Capítulo 5 "Carta y besos"

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—¿Cómo tomaste el auto? –pregunta Allison sonriendo.

—Nada –reí –Vale, mientras tu hermano estaba en las duchas, entré a los vestidores de los hombres. Al principio fue algo vergonzoso pero luego recordé que hice algo parecido en casa y se me pasó –entré a un automc –Así que hice mis tácticas con pinzas y pude abrir el casillero, tomé las llaves y salí.

—Buenas tardes, ¿que desea? –me voltee y le sonrío al chico.

—Dos combo con papas –le entrego mi tarjeta.

—Estás muy feliz hoy –bromea –¿Alguien por fin se confesó?.

—Quien? –pregunté mientras tomaba nuestros pedidos.

—Quien mas... Marcus, tiene años tratando de confesartelo, pero como después estabas saliendo con Natha...

—¿¡Marcus!? ¡Imposible! –comencé a manejar y mi celular suena –Contesta, seguro son los chicos.

—¡¿DONDE ESTÁS CON EL MALDITO AUTO?! –grita desde mi celular.

—Le vas a dañar la mini corneta a mi celular... Te pedí el auto y me dijiste no, mala idea –detengo en semáforo rojo.

—¡¿CÓMO ME IRÉ AHORA?!.

—Qué se yo... -crucé a mi derecha –Austin estoy manejando, dile a tu novia que te dé un aventón.

—Lo haré, sabía lo que harías –ríe –Ahora mismo lo estoy llevando.

—Como... Quieran –colgué y detuve el auto –Maneja.

—¿Que? –preguntó sorprendida Allison que casi bota el líquido que contenía en su boca.

—Quiero comer y tú quieres manejar –bajé del auto para subirme en copiloto.

—Aquí vamos... –tomo el volante con la izquierda y la derecha la palanca.

—Recuerda que no estamos en Londres –digo comiendo mi hamburguesa –Lento Alli.

***

—¡Era una indefensa ardilla! –reí –Te dije lento.

—Va va –dijo tratando de respirar –¡Te dije que era un gato, no una ardilla! –y estallamos a carcajadas.

—¿Enseñando a manejar a mi pequeña? –nos volteamos en un salto y vimos a Robber sentado en un sillón ubicado en la esquina de la gran sala.

—Pa.. Fue en una calle solitaria, fue divertido –sonreímos.

—Yo, Allison maneja excelente. Sólo quería poner en práctica los autos americanos –nos acercamos a éste.

—¡Me parece una maravillosa idea! –dijo riendo.

—¿Qué? No no no –aparece de la nada Austin –Se supone que tienes que convertirte en un ogro feroz y las vas a castigar –chilló.

—Ehm... Pero si me acaba quitar un pequeño peso –lo mira con las cejas alzadas –¿Un ogro? Austin Alessandro Holmes Gilinsky, a tu habitación –señala las escaleras.

—Me las van a pagar niñitas –gruñe y se va.

—Como les decía... ¡Liz acaba de hacer un brownie! –dice corriendo a la cocina.

—Robber William Holmes Smith... ¡Saca tus dedos del brownie! –grita Liz desde la cocina.

—Vamos esos brownie ahora serán solo nuestras –corre hacia la cocina riendo.

Más Amor Que Odio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora