-¡Fuerza gea!
-¡Gran cruz congeladora!
MetalGarurumon y WarGreymon atacaron con sus ataques más poderosos pero aun así el enemigo no cedía ni un solo paso, quizás se trataba de un enemigo que nunca debieron enfrentar pues sus poderes superaban al de cualquier otro enemigo con el que se hayan enfrentado. Grandracmon recibía cada ataque que los demás le dirigían pero su cuerpo no recibía ni un solo rasguño. Tai y Matt no podían hacer más que observar como sus compañeros digimons gastaban sus fuerzas en una pelea que ya tenía un ganador decidido.
-¡MetalGarurumon!
-¡WalGreymon!
Los digibais de los dos niños elegidos brillaban con gran intensidad parecía como si estuvieran a punto de alcanzar la fusión de sus dos digimons tal como sucedió en aquella ocasión en la que batallaron contra Diaboromon. Sin embargo este oponente no era de tan lenta reacción como aquel otro digimon. Al momento de notar el brillo de los digibais se puso a la ofensiva no porque temiese la fusión conocida como Omnimon sino porque no podía seguir perdiendo el tiempo en una batalla que no tenía ninguna importancia para su misión. Cuando MetalGarurumon y WarGreymon se dieron cuenta de que su oponente iba a atacarlos supieron que no podían permitir que aquel ataque llegase a sus compañeros humanos.
-¡Hay que alejarlos de aquí!-grito MetalGarurumon.
-¡Yo me encargo!-respondió WalGreymon
-¡WalGreymon! Protege a Matt.
Aquel fue el peor momento para WarGreymon. Dejar a un compañero batallar solo. Nunca habían tenido que hacer algo así, incluso en los momentos más difíciles siempre podían apoyarse entre ellos y de alguna forma vencer a su adversario pero... nunca se había enfrentado a un oponente tan poderoso que implicara abandonar a alguien para que los demás pudieran sobrevivir.
WarGreymon se apresuró a llegar a donde estaban Matt y Tai y tomándolos en sus brazos comenzó a volar y a alejarse lo más rápido posible del lugar.
-¡Espera! ¡¿Qué estás haciendo WarGreymon?!
-¡¿Qué hay de MetalGarurumon?! ¡No podemos dejarlo pelear solo!-Grito Matt mientras veía como MetalGarurumon se lanzaba contra Grandracmon. Aun lanzándole sus ataques más poderosos...
-¡Aliento de lobo metálico!
No podía infringirle ningún daño.
-¡Bomba congelante!
Ya no podía detenerlo....
-¡Gran cruz congelado!
Aunque había usado todas las fuerzas que le sobraban, aunque solo habían sido unos cuantos segundos lo que había durado luchando solo, MetalGarurumon no estaba arrepentido de haber dado todo lo que tenía cuando fue sujetado de la garganta por el gran Grandracmon. MetalGarurumon inmediatamente regreso a ser Gabumon. Grandracmon lo lanzo no muy lejos frente a él. Entonces ataco.
-¡Grito mortal!
Las dos bocas que tenía tanto a su derecha como a su izquierda se abrieron enormemente expulsando una onda oscura. El sonido era desgarrador, destruyendo todo a su paso. Aun a la distancia a la que estaban Tai y los demás recibieron el ataque con total potencia. WarGreymon hizo todo lo posible para cubrir a Tai y a Matt sin embargo, aun utilizando todo su cuerpo como un escudo, no pudo hacerle frente a semejante poder. Tai y Matt cayeron al suelo y junto a ellos el agotado y mal herido Koromon. Cuando ambos niños elegidos abrieron los ojos, Grandracmon se les acercaba lentamente mientras llevaba algo a rastras.
-Les regreso su basura.
Grandracmon lanzo a Gabumon frente a los niños elegidos. Su cuerpo está todo magullado y apenas podía mantener sus ojo abiertos pero aquello no era lo peor, los datos de Gabumon estaban inestables su cuerpo prácticamente estaba desapareciendo. Así es. Gabumon estaba en sus últimos momentos.
-Matt...-dijo mientras trataba de alcanzar a Matt con su mano.
-Gabumon...- Matt intento alcanzar la mano de Gabumon. En aquel momento su mano parecía tan distante, no podía alcanzarla sin importar cuánto quisiera. Antes de que se diera cuanta, sus manos estaban tan cerca la una de la otra, sin embargo en aquel momento Gabumon desapareció ante los ojos de Matt.
Aquel niño elegido que poseía el emblema de la amistad, aquel que atesoraba a sus amigos por sobre todas las cosas, aquel que lucho incontables e insufribles batallas, por primera vez sintió lo que su hermano menor a la edad de los ocho años sintió, la muerte de un amigo. Aquel fue el momento más trágico de su vida.
-¡Gabumon!-Grito con todas sus fuerzas mientras Grandracmon preparaba su próximo ataque.
-Adiós niños elegidos. ¡Ojo de Gorgona!
Los niños elegidos Tai y Matt junto con Koromon desaparecieron en la oscuridad absoluta.
/Q#b
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Takeru y Hikari. El Rey y la Diosa: El Cielo del Digimundo
FanfictionUna historia que revela la verdadera identidad de Takeru e Hikari. Un amor que trascendió el tiempo y los mundos. Luego de la muerte de Oikawa aparece un nuevo enemigo. La luz es ahora el enemigo de los niños elegidos. Tras la desaparición de Ta...