Capitulo 12: Pastel y Lágrimas

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Sebastian

En algo estaban equivocados todos y eso era que Anastasia no huía de sus problemas, muchas veces la vi llorar, gritar y correr en soledad mientras los otros solo miraban esa sonrisa superficial que ella ponía, el peor de sus momentos fue cuando su hermano murió y yo perdí la memoria, realmente me odié cuando mis lagunas se aclararon y supe la verdad de ese día, solo que ya era demasiado tarde ella se había ido y nadie sabía a donde. Pase 2 años tratando de localizarla hasta que hizo su debut como abogada y no dejo de salir en revistas con Gabrielle, así al menos supe que ella estaba bien pero aun ese sentimiento de culpa no me dejaba, necesitaba verla y si era necesario rogar su perdón.

- Así que Gabrielle se fue detrás de ella como loco. - dice Catrina algo cabizbaja.

- Que esperabas que se quedara aquí contigo mientras ella salía a toda velocidad en esa moto, Catrina tu sabes que dicen las revistas y aunque ellos no tengan una relación de hombre-mujer tienen un apego muy estrecho el uno por el otro. Ellos tienen un lazo que nadie jamás podrá romper o superar. - le dice Natalie con una sonrisa a medias.

- Eso es cierto, cuando yo los conocí hace un año, Gabrielle no podía estar en el evento de beneficencia por su gira, pero en todo momento libre que tenia se ponía en contacto con Anastasia y cuando dio medianoche justo el día de su cumpleaños el hizo que se hiciera una video llamada deseándole feliz cumpleaños y cantándole su nuevo tema que estaba escrito para ella. Esos dos tienen una relación que jamás vi. - contesta Olive pegándose a James.

- Y comó es eso de que ustedes se acostaron, no sabía que te gustaron las mujeres Olive. - dice James algo receloso.

- Tranquilo amor, ahora solo tengo ojos para ti y eso no cambiara.

- Así que ellos realmente tienen ese tipo de relación, no sé si estar feliz por Anastasia o morir de celos. - André pone una cara desconcertante para mí, es decir él la tenía y la dejo ir por la golfa de su prima, es algo que hasta la fecha no me quiere explicar.

- Pues no se ustedes, pero yo no me quedare aquí toda mi tarde pensando en ellos dos, tengo que ir a checar pacientes y hacer mis rondas. Hasta luego. - y con esa despedida me subí a mi amado Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio. La verdad detrás de mi despedida tan rápida no era por mis rondas eso ya lo tenía cubierto, quería apresurarme y encontrar a Anastasia solo esperaba que estuviera en aquel lugar.

Llevaba unos 50 minutos de viaje ya que me pare a comprar unas flores y demás cosas, solo rogaba para que se encontrara en aquel lugar. Al llegar di un suspiro tan grande de alivio que casi corro para abrazarla, pero el sonido de mi celular me paro, al ver la pantalla era un número desconocido así que simplemente lo ignore. Me acerqué a ella y pude ver que tenía lágrimas en los ojos, después de tantos años ella vino a verlo y no era fácil este reencuentro, menos cuando era su cumpleaños.

- No espere encontrarte aquí. - le digo un poco frio para que no note que estuve buscándola desesperadamente.

- Se me ocurrió venir acá para saludarlo y charlar con él un rato. - me dice con sus ojos rojos.

- No crees que sentirá mal de que en su cumpleaños llores en vez de contarle todo lo que has hecho estos últimos años. - le digo y saco un pañuelo de mi chaqueta para ofrecérselo.

- Tienes razón, es que no pude contener las lágrimas. - me dice hipando un poco. - Gracias por venirlo a visitar y dejarle flores todos estos años.

- No me lo agradezcas, el mantuvo viva a Mel durante ese infierno, nunca flaqueo a pesar de ser un chiquillo, eso se lo agradeceré por siempre.

- Lo sé y lamento tanto el que no pude evitar cambiar su final de ambos, solo eran unos niños, ni si quiera pude verlo crecer para ayudarlo a salir con Mel.

- Yo no pude verlos crecer para sacar a tu hermano a patadas de mi casa por pretender a mi pequeña hermanita y aunque me hubiera dolido hubiera preferido ver como Mel se arreglaba para salir con él, pero ni si quiera llegue a eso.

- Hubieran sido una gran pareja.

- Bueno, pero no es momento de recordar cosas tristes, hoy es tu cumpleaños James y lo festejaremos como es debido. - acerco la bolsa que traía y saco de su interior un pastel, globos y serpentinas. - Sera un cumpleaños épico y más porque esta vez está tu hermana.

- Acaso todos los años haces lo mismo. - me pregunta curiosa Anastasia que ha dejado de llorar.

- Claro, en su cumpleaños o el de Mel vengo y lo festejamos, lo malo es que después me como todo el pastel solo y me causa malestar. - saco los gorritos de cumpleaños le pongo uno a Anastasia, otro a mí y les dejo su gorro a James y Mel.

- Muy bien entonces cantemos la canción de cumpleaños, vamos Rodolfo anímate. - mientras estoy poniendo las velas al pastel siento un golpe en mi brazo. - Hey, porque hiciste eso.

- Me has dicho Rodolfo.

- Pues si vieras tu nariz en este momento me darías la razón, siempre que lloras se te hace una nariz roja, justo como la de Rodolfo el reno.

Y así fue como pasamos nuestra tarde, cantamos, reímos, comimos pastel y para finalizar limpiamos los respectivos columbarios de nuestros hermanos.

- Hasta la próxima semana chicos, cuídense.

- Vendré de nuevo se los prometo.

Ya que me preocupaba que se fuera a estas horas en moto le propuse a Anastasia el que dejara la moto en el deposito que teníamos y después aceptara que la llevara a casa. Al llegar a su casa le abrí la puerta y cuando estábamos acercándonos al porche vi como dos siluetas de hombres se acercaban a nosotros.

- Anastasia, gracias a los dioses que estas a salvo, me tenías angustiado y además no respondías el celular, no me vuelvas a hacer esto. - le dice su amigo Gabrielle abrazándola.

- Sebastian, no me dijiste que tenías rondas en el hospital y vaya sorpresa regresas con Anastasia. - me reprocha André. - Me alegro que te encontraras bien Anastasia, estábamos muy preocupados por ti. - y fue cuando vi la mirada de mi mejor amigo el aun la amaba, entonces recordé cual fue siempre mi posición.

- Me retiro, tengo que ir al hospital. - les digo serio y distante.

- Espera Sebastian. - siento como Anastasia toma mi mano y su contacto que hace unos momentos me gustaba ahora me desagrada.

- Que pasa. - le digo retirando mi mano.

- Yo, quería agradecerte por todo lo de esta tarde. - me dice con una mirada confundida por mi anterior comportamiento.

- Está bien, era algo que hacía por James.

- Si claro por mi hermano. - dice con una mirada triste en el rostro.

- Bueno si es todo me voy. Buenas noches.

Y no puedo evitar mirar por el retrovisor, lo que veo es que como todos estos años yo tengo que retirarme para dejar a André a su lado. Aprieto el volante y logro que mis nudillos se tornen blancos, si solo no hubiera tantos secretos entre nosotros todo sería más fácil.


Last GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora