Capitulo 4: Accidente

27 1 1
                                    


Ha pasado un mes desde que Gabrielle golpeo a André, donde me reencontré con mis viejos amigos y con la noticia de mis padres. Ahora estoy en el juzgado viendo como mis padres se divorcian y por fin dejan una vida llena de odio y rencor. Hasta ahora todo se hizo muy rápido pues los abogados de cada uno llegaron a acuerdos que favorecían a las dos partes, la prensa está detrás de las puertas de esta sala, ya me imagino la primera plana en el periódico y revistas de mañana "La gran diseñadora Cassandra y el CEO Jack Michaelis hacen oficial su separación". Entonces los reporteros no me atosigaran solo por los rumores con Gabrielle si no también queriendo saber el porqué de su separación, a veces me pongo a pensar el que hubiera sido de nuestra vida si yo no hubiera causado su muerte.

- Anastasia, ¿estas escuchándome? - me dijo un colega que estaba a mi lado, pero estaba tan distraída que no me di cuenta cuando termino el juez.

Me levanté y me di cuenta que era oficial mis padres estaban separados, ambos vivirían sus vidas por separado. En ese momento mi madre se acercaba a mí.

- Anastasia, te doy las gracias por recomendarme con tan buen abogado.

- Es lo menos que podía hacer, después de que ella fue la causante de esta separación, ¿no estás de acuerdo conmigo Cassandra? - ese era mi padre que en un momento se había acercado a nosotras tomando del brazo a otra mujer.

- Puedes callarte Jack, estamos separados y eso es lo que importa. - le dijo mi madre de forma cortante.

Yo seguía mirando a la mujer que estaba a su lado por algún motivo se me hacía conocida pero no puedo recordar. Al parecer la estaba observando tan fijamente que se dio cuenta y se presentó.

- Anastasia, no creo que me recuerdes te vi de joven muy pocas veces. Soy tu tía Lina.

- Es mi hermana y amante de tu padre desde hace años. - me dijo mi madre a lo que quede estupefacta.

- Vas a comenzar de nuevo Cassy, ya me disculpé contigo, pero no se pudo evitar. - le respondió mi tía de forma muy fría.

Yo no podía creer lo que sucedía aquí, su propia hermana se convirtió en amante de mi padre y no tiene si quiera vergüenza para presentarse delante de ella.

- Anastasia, cierra la boca o se te meterá algo. - me dijo mi padre riéndose descaradamente en nuestra cara.

- Desde cuando pasa esto. - les pregunto una vez que recupero el habla.

- Hace 3 años exactamente. - dijo mi tía con una sonrisa malévola.

- Pero en ese tiempo, todos nos llevábamos bien, éramos felices. - por más que intentaba comprender la situación no encajaba nada.

- Tu padre me engañaba desde aquel tiempo con mi propia hermana, esa es la verdad Anastasia. - dice mi madre con una mirada de dolor.

- Basta, esto realmente me está cansando. Es verdad Anastasia yo engañaba a tu madre y con ustedes pretendíamos ser un matrimonio feliz.

- Yo era feliz a tu lado Jack, lastimosamente tu nunca me amaste.

- Yo te amé Cassandra, pero con todos los desfiles y trabajo que tenías descuidaste nuestra relación.

Estaba escuchando como discutían frente a mí y como este secreto era revelado después de tanto tiempo. Y entonces recordé cuando me dijo "Tas, acaso papa puede estar con otra mujer que no es mama dándose besos en la boca".

- Él lo sabía, el los vio cuando tú estabas con Lina.

- De que estás hablando Anastasia. - pregunto mi madre.

- James, vio a mi padre con Lina besándose, él se acercó a mí y me pregunto si podías besarte con una mujer que no era mama, cómo pudiste hacer eso en casa sabiendo que alguien te podía ver. - con una mirada de odio pronuncio estas palabras.

- Eres un asco y una basura Jack Michaelis. - terminando con estas palabras comenzó a darme un fuerte dolor de cabeza.

- Tranquila Anastasia, todo estará mejor ahora. - esas palabras hicieron que levantara bruscamente mi cabeza, esa voz y esas mismas palabras habían estado atormentando mis sueños durante estos años.

- No puedo creerlo tu... - y entonces una serie de imágenes comenzaron a aparecer en mi mente, eran tantas que no lograba darles forma. Y entonces solté un grito desgarrador, mi cabeza dolía tanto que comencé a ver borroso.

- Anastasia, te encuentras bien. - mi padre pronuncio esas palabras con un tono de angustia.

- Anastasia, estas pálida, necesitas ir al hospital. - mi madre intento tomar mi brazo, pero yo me solté bruscamente.

Haciendo caso omiso a sus gritos, corrí hacia fuera por algo de aire, pues este no llegaba a mis pulmones, no sabía que hacer necesitaba que alguien me ayudara, estaba teniendo una crisis. Como pude saque las llaves de mi camioneta y empecé a manejar directo al hospital, necesitaba llamar a Gabrielle para que me encontrara ahí. Llegando al hospital baje de mi camioneta y marque el número la vista me fallaba y sabía que en poco tiempo no tendría más control de mi cuerpo. Gabrielle no contestaba y entonces como pude empecé a caminar a urgencias. Mis piernas flaqueaban y no me quedaba mucho tiempo, en ese momento estaba cruzando la calle cuando un grito me dejo helada.

- ¡Anastasia, cuidado! - esa persona corría hacia mí y no comprendía la razón. Hasta que sentí como algo impactaba con mi cuerpo y este me hacía volar dando volteretas en el aire. En ese momento comprendí de lo que me advertían, un auto se dirigía directo a mí y este me había atropellado.

Al sentir el duro suelo contra mi cuerpo comencé a sentir algo pegajoso en mi cabello, no sabía que era y al girar un poco la vista vi algo rojo que teñía la calle en ese instante comprendí que era mi sangre.

- Anastasia, estarás bien solo no cierres los ojos. - unos brazos me tomaron cuidadosamente, esa voz me hacía sentir protegida y querida. Era una voz que me recordaba a aquel día.

Sentí como mi cuerpo era puesto en una superficie más suave que el cemento, no podía ver nada mi cabeza daba vueltas.

- Rápido llévenla a quirófano, consigan sangre O negativo, mientras tanto informen a Gabrielle Macklaren que Anastasia Michaelis se encuentra en un estado crítico. Yo mismo llevare a cabo la cirugía.

Y estas fueron las últimas palabras que escuche cuando mis ojos se cerraron.

Last GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora