensas ayudarla. Debe estar lastimada.

-Mi actual misión es llevarlos con Sanzomon.

Tomo a TK y Patamon y cubriéndose de una briza voló por los pasillos del refugio, cruzándose con sus compañeros que iban a socorrer a Darcmon. Después de cruzar varios tuneles, lograron salir del subterráneo. Ya en la superficie TK pudo observar claramente como dos ejércitos se enfrentaban. Aquel bosque, por alguna razón, lo transporto a un recuerdo que no sabía de dónde salía pues, la voz que escuchaba salir de su boca no era la suya, la persona con la que hablaba claramente no la reconocía pero aun así sentía afecto por ella. TK comenzó a gritar mientras sujetaba su cabeza.

-¡TK! Tenemos que detenernos, algo le pasa a TK. Por favor resiste.

-Chhh... No tengo otra opción.

Valkyrimon golpeo el cuello de TK dejándolo completamente inconsciente.

-¡¿Qué fue lo que le hiciste a TK?! TK despierta.

-Si no lo hacía, nos habrían descubierto. Llegaremos dentro de poco, lo dejaremos descansar ahí.